Años antes...
Un año
esperando este viaje, un año que no había parado de pensar en todo lo que
haría. Dejar mi casa por un mes tenía un sabor agridulce por una parte todos
los lugares que podría conocer, todas las personas y lo mas importante chicas
me llenaban a un más de ilusión. Pero dejar a mi familia, a mi madre, a Dani mi
pequeña hermanita con quien éramos muy unidos y mi padre, mi viejo era mi mejor
amigo. Y ahora a mi hermano que crecía en el vientre de mi madre. ¿Quién lo
diría? Con un hijo de 18 añotes una de 15 y se les ocurre seguir haciendo
crecer la familia. Mis padres son únicos. Deberían
estar preparándose mentalmente para tener nietos. Y digo mental porque
Daniela aún es muy chica y yo. Yo solo quiero divertirme. Hacer bien mis
elecciones para luego en algún momento conocer a esa chica de mi vida con quien
formar familia.
Y aquí
estamos con los lagrimones de mamá y de Dani.
- Mi niño promete llamarnos todos los días -
- Si mamá -
- Tía le aseguro que vamos a estar bien y cualquier cosa iremos
donde la señora Victoria -
- Tú abuela estará feliz de verte - se hizo notar papá, dándome
un gran abrazo. - Cuídate pequeño
- Bien nos vamos - dije para terminar con
el espectáculo del aeropuerto al que estaba siendo expuesto
Luego de más
besos y abrazos entramos por fin a la sala de embarque internacional donde
estaban mis otros tres amigos que me iban a seguir en este viaje. Italia,
Francia, España, Alemania, Portugal. Fueron los destinos elegidos, claro que más
tiempo estaríamos en España entre visitar a mi Abu, a Beto, Joe, Mau no les
importo para nada y mucho menos a Nacho quien pasaba mucho tiempo en mi casa,
era uno de mis mejores amigos junto con Marco quien por ser mucho menor que
nosotros no lo dejaron y mi parte egoísta se alegraba que tía Naty allá dicho
"No", hubieran sido muchas cosas las que me hubiera tenido que privar
por andar con un menor de edad. Ya bastante es conmigo y no tener los 21 años
que en algunos lugares piden.
- Bien chicos este es el plan - les dije llamando su atención -
Primero vamos a casa de mi Abu para que cuando mis padres llamen ella les
indique que estamos todos muy bien - les sonreí - Nos quedaremos una semana con
ella en su casa - alzaron las cejas - Si nos vamos a un hotel se nos ira el dinero
mucho antes
- Thiago tiene razón. Debemos hacer durar el dinero - acotó Nacho
- La Abu nos tendrá comida y cobija y nosotros solo debemos llegar en
condiciones a dormir. - se río - Además este es su favorito y no nos delatara
con su padre
- Eso es verdad mi Abu es muy simpática y jamás me ha delatado y
recuerdo que una vez llegue como trapo a su departamento - todos reímos al
recordad en las condiciones que llegue al departamento de mi Abu hace unos
meses atrás luego de la celebración del cumpleaños de Beto, era tanto lo
borracho que estaba que tenía miedo de ser castigado para toda mi vida si mi
padre me veía así. Claro que cuando llame a mamá para contarle ella se dio
cuenta de inmediato y me guardo el secreto. Esa fue la última vez y espero que
nunca más vuelva a pasar
- Continúa - cortó Joe
- Luego nos vamos directo a recorrer, si utilizamos dos y medía
semanas para las 4 ciudades que tenemos en mente podemos volver a España unos
días antes y quedarnos en casa de Abu
- ¿17 días para recorrer? - pregunto Joe - Mi billetera no
resistirá tanto mis padres solo me compraron los boletos, yo trabaje para poder
venir
- Déjate de idioteces que mi padre tampoco me dio su tarjeta de
crédito para venir - reclame - Me dio lo suficiente para no morir de hambre por
eso tenemos que ser ahorrativos y si nos quedamos sin dinero volvemos donde mi
Abu, pero te lo digo Yo no
vuelvo antes de un mes
- Chicos solo disfrutemos - Dijo Nacho - Yo si tengo la tarjeta
de mamá -se río - Hijo único muchachos
No
pudimos evitar reírnos en ese mismo momento de las ocurrencias de Nacho al ser
hijo único no le prohíben nada y siempre le daban en el gusto en todo, nuestro
grupo de amigos a pesar de ser todos de buena posición económica, teníamos
limites, o por lo menos yo.
Mi padre
siempre me dijo que todo en esta vida se ganaba. Que tanto su empresa como la
de mamá eran sacrificios grandes y no por eso yo iba a tener siempre todo.
Tendría que trabajar para ser alguien en esta vida por mí mismo, no hijo de. Y
claro que lo iba a llevar a cabo, mi madre Arquitecta, mi padre Publicista y yo
estaba más para la Arquitectura aunque espero que a mi mamá le parezcan mis
ideas y no sean tan radicales.
