- ¿Como pasaste la noche? - Pregunto fingiendo como si nada hubiera pasado.
- ¿Como? - Le dije incrédula ante sus palabras. - ¿A que juegas?
- Fue solo una pregunta "Nata", no tienes que estar a la defensiva todo el tiempo. -
- No estoy en ninguna maldita defensiva, tú eres el que hace cosas que no debe y ahora, y ahora -
- ¿Y ahora que "Nata" -
- ¡Vete a la mierda! - Le dije parándome para entrar en la cocina a tomar un poco de agua y poder respirar.
En eso sentí unos pasos pensando que era Benjamín, y si se me acercaba mas de la cuenta le lanzaba agua en la cara.
- Te dije que no lo hablaras, esta insoportable, anda saber tú que paso anoche, pero llego hoy con ese humor del demonio. - Dijo Carol poniendo su mano en mi hombro.
- Es un idiota, ¡Que maldita culpa tengo yo! - Le grite a Carol para que él escuchara. - ¿Y Gabriel?
- Hum, es difícil de decir. - Dijo Carol sonando angustiada.
- ¿Que pasa? - Le pregunte, sus palabras me ponían un poco nerviosa.
- Mariano esta aquí -
- Lo que me faltaba - Dije sentándome en un taburete - Es lo último que me faltaba.
- Es complicado, esta vez no vino por ti -
- ¿A no? - Levante una ceja
- No le digas a Benjamín que sabes, no he querido decírselo, pero esta vez es distinto -
- Suéltala Carol, ¿Que hace Mariano acá? ¿Y por que Gabriel esta con él? - En ese momento apareció Benja, con la pequeña en brazos, su cara de pocos amigos se acentuó en ese momento, la sola idea de saber que Mariano estaba acá lo ponía aun mas de mal genio.
- ¿Cuando pensabas decírmelo? - Le pregunto a Carol entregándole a la niña - Maldita sea Carol, como me pueden ocultar esas cosas.
- Llego anoche, tú no estabas y hoy te haz encerrado ¿Como querías que te lo dijera? -
- Buscando la manera. Renata no es necesario que hables con él si no quieres, yo estaré contigo en cada momento -
- No te necesito a mi lado, para decirle que no - Le espete.
- Su madre esta enferma, tenemos que adelantar el viaje al sur, Renata se que te complica estar con él pero es un momento difícil, nos necesita. -
- Lo se, lo se. Necesito saber donde ubicarlo - Le dije a Carol poniéndome de pie
A pesar de lo que me hizo no podía mezclar las cosas, su madre era lo único que tenia, ella conmigo fue buena después que Doña Ester me echara de la hacienda, no podía dejarlo solo en estos momentos, se lo que se siente perder a alguien y estar sola. Maldita sea. Las lagrimas por verle solo y triste picaban mis ojos, la cara de Benjamín era indescriptible.
- No lo iras a ver, ¿Te has vuelto loca? - Me dice Benjamín.
- Tú no me lo impedirás. Lo veré aun que le moleste al mundo. - Le dije y mirando a Carol - Por favor, donde lo ubico.
- Llama a Gabriel esta con el en estos momentos - Dice Carol muy calmada.
- Ni se te ocurra Renata - Me dice Benjamín.
- No te metas en esto, de verdad te lo digo. - Le dije
- Ya te dije que no, por que no me haces caso alguna vez. - Dijo Benjamín acercándose a mi
- Por que tendría que hacerlo, no sabes nada acerca de mi. - Su cercanía me ponía nerviosa pero él no tenia nada que opinar en este asunto. Era algo mas allá de la relación que había tenido con Mariano.
- Preciosa. Por favor. No lo hagas, yo te llevare a verlo, no lo hagas sola. Necesito estar contigo en ese momento para saber que estarás bien. - Dijo cruzando sus brazos por mi cintura y colocando su cabeza en mi hombro.
