Capítulo 43
Ya de tarde cuando entramos al departamento con Adam nos encontramos
directamente con Thiago sentado en el salón, junto a él había dos paquetes
envueltos uno en blanco y otro celeste. Adam dio patadas para que lo
dejará en el suelo, cumplí su petición y entre pasitos y gateo llego
al lado de su padre
- Hola mi vida - le beso Thiago la
cabeza - ¿Cómo estuvo la visita?
Pero Adam no le tomaba atención, tampoco era como si le fuera a
responder, balbuceaba algunas palabras pero nada más, sabía decir no
y llamarnos, cuando quería algo decir "to". Nuestro niño solo quería
saber lo que había delante de sus ojos.
- To - dijo Adam moviendo sus
manitos - papá
- ¡Feliz un mes viviendo
juntos! - dijo Thiago muy animado
- ¿Ya un mes?
- Así es, amor. Un mes los tres
juntos - le entrego uno de los paquetes a Adam - Esté para mi niño - me
tendió el otro - Y este para mi querida mujer.
- Gracias - le bese castamente -
Pero yo no te compré nada
- No tenías por qué comprarme
nada, no sabías que yo haría esto. Tampoco es nuestro aniversario oficial
- Por cierto, no tenemos un
aniversario
- Tienes razón, que tal si este día
queda como nuestro aniversario
- ¡Feliz un mes viviendo juntos
amor! - me senté en su regazo mirando como Adam luchaba contra
el papel del regaló
- ¡Vamos Adam abre ese regalo!
- lo incito - Seguro te encantara
- ¿Qué es? - le pregunte en
un susurro
- ¡Con fuerza hijo! - me ignoro - ¡Eso
es! - dijo al ver que ya sacaba un trozo de papel
Adam hizo el sonido de un León al ver que dentro de la caja
había varios animales. Rápidamente con Thiago le quitamos la caja de las manos
para liberar los juguetes que tanto quería. Sobre el sofá tomaba uno a uno
y lo llevaba a su boca para luego dejarlo y hacer lo mismo con el otro,
Nosotros nos reíamos de las ocurrencias de nuestro pedacito de amor, este niño
nos sacaba verdaderas sonrisas, sonrisas de amor.
- Abre el tuyo amor - me incentivo a
mi
- Luego, mira hijo - le tome el
elefante - ¿Cómo hace esté?
- Renata - me quito la figura de las
manos - Abre el tuyo
- Esta bien
Tome la caja más pequeña de color blanco y con muchísimo cuidado comencé a
sacar el papel por los pliegues, una caja de zapatos me dio la bienvenida. Al
abrir la caja, solo me encontré con otra un poco más pequeña, mire a
Thiago quien solo se alzó de hombros y me regalo una de esas hermosas
sonrisas que tenía solo reservadas para mí. Saque la segunda caja y con el
mismo cuidado que abrí la primera tome esta, dentro me encontré con
otra más
- ¿Es una broma? - lo encare al
encontrar una tercera caja
- ¡Abre el regalo! - me volvió a
decir, besándome en la cabeza
Estuve desenvolviendo cerca de 6 cajas antes de llegar a la última,
una pequeña caja de color rojo, de solo mirar el exterior supe lo que había en
el interior. Fue inevitable que mis ojos se llenaran de lágrimas, que mis
miedos y esperanzas no salieran a la luz.
Thiago solo me miro y tomo la cajita de entre mis manos, se arrastró hasta
quedar frente a mí, hincado sobre la alfombra. Tomo mis manos entre las de él,
me las beso antes de poner a nuestro hijo delante de él mirándonos a
ambos.
- Si bien no tenemos un día específico
para celebrar nuestro amor, tampoco lo necesitamos. Te amo, me amas y ambos lo
amamos, llevamos un mes disfrutando nuestra vida juntos, un maravilloso mes.
Quiero y deseo que los meses juntos se multipliquen de ahora y para siempre. ¿Quieres
casarte conmigo? Ojo, que esta vez es un pack, un dos por uno.
Adam nos miraba sin comprender nada, solo sonreía y trataba de alcanzar
sus juguetes, si bien era la segunda vez que Thiago me proponía una vida juntos
me emocione como si fuese la primera. Las palabras dichas eran las más
precisas, las más preciosas también. Me amaba, lo amaba y juntos amábamos a
nuestro hijo. ¿Qué más podía pedirle a la vida? Era todo lo que
siempre quise, eran mi vida. Ambos.