La
primera noche en España y el frío era imposible, mala fecha en la que decidimos
invierno, lo más hermoso que veríamos era todo cubierto de blanco.
- ¿Cómo durmió mi príncipe? - dijo cariñosamente mi Abu cuando
ingrese en la cocina donde ella les daba de desayunar a mis amigos
- Muy bien Abu - la abrace y la bese en la mejilla sin importar
las posteriores burlas de mis amigos. Si algo había aprendido de mi padre era
que no importaba el donde y el con quien para hacer las muestras de cariños
para las personas que uno quiere - Feliz de estar contigo unos días
- Me alegro hijo. Me alegro teneros acá a todos. - dejo delante
de mí un plato con huevos con tocino que sabe que me encantan sobre todo si los
prepara ella. Y si mi madre se entera se enojara el resto de su vida, pero mi
Abu cocina mucho más rico - ¿Planes para hoy?
- Un recorrido por la ciudad algunos museos, y en la noche nos
iremos a algún bar - dije quitando importancia, como si en realidad no fuera la
gran cosa
- Mientras sea todo dentro de Barcelona no hay problema hijo.
Pero quiero que cenen todos acá es la única condición que les pongo
- Y nosotros felices Abuela - dijo el muy sinvergüenza de Nacho
abrazando a mi abuela y dándole un beso en la mejilla
- Bueno chicos dejan todo recogido - me beso la cabeza - No
olvides llamar a papá
- Claro que no Abu. - me pare a buscar mi móvil - No quiero la
furia de mi madre sobre mí - me reí
Llegue
corriendo a la habitación para coger mi móvil y mi sorpresa fue mayúscula
cuando encontré 3 conversaciones de WhatsApps sin ver. Marco, Dani, y Andrea.
Me fui directo a lo realmente importante
"Hermanito
ya te extraño. Cuídate muchisisisisisimo."
Como siempre mi querida hermana aproveche de responder de inmediato
"Cuida
mucho a mamá. Te amo enana no hagas problemas"
"Yo
también te amo grandulón y tu disfruta a la Abu y dile que en vacaciones iré a
pasar unos días con ella"
"Prometo
que si mamá no te puede traer lo haré yo mismo. Hablamos más tarde"
"Esperaré
con ansias."
Marco
"¿Todo
bien?”
"De
maravilla hermano"
"¿Cómo
están las chicas?"
"Esta
noche las veremos nos vamos de bar 1313"
"Vicien
disfruta hombre y a que no sabes quién me pregunto por ti"
"Andrea
- Tengo un WhatsApps de ella que no he visto"
"jajajajaja
lo sabía no tardaría en hacerlo esta coladita por ti"
"Todas
lo están”
“Si,
si galancete. Anda dime que dice"
“Te lo
reenvió - ¡Hola! Marco me dio
tu número y me ha dicho que estas de vacaciones bueno solo querían que supieras
que me quede con las ganas de verte. ¿Nos vemos a tu regreso? - Ya sabes
todas están locas"
"Wooow
se lanzó a la piscina sin dolor jajajajaja"
"No
es mi tipo, la veo como una hermana chica"
"Pero
tu hermana chica esta como quiere"
"Ni
se te ocurra acercarte a ella. Que te conozco"
“No.
No tu hermana es como mi hermana"
"Más
te vale. Te dejo que nos espera un gran día"
"Cuídate
Amigo. Nos vemos a tu regreso"
"Nos
vemos"
Andrea
"Hola!
Marco me dio tu número y me ha dicho que estas de vacaciones bueno solo querían
que supieras que me quede con las ganas de verte. ¿Nos vemos a tu
regreso? "
"Andrea
Hola claro que podemos quedar a la vuelta de mi viaje. Cuando pise suelo
Chileno nuevamente serás la primera en saber. Un beso"
No espere una respuesta y desactive todo lo que tuviera que ver con internet, son mis vacaciones y quiero disfrutarlas con los que estamos acá
- ¡Mi vida! - grito eufórica mi madre al otro lado del móvil -
¿Estas bien?
- Si mamita - resople - Solo te llamaba como habíamos quedado
- Me alegras el día. - suspiro - Ya me muero por verte.
- Que no llevo nada fuera de casa - reí - Mami solo te llamaba
para reportarme
- Ya, ya mi vida. Lo se tienes planes -
- Te quiero mami -
- Yo te amo mi vida. Hablamos mañana ¿Vale? -
- Vale - sonreí
- Llama a papá se pondrá feliz de escuchar tu voz -
- Lo haré -
- Cuídate mi vida -
Escuchar
a mi madre igual me provoco emociones extrañas, si, si debo admitir que la echo
de menos pero bueno que le voy a hacer. Aproveche el momento para llamar a mi
padre y hablar casi exactamente lo mismo, me pidió que me cuidara y sobre todo
me dijo que le alegraba escuchar mi voz. Mis padres como los amo.