Los ojos de Carol eran cada vez mas grandes al ver el acercamiento que tenia Benja conmigo. No pude evitar respirar con dificultad y recordar todo lo ocurrido ayer y hoy en la mañana, estuvimos a punto de hacer el amor 3 veces.
- Creo que voy a ir a cambiar a Renata y los acompaño. - Dijo Carol y salio de la cocina.
- Por que haces esto? - Le susurre a Benjamín - Por que me tocas de esta manera estando Carol presente.
- Somos adultos Renata, son cosas que hacen los adultos cuando sienten atracción por el otro, nada es anormal en esto. Si lo necesitas ver, yo iré contigo, estaré a tu lado, te acurrucare esta noche como lo hice ayer. Pero no te dejare sola si es importante para ti. -
- No te necesito a mi lado, siempre he hecho las cosas solas. -
- Ahora me tienes a mí, como amigo, como amante, como lo que quieras, no estarás sola nunca mas - Dijo eso y me beso el cuello. - Estoy aquí para ti.
Me voltee para encontrar su boca y besarle con dulzura sin importar quien pudiera entrar, sin darme cuenta que el mundo seguía girando al rededor de nosotros en ese momento, ese beso tenia muchos significados.
- Estamos - Dijo Carol y se detuvo al vernos besarnos con tanta pasión - Perdón continúen no se detengan por mi, los espero abajo. - Dijo y salio de la cocina. y escuchamos la carcajada que soltó
- Vamos. - Me tomo de la mano y nos encaminamos a seguir a Carol que estaba esperando el ascensor y al vernos tomados de la mano nos regalo una sonrisa, y no pude evitar sonrojarme.
Una vez arriba del coche Carol me indico la dirección del hospital y me fue contando lo que ella sabía, estaba grave. Hace algunos años le habían encontrado Hepatitis tipo B y ella dijo que se había estado tratando cosa que ahora al parecer era mentira. Ya los médicos no podían hacer mas por ella, esperaban a que llegara Mariano para saber que pasos seguir. Por lo que Carol nos dijo en el auto que lo que Mariano le había comentado a Gabriel era que le la quería llevar a pasar sus últimos días al campo.
Decidí prender el radio ya que tanta información antes de tiempo me tenia muy nerviosa. Los acordes de Mana nos dieron la bienvenida. La canción no podía ser menos apropiada. Como te deseo. De reojos mire a Benjamín quien le prestaba mucha atención a la letra.
"...Me prendes tanto, soy un lobo hambriento y la luna suelta el llanto, en mis pupilas entras desnuda, siento que me ahogo en tu sudor. Te deseo más... Te deseo más Te deseo..."
Cuando trato de cambiar la emisora toma mi mano para evitar que lo haga y me sonríe, esperamos a que termine la canción y la que sigue yo no la conozco y por la cara de Benjamín puedo ver que si. Le da un poco mas de volumen y Carol suspira atrás. (http://www.youtube.com/watch?v=tPfeEYUgbgc) La voz del cantante se me hace familiar pero no recuerdo su nombre, miro por el espejo retrovisor a Carol quien levanta las cejas y yo niego con la cabeza.
Comienzo a beber la letra de la canción.
"...Juré que no iba a verte, mucho menos a enloquecerme, pero no sé... Que has hecho en mi, es tu veneno que lentamente, se apodera de mis deseos y me ahogan todos tus besos, no puedo hablar solo sentir como estremeces todo mi cuerpo..."
Mis ojos pican esta canción explica lo que trate de evitar. Acerca su mano a la mía a penas la roza con sus dedos el contacto me hace estremecerme. Mientras la canción continua dando pequeñas puñaladas en mi pecho.
"...Y tu bien sabes que no fui yo, no es culpable la situación, que quede claro por esta vez oh, que sólo eres tu, solamente tu... La que con dulzura entiende mis palabras y ama mi locura, la que me domina con una sonrisa, pintada en sus labios, la que entrega todo sin pedirme nada, sólo que la ame, la que en silencio logra todo en mi, sólo con un beso..."