Deslice el anillo por mi mano sin necesidad de formular una respuesta
con la boca, me puse a su altura y capture su boca con la mía, olvidándonos por
un segundo del niño nos besamos como si fuera la primera vez.
- Quiero una vida junto a mis
hombres, los amo con mi vida, con mi corazón y para siempre Thiago. Claro que
quiero casarme contigo
- Te amo - volvió a decir entre
besos.
***
La nochebuena estaba a solo una semana, era una noche especial para
todos, pero mayormente para mí. Mi primera navidad con mi hijo y mi
otra vez futuro marido. Por decisión un anime quedamos en que estaríamos los
tres solos en las que también eran las últimas noches en este
departamento.
Habíamos conseguido una casa, en un sector residencial muy tranquilo.
Poseía tres habitaciones en la segunda plata, una principal en el primer piso
que nos daría un poco de privacidad además de un baño privado. Un jardín no tan
pequeño y un patio trasero donde fácilmente podríamos poner una piscina para
que dentro de algunos años más Adam pudiesen disfrutar con sus amigos y/o
hermanos. Todavía no dejaba de cuidarme, estaba esperando el mejor momento para
tener al nuevo integrante de nuestra familia, más de alguna discusión
mantuvimos con Thiago por ese motivo, aun sin saber que dentro de un par de
meses se convertiría en tío por segunda vez. Dani había dejado la noticia para
esa noche donde le comunicaría al padre de su hija que tendría un segundo fruto
del amor. Estaba feliz por ella y por cómo estaba llevando su vida a pesar de
ser tan joven, luchaba día a día por conseguir ser madre y profesional. Algunos
días me pedía quedarme con Valentina para poder arrancarse un momento a la
agencia de publicidad que aún era llevada por su padre.
De mis suegros solo sabía que se encontraban bien, Thiago evitaba hablar
de ellos y sabía que eso le hacía mal, que le dolía no tener la misma relación
de siempre con su madre. Mi padre me aconsejo que no me inmiscuyera en eso, era
un problema solamente de Thiago y así debería seguir, aunque lo viese
sufrir. Yo quería ir a hablar con su madre, quería saber porque tenía tanto
odio en mi contra si antes me quería, pero las mismas veces que lo quise me
retracte y no llegue a nada. Tal vez tía Renata sufría ya casi ni veía a Adam,
mucho menos a Thiago. Mi familia se construía y la de ella se destruía, todo a
causa de mí.
Algunas noches mientras estaba en el confort de los brazos de Thiago
mirando el pequeño cuerpo de Adam dentro de su cuna pensaba que todo se
solucionaría si me fuera de sus vidas, luego pensaba en que mi vida no sería
completa y que no sabría vivir sin ellos y quedaba en el mismo callejón sin
salida. Esta vez no sería capaz de irme sin mirar atrás, no podría caer en
chantajes o pensar en otros antes que en ellos.
La mudanza estaba programada en su totalidad para el 28 de Diciembre, la
pero nosotros llegaríamos el 31 y pasaríamos el inicio del nuevo año en nuestra
nueva casa. Con el dinero que me dieron por mi departamento compre algunos
muebles, decore la habitación de Adam y un pequeño coche que nos ayudaba a
movilizarnos por la cuidad, ahora vivíamos más lejanos a la casa del resto de
la familia o familiares como Thiago los llamaba asique simplemente lo necesitábamos.
De la boda no habíamos vuelto a hablar, si bien tenía mi anillo de
compromiso el cual lucia con mucho orgullo no teníamos fecha, ni planes, ni
siquiera una posible lista de invitados.
- Amor - me llamo Thiago desde el
despacho del departamento - ¿Puedes venir?
- Voy - respondí a gritos antes
de salir de la cocina y comprobar a Adam que seguía tan tranquilo como lo había
dejado mirando esa película donde un oso y una pantera criaban a un niño, donde
el pequeño le decía papá oso. - ¿Que paso?
- ¿Que hare con tantos libros?
- me pregunto cuando llevaba más de 5 cajas embaladas - Podríamos dejar una de
las habitaciones del segundo piso para tener un pequeño estudio
- Eso quiere decir que solo podremos
tener un hijo más. Por mí no hay problemas - respondí dejándome caer
sobre el sofá
- Siempre podemos buscar otra casa más
grande, dije que por lo bajo quiero tres hijos.
- Quiero creer que has guardado los
más importantes primero, podemos donar algunos a una fundación o llevarlos a la
casa de mis padres y guardarlos en ese lugar.