Y así
pasamos la tarde con los chicos recorriendo la ciudad, se me daba bien lo de
guía turístico. Los lleve a muchos sitios que ellos no conocían, bueno no
conocían nada de Barcelona. Y sin embargo yo a pesar que no vengo muy seguido
conozco muchos lugares, mi padre siempre me llevaba a conocer un nuevo sitio
para que siempre tenerme entretenido cuando veníamos.
Los
chicos estaban alucinados con todos, eran fieles turistas y fotografiaban todo
lo que se moviera y lo que no, lo que les pareciera “bonito” y atractivo. Con
mi celular en mano saque un par de fotos y se las envié a Dani como se lo había
prometido.
El lente
de mi cámara quedo fijo en una mujer que caminaba por el parque en compañía de
un cachorro, era muy guapa su pelo rubio al viento me mantuvo fijo en su vista,
no perdí el tiempo y le tome un par de fotografías
- ¡Hey! Thiago. – grito en mi espalda Joe
y me voltee de inmediato
- ¿Qué? – pregunte desconectado de la
conversación
- Bien, este no escucho nada – se mofo
Nacho – Te decíamos que por la edad tendremos problemas para entrar a cualquier
local
- Lo sé – aparte mi vista de la chica de
piernas largas, guardando mi móvil en el bolsillo de mi pantalón – Pero tengo
un plan B.
- ¿Cuál es el A? – dijo Nacho pasando su
brazo por mis hombros
- Tratar de entrar sin que nos pidan
identificación – se burló Joe
- Así es. – Dije volteando para volver a
ver a esa chica que antes había llamado mi atención – Y el B es… -
- Thiago – me llamo Nacho – Puedes dejar
de mirar a la chica y volver con tus amigos
- ¿Qué chica? – pregunto Joe y Beto al
mismo tiempo
- Esa – apunto Nacho la dirección en la
cual estaba con la vista pegada – Si esta buena pero no es para que te pegues
de esa manera que ni siquiera tiene buen culo
- Ya basta – dije con algo de disgusto ya
que ahora eran mis cuatro amigos quienes se la comían con la mirada – Podemos
seguir en lo que estábamos
- Esta bien buena – dijo Beto – Mujeres
como ella son lo que necesito
-
Sí, sí. – Dije caminando hacia el lado contrario – Seguro que en el local
encontramos mejores y como dijo Nachito con mejores culos como tanto le gustan.
Ahora vamos
- ¿Conoces buenos lugares? –
- No. Nunca he salido a conocer como son
las noches – me reí – Pero mi papá me dio algunos datos
- Grande tío Benja – grito Nacho – Ahora
terminemos la vuelta y vamos a comer a casa para luego salir de fiesta
Los
cinco nos carcajeamos y seguimos con nuestro recorrido camino a casa. Si la
pasábamos muy bien con los chicos, nos reíamos mucho y sobre todo conversábamos
de las cosas que teníamos en común. Estaba claro que tanto Nacho como yo
seguiríamos el mismo camino en la universidad de hecho habíamos postulado a la
misma universidad y ambos quedamos Universidad de Chile, Facultad de Leyes. La
abogacía era lo mío, o por lo menos eso creíamos.
Cuando
horas más tarde llegamos a casa de mi Abu ella nos estaba esperando con la cena
lista, ya en nuestras habitaciones nos comenzamos arreglar para parecer lo más
mayor posible y evitar así que nos pidieran identificación. Una camisa y unos
jean mi elección un tanto casual y como llevaba semanas dejándome crecer un
poco de barba según mi madre a la cual le creo todo, me dijo que parecía un
chico grande.
- Estas muy guapo mi vida – me dijo mi
Abu a penas ingrese a la cocina siendo el primero en estar listo – No puedo
creer lo rápido que pasan los años
- jajajajaja – la abrace – Abu eres muy
aduladora
- Pero si estas guapo mi vida – beso mi
cabeza y se alejó – Eres tal como era tu padre a tu edad. Eres tan igual a mi
Benja
- Pero mejorado – me burle – jajajajaja.
Abu esta noche iremos de fiesta con los chicos, pero llegaremos temprano
- Y te vas a cuidar mucho mi vida. – Me puso
un plato de comida delante de mí en la isla de la cocina – Me muero si te pasa
algo
- Abu tranquila si nada nos va a pasar. –
Rodeo la mesa y el abrazo – Te quiero mucho Abu, eres la mejor de todas
- Soy la única que tienes – se río
-
Yo también quiero un abrazo – dijo Nacho entrando a la cocina
- Ya Nacho. – Le dijo mi Abu – Ven acá
enano
Lo
abrazo con mucho cariño y nos pusimos a comer todos juntos, la comida resulto
ser de lo más entretenida, llena de risas y malos chistes de Beto.
A
las 9 de la noche ya estábamos listos y dispuestos para salir de fiesta,
nuestra primera parada fue todo un fracaso el gorila que custodiaba la entrada,
le pidió la identificación a Mau y luego de verla nos hizo retirar a los cinco.
Caminamos
lejos de ese primer local para evitar haber sido vistos por otros guardias,
pero como era de esperar en el segundo local ni siquiera alcanzamos a entrar
dos pasos cuando nos pidieron identificación y como era de esperar, sentados
fuera.
