jueves, 30 de enero de 2014

"Algo llamado amor" Cap LII

      - ¿Que haces? - me pregunto sin abrir sus ojos.
      - Te extrañe en mi cama y vine por ti - le dije cogiendo descaradamente su pene entre mis manos por debajo de la tela. - Te necesito mi amor. No quiero que duermas lejos de mi
      - Yo también te necesito Renata. Pero necesito que hables conmigo. - dijo apartando mi mano de su erección - Hasta que eso pase dormiré aquí
      - ¿Que? - grite enojada - ¡No! Te necesito - volví a gritar
      - ¿Puedes bajar la voz? - me pregunto muy calmado cubriéndose con la colcha
      - ¡Vete a la mierda! - le grite - Espero que no te arrepientas de lo que estas haciendo
      - ¿Me estas amenazando? - dijo muy calmado
      - No. Pero luego no te arrepientas -
      - ¿De que? -
      - De rechazarme. Se que estoy fea y no me deseas, pero no necesitas decirme que hable contigo o no dormirás en la habitación. Solo vete de mi casa. Y si quieres de mi vida. -
      - Vamos calmándonos Renata he tenido que soportar tú mal genio, tus cambios de humor, tus llantos sin motivos ¿Y ahora me dices que me valla de tú casa? ¿Que me valla de tu vida? ¿Te haz vuelto loca? -
      - Ya no me amas - le dije conteniendo las lagrimas - Es eso ¿Verdad?
      - ¿Que no te amo? No te parece que estas mal interpretando las cosas. Necesito que hables conmigo. Te pedí que nos fuésemos a vivir a nuestra casa y tú te niegas y luego lloras. No me escuchas, no quieres escuchar. Te amo. Y te amare para siempre. -
      - No, no es verdad -
      - No estas gorda, no estas fea. Estas mas hermosa que nunca, cargas a mi hijo. Tienes a mi hijo dentro de ti. Te amo aun mas por eso. Pero quiero que hables conmigo ¿Por que no te quieres casar?
      - ¿Es eso verdad? Por eso me estas castigando y dejándome -
      - No. Renata por el amor de Dios, si no te quieres casar y me das las razones tal vez las entienda y las acepte. Por que a pesar de eso quiero pasar el resto de mi vida contigo. Me costo volver a estar contigo y de verdad que no quiero volver a vivir la soledad de estar sin ti - me estiro su mano y me llevo hasta su regazo - Dime mi amor, mi vida, mi cielo. ¿Que es lo que tienes?
      - Estoy cansada - le dije entre sollozos - Quiero irme a la cama
      - Ven recuéstate junto a mi - me hizo un espacio a su lado y me cubrió con la colcha - Habla conmigo mi amor, dime que sientes, dime que necesitas. Yo te amo mas que a mi vida.
      - Tengo pánico que pase nuevamente lo de hace meses - solloce - No quiero tener todo listo y que vuelvas a salir huyendo. Moriría
      - Eso no va a pasar mi amor. Estoy contigo. - puso su mano en mi vientre - Estoy con ustedes. Nada nos va a pasar si estamos juntos. Somos una familia mi amor. Tienes que hablar las cosas conmigo, no huir, no llorar ni enojarte -
      - Estoy espantosa, soy una fabrica de lagrimas y de problemas - cubrí mi cara con mis manos, pero Benja las aparto
      - Estas embarazada mi amor. Estas hermosa. Te lo he dicho montones de veces. Ninguna mujer podrá estar ni la mitad de hermosa de lo que estas tú ahora mismo.

Nos besamos en ese momento y en un gran abrazo nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente nuestra conversación quedo olvidada, aun estaba molesta por no querer hacerme el amor esa noche, y las noches que siguieron fueron mas de lo mismo. Me refugie en el trabajo, lo evitaba a toda costa, no quería que me volviera a rechazar.

