Capítulo 47
Una
noche y cambiaba el año, no era que creyera que esa noche también cambiaría mi
vida. En realidad solo era una noche, hace años cuando tenía diecisiete me
senté en el balcón de mi habitación, miraba la luna, miraba como todos en el
jardín se preparaban para una noche que no tenía nada de especial. En lo
particular no me gustaban las fiestas de finales de año, no me gustaba porque siempre
me sentía sola aquella noche. Mis abuelos que no eran malas personas, me
separaron de mi familia, de la gente que de verdad me quería. Preparaban
grandes celebraciones donde llegaba tanta gente que nunca conocí, buscaba la
manera de poder arrancarme hasta mi habitación y poder mirar la luna e imaginar
que hacían en casa de papá.
Pero
todo eso no era más que un triste recuerdo. Hoy miraba esa misma luna entre los
brazos de Thiago y por primera vez pedía que esta noche cambiara el rumbo de
nuestras vidas, que por fin pudiésemos tener un poco de tranquilidad, de poder
disfrutar de nuestra familia de nuestro amor.
Hoy
me sentía en familia, me sentía nuevamente querida. Todas las caras que nos
rodeaban estaban con una enorme sonrisa en la cara, eran personas que de verdad
querían lo mejor para nosotros. Eran nuestras familias.
Tía
Renata ayer cuando fuimos a buscar la vajilla me pidió conversar con ella en la
biblioteca. Las dos nos sentamos una frente a la otra en un incómodo silencio,
hasta que luego de cinco minutos me miro con los ojos cargados de lágrimas y me
pidió disculpas.
- Necesitaba hablar contigo – suspiro –
Estos últimos días he estado buscando el mejor momento para hacerlo, pero de
verdad estaba buscando el valor para esto. Necesito pedirte disculpas, que me
perdones por estar haciendo el papel de bruja en vuestras vidas.
- La entiendo – le dije – Sé que no
quiere volver a ver a su hijo pasar por nada malo
-Todos sabemos que a mi hijo el mayor
daño que le podemos hacer es precisamente lo que yo he estado haciendo. Lo
lamento tanto, hija.
- No se preocupe, Thiago…
- Es mi hijo y te ama por sobre todas las
cosas. Si tuvieron ese horrible accidente fue en parte también mi culpa. Yo
gatille su ruptura. Thiago no hubiera estado a esa hora, ni en ese lugar si
Carmen no te hubiera dicho esas cosas.
- Eso fue un accidente. No se puede
culpar por eso. De ser así yo también tengo culpa de eso, si no hubiese creído
en la palabra de esa mujer…
- ¿Qué mujer no creería eso?
- Yo no debería haberlo hecho. Thiago me
ha demostrado en muchas oportunidades que me ama incondicionalmente. Es cosa de
mirarlo nuevamente.
- Tiene el mismo corazón que su padre. Mi
Benja es igual. Cuando aman lo hacen con el corazón. Pero quiero que volvamos a
ser las mismas de antes. Yo te quiero muchísimo hija, te llegue a odiar en un
momento cuando veía a mi hijo y mi nieto
tan pequeño y solo. Pero fue el mismo Thiago quien se encargó de dejarme claro
que era su vida y el decidía como vivirla.
Thiago
me apretó más fuerte entre sus brazos provocando una involuntaria carcajada,
que nos llevó a besarnos.
- Familia – Dani tomo la palabra. Marcos
cargando a su pequeña hija en un hermoso vestido rosa se ubicó a su lado –
Debido a los últimos acontecimientos – sonrió a Thiago quien le tiro un beso –
Y estando presente mis queridos suegros, mis padres y mis tíos – sonrió a mi
padre – Quiero hacerlos participe de esta nueva alegría que llegara en poco más
de seis meses.
- No puedo creerlo – Thiago beso mi pelo
- ¿Otra vez antes que nosotros?
Sonreí
y me alce de hombros. Todos nos fuimos hacia ellos para poder felicitarlos y
desearles lo mejor del mundo. Aunque yo ya lo sabía actué como si me hubiese
tomado por sorpresa.