Y
así nos pasó por lo menos en cinco locales, cuando nos disponíamos a marcharnos
y nos resignábamos a beber en casa, un callejón con varios letreros luminosos
llamaron nuestra atención.
- El último – dijo Beto ya enojado por la
situación
Todos
asentimos con la cabeza y caminamos hacia la dirección. Black&Green fue el
local donde nos arriesgamos por última vez. El letrero brillante nos daba la
última esperanza, de verdad que ya era la última. El guardia de la entrada
estaba tomando la identificación de un grupo de a lo menos 8 chicas que estaban
delante de nosotros. La cara de los chicos era un poema, de verdad se las
comían con la mirada, no era que yo no lo hiciera pero por lo menos trataba de
disimularlo un poco, ellos nada. Una de las chicas se dio cuenta y nos guiño un
ojo y nos hizo señas para acercarnos a ellas.
- Somos ocho mujeres y cinco hombres – Índico
la rubia que nos había llamado. – Ya ha revisado cuatro identificaciones y ha
comprobado que somos adultas y responsables. Ahora podemos ingresar o bien nos
vamos a otro local donde no nos pongan tantas trabas
Esta rubia sí que tiene carácter – Pensé.
- Señorita Dubó – dijo el gorila de voz
ronca – Ya pueden ingresar. Su reservado está en la parte trasera lista
esperando por ustedes.
- Gracias – Dijo la rubia y nos
encaminamos detrás de ellas hacia el interior del local. Una vez dentro la
cantidad de gente era mucha comparada con el tamaño del local, mucha gente
dentro de la pista de baile al fondo y en altura se podía apreciar lo que según
yo eran las cabinas de vidrios tintados más oscuros para mantener la privacidad
dentro. La rubia se volteo llegando a la altura de la barra y nos guiño un ojo,
avanzo son sus amigas y nosotros nos quedamos en la barra.
- ¿Qué mierda fue eso? – grito sobre la
música Beto
- Ese bombón nos ayudó a entrar y se fue
así como si nada –
- ¿Bombón? – Se carcajeo Mau – Diosa
- Bajen a sus hormonas – bromeo Nacho -
¿Chupitos?
Al
chico de la barra le pedimos la primera ronda doble de chupitos, cuando estos
estuvieron frente a nosotros los cinco al mismo tiempo lo bebimos todo, hasta
dejar el vaso boca abajo sin derramar una sola gota. Y así mismo paso con el
segundo y el tercero, cuando nos armamos del valor suficiente para sacar a
alguien a bailar nos fuimos a la pista donde había un grupo de tres chicas.
Beto
y Mau que eran los más tímidos de los cinco fueron los primeros en conseguir
una chica y quedamos de juntarnos en la barra luego de un par de canciones, además
de poner como regla que ninguno podía irse con nadie. Llegamos cinco y nos
íbamos cinco. Esa regla estaría fija los días que estuviéramos en Barcelona
hospedándonos en la casa de mi Abu.
Nacho,
Joe y yo seguimos caminando hasta visualizar al grupo de chicas antes vistas.
Nacho con toda la espontaneidad que lo caracterizaba se acercó más de lo
permitido hacia la más pequeña de cabellos oscuros y le hablo en el oído. Luego
de unos momentos ella les hizo señas a sus amigas quienes caminaron hacia
nuestro lado. No tuvimos posibilidades de elegir con cual queríamos bailar por
que fueron ellas quienes decidieron.
La
chica con la que me toco era de la misma estatura que yo, de cabellos de un
color chocolate, y unos ojos verdes penetrantes, era hermosa no lo podía negar.
Sus labios me incitaban a besarla aunque fuera muy pronto.
- ¿Y tú cuántos años tienes? – me dijo
luego de un rato de bailar en silencio pegándose mucho a mi pecho
- Los suficientes para entrar en este
lugar ¿No crees? – le respondí pasando mi brazo por su cintura para atraerla más
a mí, si pensaba entablar una conversación era mejor que lo hiciera cerca para
poder escucharla claramente
- No. Creo que no tienes edad de estar
aquí, pero por tu acento deduzco que no eres español –
- Acertaste – susurre en su oído
- ¿Y tienes nombre? – Asentí - ¿Me lo
dirás?
- T… - cuando estaba por decirle mi
nombre decidí jugar un poco – Rafael
- Mucho gusto Rafa – se alejó y me
deposito un beso en la mejilla – ¿Puedo decirte así? Soy Karla
- Puedes decirme como quieras, preciosa –
- ¿Me invitas un trago? –
- ¿Bailamos? – le dije desviando su
atención.