Una semana después seguía todo igual entre nosotros, lo trataba de provocar, pero nada me resultaba, ya no era atractiva para él. Un hombre no puede aguantarse tanto de tener sexo. Llegué a pensar que de verdad estaba con otra mujer, por eso una mañana lo seguí.

A las nueve de la mañana estaba entrando al edificio donde estaba su agencia publicitaria, no podía entrar sin ponerlo sobre alerta, tal vez de aquí era la mujer. Me quede en el carro hasta medio día, mi hijo reclamaba por comida, así que opte por bajarme e ingresar sorprendiéndolo sumido en su computadora.

      - ¡Hola! - exclame lo mas normal del mundo para no levantar sospecha
      - Mi amor. - me dijo sorprendido. - Que hermosa sorpresa
      - Te vengo a invitar a comer -
      - Dame dos minutos - levanto el teléfono de la oficina - Eva. Me voy a comer con mi mujer, vuelvo en dos horas. Cualquier cosa al móvil. - me sonrió - Listo amor

Salimos de la mano por toda la planta de la agencia presentándome como su mujer a su secretaria Eva Una señora mayor. Imposible que sea ella. Luego a él Publicista y al Diseñador. Nada de que preocuparme.
Fuimos a un tranquilo café cerca de la empresa y comimos sumidos en una amena conversación, como quedaba poco para el nuevo control, tratamos de elegir un nombre apropiado. Pero todos los intentos no nos conformaban. Él no quería que se llamara Benjamín, ni como mi padre ni como él de él. Entonces estábamos en eso. Dos horas mas tarde me dejo en un taxi y el se fue caminando a su agencia. Solo avance dos cuadras y me baje, lo mas rápido que pude llegue a mi coche, para sentarme solo dos minutos y verlo subir a su auto.
Espere que avanzara un poco y luego encendí el mio. Siguiéndolo despacio para no ser sorprendida. Condujo hasta su apartamento, tentada en bajarme para ver que tenia que hacer aquí preferí llamarlo. Al tercer timbre me contesto

      - ¿Todo bien? - me dijo muy cortante
      - Si mi amor. Es solo que se me había olvidado decirte algo - le dije pareciendo normal.
      - A ver dime. - me dijo en seco
      - ¿Estas ocupado? - le pregunte pareciendo intrigada
      - No. Estoy en mi apartamento. - me contesto con la verdad
      - ¿Que haces ahí? -
      - Vine a buscar unos papeles, pero ya voy de salida. - me dijo cuando la puerta del edificio se abrió y el salio - ¿Que tenias que decirme?
      - Ah. Verdad. Te amo mucho -
      - Y yo a ti corazón. Te amo mucho mas. Te veo mas tarde. Tengo una reunión -
      - Te veo en la tarde - confirme

Lance mi celular sobre el asiento del copiloto y espere su nuevo movimiento. Treinta minutos después aparcaba detrás de él en un edificio de oficinas, esperamos a lo menos quince minutos para que bajara una rubia piernas largas tetona y con cara de zorra. Mi sangre hirvió en ese momento. Tentada por bajarme y sacarle los ojos preferí seguir con el plan, para sorprenderlo verdaderamente con las "manos en la masa".
A la maldita zorra la llevo hasta la nueva casa. El portón se cerro conmigo por fuera y me odie por no tener llaves de ese lugar. Estuve mas o menos cuarenta minutos en la incertidumbre esperando que la reja se abriera nuevamente y salieran, pero al contrario de lo que yo quería entro un camión y aproveche de ingresar caminando.
El prado se me hizo eterno, con la barriga de casi siete meses me cansaba mucho mas luego de lo normal. La puerta de entrada estaba abierta y no lo dude dos veces e ingrese. Topan dome en seco con la zorra rubia.