- Concéntrate en el camino - Me susurra Benjamín acercándose a mi cabeza, como pretende que lo haga si me pone en semejante situación Deposita un beso en mi cabeza y vuelve a su lugar.
"...Quisiera vestir tu cuerpo de caricias que llevo dentro y disfrutar un poco más, hasta perderme por un momento. Y tu bien sabes que no fui yo..."
Siguieron pasando canciones pero no les preste mas atención a las letras quería llegar lo antes posible al hospital y poder respirar un segundo, esta situación me estaba sobrepasando mentalmente ya no me encontraba bien, me ponía nerviosa, no quería involucrar sentimientos. Para eso tenia que tomar una decisión Alejar a Benjamín, enfocarme en mi empresa y volver a mi vida normal. Alejada de todas las cosas que no me estaban haciendo bien.
Cuando llegamos al hospital estacione en la puerta principal de la urgencia para que ellos bajaran y se me adelantaran, Carol bajo con la niña pero Benjamín dijo que me esperaba para que no entrara sola. Aparque en un lugar y me baje, el hizo lo mismo y me siguió de cerca, cuando volvimos a la puerta principal sin decir ni una palabra me tomo la mano y me condujo por los pasillos.
- No tienes que hacerlo si no quieres - Me dijo cuando estábamos dentro del elevador.
- Si no quieres verme cerca de Mariano te puedes ir - Le respondí.
- ¿Y perderme la cara del idiota cuando entre contigo de la mano? Ni loco -
- No vamos a entrar de la mano y espero que te mantengas alejado - Dije soltando su agarre.
- No preciosa, estas conmigo desde anoche y sabes que es así. -
- Solo fue un beso, eso no te hace mi pareja, ni mi amante, ni mucho menos mi amigo - Le susurre acercándome a su oído sin olvidar que estábamos en un hospital.
- Sabes que no fue solo un beso. Preciosa terminemos con esto. Y si no hemos podido terminar eso que ya hemos comenzado no es culpa nuestra, fueron cosas anexas. - Me soltó la mano y paso su brazo por la cintura atrayéndome mas cerca de él. Cada vez que estaba cerca de él me costaba respirar, me costaba poner en su lugar a mis pensamientos. Rozo con su nariz mi cabello y bajo hasta encontrar mi boca. Me dio un suave pero significativo beso. Tierno pero posesivo.
- Por favor, puedes dejar de hacer eso - Le dije contra sus labios.
- Esto. - Y me volvió a besar.
Las puertas del ascensor se abrieron y me condujo hacia afuera antes de entrar a la habitación me acerque a su boca para borrarle con mi dedo el rastro de labial que le había dejado.
Entramos y lo solté automáticamente ver a Mariano sentado en ese estado de devastación me partió el corazón, me acerque lentamente arrodillándome a su lado. Le acaricie suavemente la cabeza y cuando levanto la vista pude ver sus ojos llenos de lagrimas. Mi corazón se volvió a partir en ese momento sin ser consciente de lo que hacia me puse de pie y le estire mi mano para poder abrazarlo, pase mis brazos por su chaqueta y el hizo lo mismo, me abrazo y comenzó a sollozar, sentía como sus lagrimas caían sobre mi cabeza.
- Shhh, estará bien - Fue lo único que pude decirle.
- Sabes que no es así, se morirá Nata y lo sabes. - Subí mis manos para acariciar sus cabellos y tratar de hacerlo entender que todo estará bien.
- Llora, si eso es lo que necesitas. -
- No sabes lo importante que es para mi tenerte aquí en estos momentos -
- Ven vamos a tomar un café para que te calmes, Gabriel se quedará con ella. - Le dije separándome y buscando su mano para que me acompañara a salir del cuarto a pesar de todo soy una persona muy humana, me parte el corazón ver a un hombre llorar, mucho mas si tuve sentimientos por él.
Salimos de la habitación seguidos por Benjamín quien en todo momento buscaba mis ojos como si tratara de comunicarse conmigo. Los evite por todos los métodos, me hacia sentir aun mas mal el tenerlo cerca a él. Estuvimos a punto de hacer el amor, Por dios, y ahora Mariano me necesitaba.