Estaba
claro el tipo de mujer que era, o por lo menos en los locales que yo
frecuentaba en mi país era así el juego, coqueteas un poco solo para conseguir
un par de tragos gratis y luego irte donde tus amigas a seguir bailando y
pasándolo bien. Bailamos un par de canciones más y al darse cuenta que de mí no
iba a conseguir precisamente eso. Me dijo que iba a ir al baño. Le toque el
hombro a Nacho y le apunte la barra que era donde me iba a dirigir mientras
buscaba alguna chica que de verdad me llamara la atención y que no tratara de
conseguir alcohol gratis.
Paso más de una hora donde ninguno de mis amigos llego a mi lado, estaba claro que lo estaban pasando muy bien. Camine hacía los baños con la esperanza de encontrar otro ángulo de donde poder mirar mejor la pista de baile.
Cuando
la vi, estaba seguro que era la misma chica que esta tarde había llamado mi
atención en el parque, para asegurarme en un acto reflejo sin apartar mi vista
de ella saque mi móvil y revise la galería fotográfica, solo para confirmar, porque
ese cabello dorado y esas piernas no las podía olvidar tan fácil.
Pequeño Lackington estas de suerte – me dije a mi
mismo cuando confirme mis sospechas, me quede por un prolongado tiempo mirando
que nadie llegara a su lado. Y como nadie lo hizo decidí entrar en acción.
Camine
con paso seguro a su lado y poco antes de llegar a su lado vi a la chica con la
que había estado bailando, acercarse a ella y decirle algo en el oído. Mi Ángel
rubio agacho la cabeza y bebió todo lo que contenía su vaso, caminando a paso
seguro hasta mí.
Cuando
paso por mi lado, me dedico medía sonrisa y paso en dirección a los baños.
- ¡Hey! – dijeron a mi lado. Era Beto que
venía con un chupito en las manos. Se lo quite sin pronunciar palabra, le
golpee el hombro en modo de agradecimiento y camine hasta la puerta del baño de
mujeres.
Beto
me sonrío e ingreso al baño de varones al final del pasillo, la chica rubia a
la cual esperaba pacientemente se tardaba más de la cuenta, y llegue a pensar
que tal vez no había ingresado o simplemente me lo imagine.
- ¿Qué haces parado aquí? – me
interrumpió Beto
- Sigue tu camino y déjame en lo que
estoy –
- La chica con la que estoy tiene una
amiga que te puede interesar – me alzo las cejas – Vamos y disfruta la noche
- Anda adelantándote voy en un minuto –
le guiñe un ojo
- Vale – resoplo y se fue
Tiene que haber sido mi imaginación – me dije
pasado quince minutos o más. Ya casi no tenía efecto alguno de los chupitos que
me había bebido, cuando la puerta del baño se abrió y la vi salir. Esta vez
traía su cabello recogido en una cola de caballo. Como ya no quería perder mi
tiempo me acerque a ella sin pensarlo dos veces
- Hola – le dije acercándome por su
espalda en medio del pasillo
- Hola – respondió sin voltearse
- ¿Bailamos? – pregunte arriesgándome
rápidamente. Me volteo a mirar y me dio medía sonrisa con sus perfectos dientes
blancos que fácilmente podían iluminar este local completo.
- ¿Qué tal si me invitas un trago
primero? – pregunto guiñándome un ojo.
- Bien – le dije posando mi mano en su
espalda para guiarla hacia la barra.
En
el más completo silencio ambos nos bebimos nuestro chupito lentamente, ninguno
de los dos decía nada. Yo estaba demasiado nervioso como para preguntarle algo
y ella solo me sonreía
- ¿No me vas a preguntar mi nombre? –
dijo cuando termino de beber. Asentí con la cabeza – Bueno creo que es mejor
que no lo sepas
- ¿Por qué? – pregunte atónito ante sus
palabras, no me quería dar su nombre – Yo soy T… Rafael – dije al final el
mismo nombre que le había dado a su amiga hace un rato atrás
- Eso no importa
Dicho
eso se acercó hacia mí y sin más me beso, por unos segundos no lo correspondí porque
estaba completamente en shock no era que no me gustara el sabor de sus labios o
que no pensara hacer lo mismo, pero me gustaba dar a mi ese paso.
Cuando
volví a mí, y mis labios se dignaron a corresponder le devolví el beso con la
misma intensidad que ella me besaba a mí, mi lengua invadió su boca y no le di
tiempo de pensar las cosas. Separo sus labios de los míos y me llevo al medio
de la pista de baile.
Por
lo que fue algo así como una hora bailamos y nos besamos, sin importarnos el
resto de la gente que nos pudiera estar mirando, no hablábamos solo actuábamos.
El
ritmo de la música comenzó a cambiar esta vez era más lento, y la pegue aún más
a mí. Mientras seguíamos besándonos a corte de la canción.
- vámonos de aquí – me dijo entre besos.
No
lo pensé dos veces y la tome de la mano. No sin antes pasar por el lado de
Nacho y detenerme un momento para informarle que me iba con la chica, protesto
y me reclamo acerca de nuestro acuerdo de llegar juntos, poco me importaba en
ese momento si llegaba o no a dormir a casa.
- Cúbreme – le pedí antes de dejarlo
solo.