      - Perdón señora pero esto es propiedad privada - me dijo la muy idiota
      - Lo se. No soy una idiota - le gruñí
      - ¿Viene con los de la mudanza? - alzo una ceja ¿mudanza? Benja se viene sin mi? con ella? 
      - Si... digo no... - y en ese momento apareció Benja con cara de mala leche
      - ¿Que haces aquí? - me pregunto en seco
      - ¿La conoces. Benja? - le pregunto la muy sinvergüenza
      - ¿Benja? - pregunte yo
      - Déjanos solo Isamar. - la miro - Por favor
      - Si. No ahí problema. Iré a ver como están dejando todo en la cocina
      - ¿Te mudas? - le pregunte una vez que nos dejo solos - ¿Me dejas y soy la última en saber? ¿Cuando pensabas decírmelo? - le dije furiosa
      - ¿Como sabias que estaba aquí? - me pregunto
      - Llame a la oficina y me lo dijeron -
      - Nadie sabía que venia para acá, ni siquiera mi madre. ¿Me seguiste? ¿Revisaste mi móvil? - me pregunto aun mas furiosa
      - ¿Cuando pensabas decirme que nos dejabas por segunda vez? -
      - ¿Dejarte? -
      - Si. ¿Cuando pensabas decirlo? -
      - Yo no te estoy dejando. - suspiro - ¿Me seguiste?
      - Si. ¡Maldita sea! me estas engañando con esa zorra. - le grite
      - Baja la voz. - me pidió - Yo no te estoy engañando ¿Por que desconfías de mi?
      - Ella te da lo que yo no puedo ¿Verdad? Mejor dicho lo que tu no me dejas - gruñí
      - Deja de irte por ese lado Renata. ¿Te he dado motivos? -
      - Claro que si. -
      - No. No te los he dado. -
      - No me tocas, no quieres hacer el amor conmigo. No pasas tiempo conmigo como antes. ¿Que quieres que piense? -
      - Lo conversaremos en casa. Tengo que terminar de hablar con Isamar y contigo en plan de gruñona celosa... - se callo - Estoy haciendo lo que tú te negaste. Arreglo nuestra casa para venirnos. Quiero que mi hijo llegue a su casa.
      - ¿Porque Benja? ¿Por que me rompes el corazón nuevamente? - le dije al borde de las lagrimas
      - No mi amor. No pienses eso. Te lo explicare. Pero no llores. -
      - ¿Por que me ocultas cosas? -
      - Estoy decorando la casa. Isamar es la decoradora, ella esta a cargo de esto. Solo es eso. Te amo. No lo dudes nunca, quería darte la sorpresa por tu cumpleaños. Al igual que tú lo hiciste conmigo. - me estiro su mano - Ven. Vamos acompáñame y luego te llevo a casa.
      - No. Me voy. -
      - Viniste hasta aquí para saber que es lo que hacia, ahora te quedas para averiguarlo. Luego hablaremos tu y yo acerca de esto.


Me llevo a la rastra hacia la cocina y no soltó mi mano en ningún momento. Escuche como le daba las ordenes a Isamar y los trabajadores acerca de como iban los muebles y en que lugar. Luego en el salón y así por toda la casa, cuando subimos a la habitaciones fue mas de lo mismo. Estar en segundo plano escuchándolo dar ordenes. Una hora después ya estaba cabreada, molesta y aun mas enfadada.

      - Nos vemos en la casa - le dije besando su mejilla.
      - Te llevo al coche - me dijo sujetando mi mano nuevamente. - Isamar vengo enseguida
      - Adelante Benja. - le contesto la muy muy...

Al solo abrir la reja del portón me solté fuertemente de su mano.

      - Mentiroso. - le grite - Eres un maldito mentiroso
      - Para Renata . - me dijo muy calmado.
      - ¿Por que no me habías dicho nada? Y no me salgas con que es una sorpresa -
      - Si te hablo del tema te pones a llorar, si te digo que nos mudemos me gritas que no. -
      - Por que te lo he dicho. ¡Tengo miedooooooooo! -
      - Y yo te dije que te amo y que no los abandonares - me grito. - Vete a la casa. Tengo que terminar de ver algunas cosas aun acá
      - Me voy. Pero no te quiero en mi casa esta noche -
      - Me importa muy poco si lo quieres o no - me dijo el muy descarado - Esta vez aun que no nos hablemos, no nos separaremos. No me iré de vuestro lado nuevamente.
      - Adiós. - me le dije y me subí al coche.