Pasamos toda la tarde en el hospital, solo nos separamos de la habitación para ir a comer y lograr que Mariano comiera, Benjamín trataba de llamar mi atención de todas las maneras posibles pero lo evite no era justo para nadie en ese momento. Ver a su madre postrada en una cama, siendo que siempre había sido una mujer muy fuerte, muy segura de si misma.
- Renata tu debes ir a descansar. - Me dijo Benjamín.
- Si, pequeña debes irte ya mañana me la llevare al sur a que pase mejor sus últimos días - Dijo Mariano con una nostalgia.
- Vamos yo te llevare. - Me dijo Benjamín. Estirando su mano para ayudarme a ponerme de pie, la ignore y me acerque mas a Mariano pose mi cabeza en su hombro, respire muchas veces para estar segura de lo que iba a decir, sabia que no había vuelta a tras y no podía luego arrepentirme. Pero me necesitaba era un sentimiento mas fuerte el que sentía en ese momento, me hubiera encantado sentir el apoyo de la gente que me rodea cuando mi padre murió, pero era solo una niña, ahora podía estar ahí para Mariano.
- Yo me iré contigo mañana. - Le susurre.
- No es necesario, de verdad agradezco que estés dándome tu apoyo, pero no puedes dejar todo para ir tras de mi. -
- Ya lo hiciste una vez y no resulto bien - Acotó Benjamín con las manos en los bolsillos al lado de mi silla. Busque su mirada para que mantuviera su boca cerrada.
- Será mas fácil si no estas solo. - Le bese en la mejilla y me puse de pie. - ¿Nos vamos? - Le dije a Benjamín.
- Si, vamos. - Pasó su brazo por mi cintura y me guió en el camino a la salida.
Carol y Gabriel se habían ido hace un rato por que no era el mejor lugar para la niña, tenían ademas que organizar todo para viajar al otro día con Mariano. Yo tenía que hacer lo mismo, me iría con él a si le molestara a quien sea.
- No quiero que te vallas con él - Me dijo Benjamín abriéndome la puerta del copiloto de mi auto. Se dio la vuelta y encendió el coche. - Te llevo primero a ver a Gabriel? - Coloco la dirección en el GPS, para guiarse el camino.
- Si por favor. - Le dije encendí el radio para evitar cualquier conversación con él.
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Renata simplemente era una mujer testaruda, que acostumbraba a hacer su propia voluntad, todo el día tuve que aguantarme verla muy cerca de Mariano, y para terminar de cagar el día saber que se ira tras el nuevamente me estaba matando por dentro, esta mujer aveces no sabía lo que hacía, pero tenia toda la noche para hacerla cambiar de opinión. A si fuera lo ultimo que hiciera, no la dejaría que destruyera así su corazón.
Llegamos al apartamento y la deje en la sala conversando con Gabriel, el estaba de acuerdo en mi punto de vista que no era buena idea que se fuera, tal vez de visita unos días pero mas adelante, le hacia recordar como había sufrido por su engaño y que si estaba cerca se confundirían las cosas. Ella capto el mensaje pero se iría igual. Según ella a organizar todo para que nos estableciéramos en su hacienda por el tiempo que estuviéramos.
- Me voy, te veo mañana - Dijo abriendo la puerta de mi habitación. Y quedándose de pie frente a la cama.
- Quédate conmigo aquí esta noche. - Le dije jugando todas mis cartas posibles. - Pasa la noche conmigo, déjame cuidarte y velar tus sueños. -
- Benjamín, no puedo. - Poniéndome de pie, me acerque a ella. Acerque mi cuerpo al suyo, emane el calor que nuestros cuerpos daban. Sin tocarla podía sentir el magnetismo que teníamos.
Estire una mano hacia ella y la acepto. Atraje su cuerpo al mio y empuje la puerta para que se cerrase, su voluntad estando cerca mio se desvanecía como la mía. Como mis ganas de tratar de alejarla de mi.