Salimos
del local tomados de la mano sin decir ni una sola palabra, como no tenía coche
ni mucho menos un departamento donde llevarla decidí hablar.
- ¿Te importa si vamos a un hotel? –
pregunte parándome frente a ella y besándola con pasión desmedida
- No. – susurro contra mis labios, atacando
mis labios con desesperación.
- Vamos entonces –
Dicha
esas palabras mágicas caminamos un par de cuadras hasta el primer hotel que
encontramos en el camino, no nos paramos a mirar si era lindo o feo, o si
estaba bien acondicionado o no. Íbamos a lo que íbamos.
Una
vez en el ascensor no parábamos de besarnos y meternos manos por todos lados,
ninguno de los dos decía nada solo actuábamos. Nos dejamos llevar por el
momento.
Antes
de entrar a la puerta de la habitación ya tenía al Ángel rubio con sus piernas
amarradas a mi cintura devorando mi boca con lujuria.
- Necesito que bajes las piernas para
poder abrir – le dije separando mi boca de la de ella. Acto seguido ella saco
su mano de mi cabello, me quito las llaves sin separarse. Abrió la puerta y no
necesitamos más.
Cerré
la puerta empujándola a ella contra la puerta lleve una de mis manos a sus
piernas y subí hasta toparme con su culo, el que acaricie y moldee a mi antojo
mientras ella abría la boca para jadear.
Tuvimos
sexo desenfrenado, apasionado y lleno de lujuria por toda la habitación,
comenzamos detrás la puerta, seguimos por la cama, para terminar dentro de la
ducha, hasta que el cansancio pudo más que nuestras ganas y nos dormimos
desnudos en la cama.
Las
palabras que cruzamos fueron solo las necesarias, para todo lo demás nos
dejamos llevar por el alcohol y la pasión.
Sin
siquiera abrir mis ojos, recordé todo lo sucedido la noche anterior, esperaba
abrir mis ojos solo para llevarme la imagen de aquella chica de la cual no
sabía el nombre desnuda a mi lado lista para un nuevo asalto de sexo. Solo de
pensar lo que pasaría mi miembro se hizo presente y se comenzó a despertar sin
mayor necesidad, moví mi brazo para buscar su calor.
De
un sobre salto me senté en la cama, ya que no estaba a mi lado. Su lugar estaba
frio, no había rastro ni siquiera de su ropa. Ella no estaba.
Camine
hacia el baño lleno de frustración y confusión, en mi mente estaban todas las
imágenes pero tal vez las había soñado. No. Estaba claro que no lo había hecho porque
estaba en un hotel.
- ¡Mierda! – Exclame cuando volví a la
realidad, abrí la puerta del baño y mire al espejo. Con labial rojo había algo
escrito.
“Rafael. Fuiste
maravilloso toda la noche, no la olvidare
NUNCA en mi
vida.”
Estaba
claro que yo tampoco la podría olvidar tan fácilmente pero… ¿Dónde se había
metido?
Pasada
las once de la mañana abría la puerta de la casa de Abu al otro extremo de
Barcelona, no había bulla alguna por lo que me imagine que los chicos seguían
durmiendo. Camine hasta la cocina donde me encontré con la cara de culo de
Nacho.
- Ya era hora – me dijo tan solo mirarme
la cara – La Abu no se dio cuenta, lo que es bueno. Pero fue una mierda hacer
que no ingresara a tu habitación y se diera cuenta que no estabas.
- Gracias. Valió la pena – le guiñe un
ojo - ¿Dónde está ahora?
- Pues no está. Cuenta todo y no te
ahorres los detalles –
Esperamos
a que bajara el resto de los chicos y así contar la historia una sola vez,
mientras relataba como se dieron las cosas, el nombre falso que le di, pero
sobre todo la coincidencia de que era la misma chica que había estado mirando
en el parque ni ellos la podían creer.
La
intimidad la deje solo para nosotros no les conté nuestra desenfrenada noche de
sexo, solo que me la cogí y que lo volvería a hacer si la veía.
Decidimos
pasar ese día en la piscina techada que había en la casa, así descansar porque
estábamos con toda la intención de volver al local. A todos nos había ido bien
con las conquistas pero yo había sido el único que había terminado en la cama
con alguien estaba claro que esta noche ellos esperaban conseguirlo y yo lo
único que pensaba era volverla a ver.
Esa
noche volvimos al local pero ella no estaba, no estaban sus amigas, no había
rastro. Un pensamiento de decepción se cruzó por mi mente pero lo aleje
rápidamente cuando una chica de pelo rojo se acercó a mi lado y nos pusimos a
conversar resulto ser muy simpática y risueña su nombre esta vez sí me lo
sabía. Florencia, luego de un par de tragos y buena conversación nos dedicamos
a bailar e incluso intercambiamos números de teléfono. Nos caímos muy bien y quién
sabe si a largo plazo podíamos ser buenos amigos. Resultaba que nuestras cosas
en común eran varias ella también era de leyes, pero se quería especializar en
la política, tema que yo encontraba demasiado aburrido, y no era que lo mío
fuera más entretenido, pero yo quería leyes financieras y/o lo que me ayudara
para llevar los temas legales de las empresas de la familia. Tanto en el ámbito
Publicitario como el la Arquitectura. Había que seguir con el trabajo del padre
de mamá y el trabajo de mi propio padre. Aun que estaba claro que Dani era la
creativa y se inclinaba por seguir con algo de la rama de la publicidad.