Thiago
volvió a llegar a mí con Adam en sus brazos y me tomo de la cintura y beso mi
cabeza.
- Familia – se aclaró la garganta cuando
todos le prestaron la atención que requería.
- No puedes ser más repetitivo – se burló
Dani – Nuestros hijos nacieron el mismo día ¿Quieres que vuelvan a compartir
cumpleaños?
- ¡Voy a volver a ser tío! – grito Ian
- No, no es eso – soltó una carcajada –
Solo les quería agradecer estar aquí compartiendo esta bonita noche con
nosotros.
- Yo me uno a lo que dice Thiago. Gracias
a todos por estar aquí
- Déjame hablar a mí, amor – me beso la
cabeza – Para nuestro hijo, para Renata (que prontamente volverá a ser mi
mujer) Es muy importante comenzar nuestra nueva vida en esta bonita y acogedora
casa que hemos decidido será ideal para criar nuestra familia.
- Felicidades – dijo tía Renata – Que solo
dicha y amor cubra su hogar y sus corazones.
- Gracias, mamá.
- Bueno luego de lo que el aburrido de mi
hermano dijo. ¡Ay! Se me olvidaba decirles que con Marcos estamos pensando…
Bueno ya no queremos casarnos con una gran fiesta, solo una recepción con nuestras
familias y seres más cercanos será suficiente, y solo por las leyes.
- Pero hija – tía Naty se llevó las manos
a la cabeza como si hubiera escuchado algo verdaderamente terrible
- Mamá – reclamo Marcos – Nosotros ya lo
hemos conversado con Daniela y estamos de acuerdo. A demás queremos casarnos antes
de que este ¡Gooooooorda! – Dani un golpe en la cabeza provocando la risa en
todos en la casa – Sabes que es una broma – se defendió
A
las dos de la mañana tome a mi pequeño cuñado de la mano y a mi hijo en brazos
y lo lleve a mi habitación, Dani siguió mis paso, tomo a Marcos y Vale. Le
indique que dejara a Vale en la cuna de Adam y David en la cama que había en la
misma habitación.
- Cariño ¿Puedes cuidar a Adam mientras
duerme? – le acaricie los cabellos mientras mecía a mi hijo
- ¿Y si me quedo dormido? – Preguntó cerrando
suavemente los ojos – Es que tengo un poco de sueño
- No pasa nada, los vendré a comprobar
- Bien – suspiro y giro su cuerpo para
darnos la espalda.
Veinticinco
minutos después volví abajo para integrarme en la conversación que estaba
envuelto Thiago, su padre y Marcos sobre las leyes, a pesar que no era el ámbito
de tío Benja se le veía muy cómodo en la conversación.
Thiago
tomo mi mano y se la llevo a la boca “¿Se durmió?” gesticulo en silencio para
no interrumpir. Asentí y le bese en la mejilla antes de irme donde mi padre.
Dani
aun no volvía al salón y ya había pasado más de una hora, así que decidí ir en
su búsqueda.
Toque
suavemente una vez antes de abrir la puerta de la habitación
- ¿Aun no se duerme?
- No, cada vez que creo que ya está –
suspiro – Abre esos hermosos ojos y ya comienzo todo nuevamente. ¿Y Adam?
- Durmiendo, mientras sienta que está en
nuestra cama, no abrirá sus ojos
-
Creo que será mejor que le diga a Marcos que nos vamos
- Pero…
- En serio, Vale no dormirá y te juro que
no quieres conocerla con una de sus maravillosas rabietas
- No diré absolutamente nada. Tú mejor
que nadie sabe lo que es mejor para ella.
- Gracias
***
- ¿Cómo lo pasaste? – pregunto Thiago
cuando se acomodó a mi lado en la cama, pasando su brazo derecho por mi estomago
- Maravillosamente bien. Gracias –
- Por nada, todo lo que quieras siempre,
amor. – me beso el cabello
- ¿Cómo te sientes? – pregunte acariciando
la barriga de Adam
- Cansado, pero feliz – volvió a besarme –
Estoy con mi familia, nada puede ser mejor.