Le di partida y salí de ese lugar lo mas rápido que pude haciendo chillar los neumáticos. No había avanzado ni diez metros cuando pito mi móvil. Conteste con el manos libres

      - ¿Bueno? - dije sin siquiera mirar la pantalla
      - Baja de inmediato la velocidad. - me gruño la voz de Benja - No te pongas en peligro.

Y me corto, no me dejo decir nada mas.

~~~

Seis de la tarde y por fin llego a mi apartamento, me ducho, me cambio de ropa y salgo en dirección a la casa de Renata, espero encontrarla de buen animo para poder conversar, lo que hizo esta tarde no me gusto para nada. Me siguió, me dijo que la engañaba y que la dejaba. No me cabree por lo que dijo por que se lo deje todo a sus hormonas, pero si ya no se lo puedo aguantar mas. Me esta volviendo loco. 

      - Hola mamá. - 
      - Benja sera mejor que te vallas, Renata a estado de humor imposible toda la tarde. - 
      - Lo se. Y me importa muy poco. Tengo que hablar con ella. - 
      - ¿Que paso? - me agarro del brazo antes de que me dirigiera a las escaleras
      - Eso mismo quiero saber yo. - le confesé - Comimos juntos, luego ella se venia hacia acá, yo me fui al departamento a cambiarme y luego a la casa nueva. La estoy decorando. Ella llego allá muy enojada reclamándome de engaños y que la estaba abandonando ¡Dios! La amo pero me supera a veces -
      - Tranquilo - me tomo del hombro - Todo es producto del embarazo, ignórala y hazla sentir amada 
      - Te juro que lo hago madre, lo juro. - 
      - Vayan a comer, a pasar la noche a un hotel, mi amor son una pareja joven, yo también estuve embarazada y tu padre me consintió mucho. 
      - Gracias madre. Iré a verla. - 

Subí las escaleras de dos en dos para llegar mas rápido, tan solo al abrir sin llamar, la encontré desnuda aplicando sus cremas. Se veía tan guapa, tan apetecible, que poco me podía contener de lanzarme sobre ella y hacerle el amor. 

      - Te dije que no vinieras - me gruño. Cerré la puerta y pase el pestillo. - Sal de mi cuarto 
      - Estas preciosa - le dije caminando hacía ella como si fuera a conseguir mi presa - Muy preciosa 
      - ¿Que quieres Benjamín? - 
      - Hacerte el amor todo mi vida - me acerque a ella y toque su barriga. - Esta cada día mas grande mi hijo. Ya quiero que nazca y poder disfrutar de su madre como se lo merece 
      - ¿Porque no te vas? - poniéndose la bata de ducha. - Quiero que salgas y terminar de arreglarme 
      - Bien. Ponte guapa. Hoy tenemos una cita - le guiñe un ojo. 
      - ¡¿Que?! ¡No! - 
      - Si. Ponte muy muy guapa. Iremos a cenar. - 
      - No quiero - se lanzo a la cama - Nada me queda bueno 
      - Veamos - 

Me metí a su armario u comencé a hurgar entre sus cosas, nada de vaqueros, nada de playeras, lo que quería era un vestido donde se viera completamente hermosa y apetecible, pero lo mas importante era que ella se sintiera de esa manera. Encontré el perfecto, lo saque del colgador y se lo dí. 

      - ¿Este? - me pregunto cuando se lo extendí. 
      - Te quedara perfecto. Lo juro. -  
      - Seré una bola blanca, no. Ni loca me pongo ese vestido. - 
      - Si amor. Vamos ponte guapísima para mi. Vayámonos de cena, disfrutemos de nuestro amor. -
      - Aún estoy molesta contigo por ocultarme cosas -
      - Lo se. Pero quiero compensarlo de alguna manera. Mi amor no peleemos mas. Volvamos a ser lo que fuimos. Te amo, me amabas. No dejemos que tus celos rompan esto, tus inseguridades.