- Ósea que no estás de acuerdo
con que una habitación la haga mí estudio
- La casa tiene un estudio, Adam aun
no necesita ese espacio hasta que ya vaya al colegio. Puedes usarlo tú
- Pensé que pondríamos la
televisión en ese lugar, con unos sofás muy cómodos y especializados en descanso
- Las familias normales no poseen
una sala de televisión, Thiago aquí tenemos la televisión en el salón,
podemos hacer lo mismo allá.
- No vamos a discutir por esto. ¿Qué hace
Adam?
- Eres tú el que siempre quiere
discutir - me reí - Tu precioso y angelito hijo está viendo una película
en el salón
- ¿Quien dijo que daba que
hacer? Es un sol
- Que sabes tú si pasas
trabajando, ayer tuve que volver a armar el árbol de navidad
- No quise preguntar ayer que había
pasado, pero me di cuenta que las ramas más bajas no tienen esferas
- Las saco mientras ordenaba la
habitación, llego a mi lado y me dijo mamá gol el trato de
patear. - Thiago río - Te dije que no era buena idea comprarle una
pelota
- Yo no fui - alzo más manos - Ian
tuvo la idea
- Ya, cuando lo llevemos de visita a
otros lugares debemos estar pendientes que no haga esas cosas.
- Hablando de eso - camino a mi lado
- ¿Que te parecería si nos libramos de hijos el día sábado y tenemos un día
para nosotros?
- Que estás loco, el sábado saldré a
comprar los regalos que aún faltan y tienes que cuidar a Adam
- Me parece perfecto, entonces luego
nos vamos a comer, paseamos por algún lado y terminamos teniendo una noche de
sexo salvaje y desenfrenado.
- Tú tienes que cuidar a Adam
- No - me beso en los labios - Mi
padre me pidió llevarle al niño el sábado, mañana lo llamo y de digo que
no hay problema así tú y yo podemos hacer todo eso
- ¿Cuándo te llamo?
- Hoy - me beso - Hace un rato. ¿Te
gusta la idea? - me alce de hombros - Es solo si tú quieres
- Bueno, en realidad me gusta la
idea. Claro que si tus padres no tienen problema de quedarse con él hasta el
otro día.
- Llamemos y sabremos de inmediato
- Pero me tendrás que acompañar de
compras, me tendrás que invitar a comer y luego hacerme el amor toda, toda la
noche.
- Emm... - río - Creo que no esta
tan difícil tu petitorio. - me guiño un ojo - Sabré que cumplo, sobre todo
en la cama. ¿Acaso te he quedado mal?
- Déjame pensar - me senté en
su regazo - Creo que eres un experto en hacerme el amor sin despertar a Adam,
nos vendría bien una noche sin niños cerca. Anda y llámalo para
preguntarle si pueden cuidar de él durante la noche.
Sin moverme ni un pelo, espere a que Thiago marcara el número de la casa
de sus padres, primero hablo con Ian, luego su madre. Fue una conversación muy
corta y llena de monosílabos donde le pregunto si tenían algún problema en
cuidar de Adam el día sábado y la noche de este. Al parecer y por la forma en
la que tocaba mi espalda y sonreía le habían dado luz verde.
- Si te parece bien que iremos a
visitarlos el día de Navidad, un momento - Me miro y tapo el
auricular del teléfono - ¿Comida o cena? - me pregunto
- Comida - articule
- Comida, mamá - contesto y
siguió la conversación - Después iremos a la casa de los papas de Renata
que también llamaron para invitarnos a pasar las fiestas con ellos. Pero de
igual manera te digo a ti, pasaremos la nochebuena solos y el año nuevo en
nuestra nueva casa, ya pueden ir de visitas el próximo año.... Aja, haremos una
comida ese día, me gustaría mucho poder contar con ustedes. Dani ya dijo que
si... Así es, pasara el inicio de año con tía Natalia.... No es que
queramos dejarte sola mamá, es solo que ambos hicimos nuestra vida y tenemos
familia. Bueno el próximo año tal vez lo hagamos de otra manera... No mamá, no
te estoy evitando... Ok, nos vemos el sábado cuando les lleve a Adam, si
cambias de opinión me lo haces saber.... Está bien, también te quiero. Adiós
Lo mire mientras resoplaba y lanzaba el móvil al otro lado del sofá y
volvía a buscar mi boca.
- Es tan estresante a veces - me
incito a ponerme de pie - ¿Qué hay de cenar?
- Prepare pastas. ¿Quieres
comer ya?
- Sí, quiero comer y que nos vamos a
la cama. Mi mamá me deja con dolor de cabeza, ahora reclama que con Dani la
dejamos sola para las fechas que son importantes.