- Me tengo que ir. - Me volvió a repetir, esta vez capture sus labios con los míos.
- Yo quiero que te quedes, lo necesito. - Casi le suplique.
- Esto no puede ser, soy la ex novia de tu amiga o empleado o lo que quieras que sea. -
- Lo se, y créeme que no me molesta, yo también tengo pasado, preciosa y no por eso voy a reprimir las ganas que tengo de hacer el amor contigo. -
- Benjamín - Le pongo un dedo en los labios para evitar que hable y siga diciendo tonterías
- Shhh preciosa. Déjate llevar, es aquí o en donde todo esto comenzó. Pero te quiero esta noche en mis brazos. -
- Y que pasara mañana - Me susurra contra mis labios
- Debo ser honesto contigo, mañana sera otro día y si quieres lo podemos repetir. Pero sin compromisos, no puedo ofrecerte un noviazgo largo y eterno, no puedo jurarte que pasaras todas tus noches conmigo, pero mientras estemos juntos te prometo que te haré sentir bien. -
- No quiero algo pasajero - Confiesa Renata mientras deposita un suave beso en mis labios.
- No puedo ofrecer más -
La puerta se abre cuando estoy a punto de besar nuevamente sus labios, Carol nos mira con una enorme sonrisa.
- Venia a saber si Nata quiere comer algo. - Dice dándome una sonrisa cómplice.
- No estoy bien, gracias. - Le dije juntando todo el aire posible para ser creíble.
- Siendo así, Chicos que pasen buenas noches. - Cierra la puerta tras ella y se lanza a reír.
- Creo que ahora si mejor me voy. - Se separa un poco de mi y yo la agarro por la cintura para impedir que salga de esta habitación hasta mañana en la mañana.
- Ya habíamos quedado en que te quedarías - Susurro capturando sus labios.
- Pero tu no puedes darme lo que quiero. -
- Lo se, pero aun así te deseo ahora, en mi cama -
- Solo una vez, solo esta noche. No hay mañana. -
- Yo quiero que te quedes, lo necesito. - Casi le suplique.
- Esto no puede ser, soy la ex novia de tu amiga o empleado o lo que quieras que sea. -
- Lo se, y créeme que no me molesta, yo también tengo pasado, preciosa y no por eso voy a reprimir las ganas que tengo de hacer el amor contigo. -
- Benjamín - Le pongo un dedo en los labios para evitar que hable y siga diciendo tonterías
- Shhh preciosa. Déjate llevar, es aquí o en donde todo esto comenzó. Pero te quiero esta noche en mis brazos. -
- Y que pasara mañana - Me susurra contra mis labios
- Debo ser honesto contigo, mañana sera otro día y si quieres lo podemos repetir. Pero sin compromisos, no puedo ofrecerte un noviazgo largo y eterno, no puedo jurarte que pasaras todas tus noches conmigo, pero mientras estemos juntos te prometo que te haré sentir bien. -
- No quiero algo pasajero - Confiesa Renata mientras deposita un suave beso en mis labios.
- No puedo ofrecer más -
La puerta se abre cuando estoy a punto de besar nuevamente sus labios, Carol nos mira con una enorme sonrisa.
- Venia a saber si Nata quiere comer algo. - Dice dándome una sonrisa cómplice.
- No estoy bien, gracias. - Le dije juntando todo el aire posible para ser creíble.
- Siendo así, Chicos que pasen buenas noches. - Cierra la puerta tras ella y se lanza a reír.
- Creo que ahora si mejor me voy. - Se separa un poco de mi y yo la agarro por la cintura para impedir que salga de esta habitación hasta mañana en la mañana.
- Ya habíamos quedado en que te quedarías - Susurro capturando sus labios.
- Pero tu no puedes darme lo que quiero. -
- Lo se, pero aun así te deseo ahora, en mi cama -
- Solo una vez, solo esta noche. No hay mañana. -