      - ¿Aún que este gorda? -
      - Sabes que dentro de tres meses pasara. Volverás a tener tu cuerpo y ademas un niño precioso. - la bese en los labios. - Te dejo para que te arregles.

Salí de habitación y la espere por mas de una hora, busque mi mejor traje para esta noche, necesitaba que todo saliera bien. Ya había hablado con Gabriel para que nos tuviera todo listo en el local. El local para los dos solos. Una hermosa cena romántica. Todo tenia que resultar. Este día tenía que terminar con Renata en mis brazos desnuda y con su anillo en el dedo.

      - Estoy bien así? - me dijo cuando llego al último escalón. - ¿Me veo bien ?

Me quede anonadado con su forma de llevar ese vestido, se veía realmente hermosa.

      - ¿Por que no el blanco? - le pregunte
      - Tan mal me queda este - me pregunto volteando para volver a subir.
      - ¡Hey!. - la llame - Te queda espectacular. Te ves preciosa. Me acabo de enamorar aun mas de ti.
      - Pero si te ves preciosa hija - dijo mi madre saliendo de la cocina. - Ambos lo están
      - Gracias. Me siento muy cómoda con este vestido. - aclaro mi hermosa mujer
      - Me gusta ese escote - le declare estirando mi mano para que llegara mi lado. - Me encanta esa curva. Te hace ver tan sexy - le acaricie su barriga - Ya quiero desnudarte - le susurre al oído.
      - Bien. Quiero su mas hermosa sonrisa. - dijo mi madre sacando su móvil. - Se ven tan guapos. Hacen una hermosa pareja.




      - Ya lo creo. - le dijo Benja tomando mi mano. - Nos vamos.

Una par de besos y abrazos a mi madre, salimos juntos de la mano y mas enamorados que nunca.

      - ¿Que es esto? - me pregunto con las manos en su boca, una vez que ingresamos al local.
      - Una sorpresa - le guiñe un ojo. - No llores amor. - apenas vi asomarse una lagrima
      - Es precioso. Pero... -
      - Solo para nosotros. Tiempo de estar juntos solo los dos. - mira mi vientre. - Bueno los tres. Ya no quiero que nos estemos peleando. No quiero volver a escucharte decir que estas gorda, que estas fea. Mi amor tendrás un bebé. Un hermoso bebé. Siéntete a gusto que Dios te dio la bendición de ser madre.
      - Me siento como una idiota. - le confesé - Me he dedicado a reclamar a pelear contigo y tú lo único que haces es amarme.
      - Y lo hago desde hace mucho. Desde que te vi por primera vez. Desde que te vi en ese hotel. Desde que me besaste la primera vez. Cada cosa que hemos pasado a hecho que te ame aun mas. Renata. - se detuvo y se arrodillo - Mi vida sin ti no tiene sentido. Superemos tus miedos, superemos nuestras diferencias y comencemos desde cero. Bueno de dos en realidad por que tenemos las cosas un poco mas hechas. - Me beso el vientre - Quiero que nuestro hijo nazca dentro de una familia. Quiero que tú estés siempre bajo mi amparo y protección. ¿Quieres ser mi esposa? ¿Quieres volver aceptar casarte conmigo?

Mis ojos se abrieron como platos estaba nuevamente bajo la presión, bajo su atenta mirada, esta vez las circunstancias eran muy distintas, ya no era solo yo. Mi hijo estaba en medio de nuestro amor, y me quedo mirándolo por mucho tiempo pensando que es lo que debo responder, que es lo mejor que puedo hacer. Lo amo. Me ama. Tengo miedo y es atendible

Si o No. Solo dos posibles respuestas