- ¿Qué hiciste el año
anterior? - pregunte curiosa mirando por la puerta la ubicación de Adam, que aún
se mantenía en la misma posición
- Me fui con Adam a la playa, no
conteste el móvil hasta que volvimos el tres de enero
- ¿Quieres hacer lo mismo este
año?
- No. - me dio un cachetada en las
nalgas - Quiero estar contigo y Adam en este lugar y al terminar la noche poder
perderme en tu cuerpo y recordar esta navidad por el resto de mi vida.
- Creo que no podrá ser, estaré con
el periodo justo esa noche
- Eso ya lo veremos, no provoques
que te haga el amor en estos momentos Renata. No me gusta que busques escusas
para no estar conmigo. Ya te lo dije si algún día no quieres que te haga el
amor solo dime no y lo entenderé.
- ¿Qué pasaría si fuera yo
la que quiera hacerte el amor en este mismo minuto?
- Te dejaría, ya sabes que no puedo
negarte nada. Vamos a comer y cumple con tu palabra más tarde. - reí -
Hoy podríamos dejar a Adam en su habitación
- Tendrías que cambiar la cuna
- Eso es pan comido - río - Hijo,
hoy duermes en tu habitación - anuncio saliendo tras de mí del estudio.
***
La noche paso como lo habíamos esperado, Adam no duro ni siquiera dos
horas en su habitación. Cada vez que intentábamos retomar donde lo dejábamos
Adam lloraba y nos cortaba la inspiración al final desistimos y lo terminamos
acostando en medio de nosotros, al cabo de media hora ya estaba profundamente
dormido, con su hermosa carita y una de sus manos sujetando mi pijama para
que no le fuéramos a dejar nuevamente en su habitación.
- Mi pequeño - susurro Thiago
tocando su cabecita, ya en la mañana - No sé cómo lo haremos cuando llegue
nuestro nuevo bebé
- Para eso, mi amor - acoté -
Aun falta tiempo
- Adam tiene un año - lo recostó en
su pecho con cuidado - ¿Ya no quieres tener otro hijo conmigo?
- Claro que quiero - me arrime a su
lado - Pero sería ideal esperar un poco más, estamos con muchas cosas aún. No sé qué te
parece si primero vemos la boda - le bese un brazo - Eso lleva tiempo y mucha
dedicación - le guiñe un ojo - Luna de miel y un tiempo para nosotros, aun no
podemos sacar a Adam de la cama y quieres tener otro enano de por medio
- ¿Luna de miel ¡He!? - río
- Si me lo planteas de esa manera claro que me gusta la idea. Después de las
fiestas me gustaría que nos pusiéramos a ver eso.
- Ya lo había pensado, de hecho
tengo un par de datos de banquetera y coctelera. Pasado las fiestas iré viendo
que es lo que me gusta y claro que lo que te gusta a ti.
- ¿Oíste eso hijo? - le
acaricio los cabello - Mamá ya está decidida a casarse con nosotros.
- Amo cuando me das la razón - reí - ¿Tienes
que ir a la oficina?
- Por supuesto
- ¿Comemos juntos?
- Por supuesto
- ¿Pasamos por ti?
- Por supuesto
Salí de la cama dejando a mis dos hombres acostados, me di una
ducha y volví a la habitación, el enano aun seguía durmiendo. Pero ni por
broma lo despertaríamos, ya sabíamos que eso significaría sacar ese mal carácter
que había heredado y mutado en él. Aquella mezcla entre Thiago y yo era
perfecta físicamente, pero con un carácter que tendríamos que aprender a domar
antes de que fuera demasiado tarde, con quince años sería terrible. No quería
que llegado el momento se pareciera a Cota, al igual que ella en su momento tenía
mucho amor, pero no había sabido apreciar. Era un temor que no le había hecho
saber a Thiago, a lo mucho de diría que él no permitiría que Adam fuera
como ella, que nuestro hijo contaría con nosotros y nuestro amor siempre. Pero
Cota también lo había tenido, solo que ni mi padre, ni mucho menos Magda
tuvieron el carácter de frenarla a tiempo.
Durante la mañana y luego de que Thiago se fuera le arme una caja a Adam
y le acerque muchos juguetes, con eso lo mantendría ocupado al menos un par de
horas, de re ojos lo miraba guardar y sacar los juguetes una y otra vez. Guarde
gran parte de los utensilios de cocina, objetos del salón y cosas del cuarto de
Adam. Para cuando mire la hora ya estábamos retrasados para irnos a comer.