Y
el resto de los días fueron pasando, nos dirigimos a nuestro primer destino. En
Italia estuvimos cerca de ocho días recorriendo por todos y cada uno de los
rincones, nos dedicamos a ir a los centros turísticos a los puntos de interés y
por nada del mundo acercarnos a las discotecas o bares, eso solo nos desenfocaría
de nuestro objetivo.
Las
Alemanas nos dejaron con la boca abierta, eran chicas muy guapas de cara pero
de cuerpo… Nada. Solo estuvimos seis días ya que todo era muy caro y en Múnich
donde fuimos a la fiesta de la cerveza fuerte, denominada Starkbierfest, debo
reconocer que poco recuerdo cómo llegamos al hotel y cuantos llegamos
verdaderamente, solo sé que al otro día de ir a ese lugar desperté en el suelo
al lado de la ventana con una rosa en la mano.
Nacho
despertó dentro de la tina de la habitación de Beto y Mau. El único con suerte
fue Joe que despertó con una rubia con silicona hasta en las orejas, pero según
él se movía como las diosas. Eso solo verdaderamente lo sabe el.
Francia
y Portugal fueron más de lo mismo, largos días de caminatas, noches de alcohol
sin control en tanto en el hotel como fuera. Poco más recuerdo de aquellas
noches terminábamos tan borrachos que al otro día estábamos tanto tiempo
acostados tratando de pasar la resaca que nos olvidábamos de tours o caminatas.
Por
eso cuando decidimos que ya era tiempo de volver a España específicamente a
Barcelona y nuestras financias estaban aún estables decidimos irnos a un Hotel,
para poder disfrutar de un par de noches, las últimas noches de sexo desenfreno
antes de volver.
Todos
los días y como era sagrado yo hablaba con mamá o con Dani, rara vez con papá.
Enviaba fotografías también constantemente, y ellos estaban seguros que
nosotros estábamos bien que en parte era verdad.
- Bien ya nos quedan solo tres noches
antes de volver donde tu Abu. – dijo Beto en la mesa del comedor del Hotel
donde nos encontrábamos comiendo.
- Yo digo que estas tres noches de
hombres solteros cogemos como si el mundo se fuera acabar y luego aquí nada ha
pasado – dijo Nacho haciéndonos reír a todos. – Pero la condición será que nos
traemos a las chicas al Hotel y así nos mantenemos juntos y seguros
- La seguridad ante todo - se burló Beto – Pero me parece el plan
perfecto
- Hagámoslo – dijeron al mismo tiempo Mau
y Joe
Solo
eran tres noches y luego todo se reduciría a tres días más donde mi Abu y fin
de las vacaciones, volver a la realidad y a nuestras rutinas, a nuestra nueva
vida como chicos universitarios.
Ese
fue el trato y las dos primeras noches cogí con dos chicas distintas, hice
cosas que jamás pensé, cuando la morena que no recuerdo ni como se llamaba me
pidió que la penetrara por el culo, yo me puso nervioso, se supone que tendría
que haber sido yo quien lo pidiera o solo lo hiciera no ella. Pero del nervio a
la excitación ahí un solo paso, y termine accediendo a sus caprichos y
resultaron ser muy muy muy placenteros también para mí.
Nuestra última noche y el destino fue Black&Green durante todos los días pasados no había pensado en el Ángel rubio hasta que la divise nuevamente en aquel pasillo, sin decirle ni media palabra a los chicos corrí hasta donde estaba, cuando nuestros ojos se conectaron no necesitamos más palabras, no necesitamos decirnos nada y como si fuera una necesidad ambos nos acercamos y simplemente nos besamos, nos besamos en frente de todos. Mi lengua entro con desesperación a su boca, como si mi vida dependiera de eso. Ella correspondió a mi beso y un gemido salió por su boca y lo capture con otro beso.
-
Te estaba esperando – dijo Ángel – Vámonos de aquí
Tan
solo escuchar esas palabras fue como si un chip que antes no sabía que tenía se
activara en mí, y la cogí de la mano y la saque del local, sin siquiera decirle
una palabra pare un taxi y le indique la dirección del Hotel.
- ¿Por qué no el mismo Hotel? – susurro
en mi oído
- Quiero variar – le indique y ella me
alzo una ceja en modo de pregunta – Me hospedo en ese
- Ya – me dijo besando mi cuello – La
otra noche fui al bar esperando verte ahí y no estabas
- Yo esperaba verte al despertar el otro
día y tú tampoco estabas –
- Me tuve que ir –
- Yo también –
- Rafael yo… -
- No. No digas nada. –
Llegamos
al hotel poco después de las diez de la noche en el camine le pregunte si acaso
había cenado y ella me dijo que no, aproveche de pedir en recepción una cena
para dos y una botella de vino.
Cuando
entramos a mi habitación no estaba la desesperación de la vez anterior no nos
lanzamos el uno sobre el otro, no teníamos prisa. El silencio era algo que no
me gustaba, pero con ella con Ángel todo era distinto, con ella podían pasar
horas sin hablarnos y de solo tenerla a mi lado y poder sentirla ya me sentía
completo.
- La cena ya llego – dije poniéndome de
pie y abriendo para ingresaran el carrito con comida, nos acomodamos sobre la
cama a comer mirando un programa de televisión que ella había elegido, era una
película. Como era muy poca la atención que le prestaba lo único que sabía era
que al hombre que ahí salía manejando una moto le decían “hache” ella estaba
sumamente concentrada en la televisión y yo disfrutaba de ver su perfil y
escuchar su respiración. Una vez acabado los platos le llene nuevamente la copa
de vino y fue cuando apago la televisión y dejo la copa sobre la mesita de
noche.
- No vine hasta aquí a ver tres metros
sobre el cielo contigo – me beso – vine a que me lleves a tres metros sobre el
cielo
Esas
palabras mágicas me llevaron directo a la erección, lentamente me abalance
sobre ella y la recosté en la cama. Le bese cada centímetro de su cuerpo, esta
noche a diferencia de la anterior le hice el amor. Por primera vez en mi vida,
le hice el amor a una mujer.
Cuando
desperté a la mañana siguiente su tibio cuerpo estaba pegado al mío, la abrace
como si temiera perderla, pero esa era la última noche que podía pasar con
ella. La desperté a besos, con caricias y deseando que ese momento durara para
siempre.
El
momento de la despedida había llegado, ella tenía que tomar su vida y yo mi
viaje. La bese por última vez afuera del ascensor donde la vi desaparecer de mi
vida nuevamente. Estaba claro que ese Ángel rubio ocultaba cosas, durante el
desayuno y la ducha la torture con caricias y besos para que me dijera su
nombre y no conseguí nada, solo me dio nombres falsos, pero de que me puedo
quejar si yo hice lo mismo con ella. Aún más se negó a darme su número de
teléfono. Mi aventura se daba por terminada y un sentimiento extraño se puso en
mi pecho, estaba convencido de que nada volvería a ser como antes y tan solo
tengo 18 años.
Los
siguientes días que estuve en Barcelona, volví al parque, volví al bar donde la
conocí y no había rastro de ella, le pregunte incluso a los guardias del local
que tal vez podían saber su nombre. Solo me dijeron que estos últimas semanas
habían tenido más gente que de costumbre debido a que la futura esposa del
dueño estaba frecuentando el local más a menudo con diferentes grupos de amigas
y que era imposible aprenderse tantos nombres. No volví a insistir. Cuando
tomamos el avión rumbo a Chile mire por última vez esa ciudad mágica donde
dejaba a mi Ángel anhelando volver a verla. Esperaba que el destino o los
dioses nos volvieran a juntar. Que volviéramos a coincidir en algún lugar.
- Bien nos llevamos bueno recuerdos de
estas vacaciones. – dijo Nacho sacándome de mis pensamientos, dejando de un
lado a mi Ángel – Creo que el próximo año podríamos repetir, buscar nuevos
países y coger como lo hemos hecho en este.
- Nacho. – Dije cortándole el rollo –
Anda, que con esto dejamos atrás nuestra adolescencia y nos volvemos
responsables, quiero terminar mi carrera en los años estipulados.
- Que lo haremos pero eso no quiere decir
que no nos podamos divertir – dijo mi compañero de asiento – Desde cuando
Thiago se volvió tan aburrido, si parece que adquirió más años durante este
mes.
- Déjalo en paz, fue el único que se
acostó más de una vez con la misma chica y eso debe ser por algo. – Acoto Beto
dándole un golpe en la cabeza a Nacho - ¿Estas bien? – pregunto dirigiéndose a
mi
- Claro que sí. – Le dije forzando una
sonrisa – Solo pensaba en… Ya que va, quiero llegar a casa y abrazar a mi madre
- jajajajajajaja – río Nacho – Pero si
hablaste con ella todos los días.
- ¿Y? – alce una ceja
- Corta el cordón que a ese ritmo
llegaras soltero a los cuarenta – volvió a reír
- Que a ti tus padres no te hayan llamado
ni una sola vez no quiere decir que tengas que molestar a Thiago. – Me ayudo
Joe – Yo también quiero abrazar a mi madre, la diferencia que la muy muy debe
estar cogiendo con algún amiguito de ella
- Es que tu madre es muy caliente – dijo
Nacho – Yo también me la cogería si pudiera
- Ya basta – le dije – No te pases Nacho.
- Señores pasajeros estamos a minutos de
despegar, por favor abrocharse los cinturones –