- Cariño, ven acá - le llame
mientras yo me encaminaba a la habitación - Ya ni tiempo de darme una ducha.
Adam - lo volví a llamar
Tuve que ir por él y cargarlo hasta la habitación donde previamente
le había dejado su vestimenta, cuando por fin lo tuve listo, perfumado y
peinado (Cosa que sabía que duraría a lo mucho cinco minutos) Me cambie yo y
tome el bolso de Adam y mi bolsa. Bajamos y tomamos un taxi, salir en el coche
solo nos atrasaría más, entre ubicar un estacionamiento y luego nos perderíamos
la oportunidad que nuestro hombre grande nos trajera de vuelta.
Dentro del coche aproveche de llamar a Dani que se había convertido en
casi mi única amiga, o bien la llamaba a ella o la esposa de Nacho el
amigo de Thiago, los veíamos casi una vez por mes y eso era porque Thiago era
el padrino de la pequeña Trinidad.
Llegar a la oficina de Thiago nos llevó un poco de tiempo, todos
conocían a nuestro hijo y le hacían alguna gracia. Nos encontramos con Marcos
en el ascensor y este nos invitó a su despacho, en él estaba su madre
y su hermano pequeño que al ver a Adam le abrazaron con cariño. Tía Naty nos
invitó a su casa, quería saber cómo estábamos con Thiago y sobre todo los
planes a futuro, esperaba también formar parte de la organización de la boda.
- Buenas Tardes Carmen - salude a la
querida secretaria de mi casi marido que no me miro con muy buena cara cuando
bajamos del ascensor. - ¿Thiago está desocupado?
- Buenas Tardes - respondió poniéndose
de pie - Hola pequeño - le estiro los brazos esperando cargarlo, pero Adam se
fue directo a jugar con el montón de revistas que estaban en la mesa al lado
del sofá - Thiago no está en el despacho, me llamo en la mañana para
avisarme
- ¿Así? - pregunte incrédula - ¿Dijo
a qué hora regresaría?
- No vino a la oficina, no vendrá a
la oficina. Fin del asunto
- Eres tan agradable, querida
- Lo sé, lo mismo dice Thiago
mientras hacemos el amor - río - ¡Ups! No debí decir eso.
- Eres una perra mentirosa y estas
muy mal si crees que tomare en cuenta tu comentario
- La verdad no deberías tomarme en
cuenta, si no soy yo es otra. - se alzó de hombros - Ya sabes que Thiago…
- El señor Lackington para ti - le aclaré
- Thiago - reafirmo - Thiago, no está.
Y si no tienes nada más que hacer aquí te pediría que te retires que
algunas si tenemos que trabajar.
- Vamos hijo - me acerque a Adam -
Gracias y avísale a Thiago que vinimos.
- No lo haré, puede que se me
olvide.
Tome a mi hijo y salí echa una furia de la oficina, la muy maldita
había clavado dudas en mi interior. Sabía o quería creer que era mentira, algo
en mi interior me decía que era mentira. Thiago no me engañaría, o tal vez si
para cobrar venganza de lo que yo le había hecho. ¡Dios! Era todo
complicado. ¿Hasta dónde estaría dispuesto en llegar ese hombre para
hacerme pagar?
Volvimos al despacho de Marcos, no me sentía bien, tenía ganas de
llorar, de desaparecer, no lo haría sola, no. Me llevaría a mi hijo conmigo.
- ¿Que paso? - me pregunto
Marcos apenas volví a ingresar dejando los bolsos pesadamente en el sofá - ¿Pelearon?
- Me está engañando, me hizo
venir... - y no pude contener mal las lágrimas
- ¿Quién te engaña? ¿Thiago?
- saco de mis brazos a Adam y se lo tendió a su madre
- Estaremos afuera, vamos David.
- No es necesario - le dije entre lágrimas
y sollozos - Disculpen por entrar así
- Esta bien, hija - me acaricio la
espalda - ¿Necesitas algo?
- No... No... Tengo, tenemos que
irnos.
- Vamos a mi casa, así nos
cuentas que paso
- Espera mamá - le dijo Marcos
- Avisare a Dani y nos vamos. ¿Dónde está Thiago? ¿Te dejo ir así no
más?
- No quiero verlo, agradezco su
ayuda pero ¿Marcos me puedes llevar a casa de mis padres?
- Sí, claro que sí. - tomo el teléfono
y le indico a su secretaria que se comunicara con Daniela y le informara que
tuvo que salir de emergencia, seguida de informarle que le avisara a Thiago o a
su secretaria que yo y Adam estábamos con él