lunes, 4 de noviembre de 2013

"Algo llamado amor" Cap XXII

      - Hola - Le dije acercándome lentamente a su lado.
      - Te tardaste en venir - Camino para acortar el espacio que nos separaba y me tomo por la cintura. Atrajo mi cuerpo hacía él y me beso. En medio del pasillo del edificio capturo mi boca contra la de él, su lengua invadió sin permiso mi boca.
Jugaba con mi lengua, gemidos salían de mi boca y los capturaba para él. Sabia lo que provocaba en mi. Me arrastro hacia la muralla y me sentí prisionera entre su cuerpo y el cemento. Bajo su mano por mi pierna y la subió para que quedara apoyada contra su cadera, sentía su erección contra mi entre pierna.
Mis labios me ardían, mi cuerpo estaba completamente a su disposición. Me separe un poco para poder llenar de aire mis pulmones.

      - Hazme el amor - Fue lo único que articule. Dejo caer suavemente mi pierna nuevamente al suelo, arranco las llaves de mis manos.

Cuando estuvimos dentro del apartamento pasamos directo a la habitación y sin decir nada más con solo la luz que ingresaba por la ventana comenzó a desnudarme, a besarme y adorarme sin poner resistencia alguna. Lo deje saborear cada parte de mi cuerpo.
Con solo tocarme y besarme me podía hacer sentir un orgasmo. Me había estado tratando de mentir a mi misma era mas que atracción física. Esto era mucho más.
Con sus manos me volvía loca, sabía exactamente donde tocar, me susurraba palabras al oído que me hacían suspirar.

      - Eres preciosa - Me repetía una y mil veces ¡ya casi le creía lo que me decía! - Renata trate de evitarlo pero no pude -  decía con la voz entre cortada y cada vez mas ronca. Tenia mis manos sobre su pecho mientras lo montaba ¡Que se siente genial de esta manera!
Con sus manos en mi cadera marcaba los movimientos arriba, abajo, adelante y atrás. Me estaba volviendo loca. Este hombre me volvía loca.

      - No aguanto más. - Dijo casi sin respirar - Me voy a correr -
Fue lo último que dijo y con eso su último movimiento se libero dentro de mi. Por un momento dejo de moverse y me sentí frustrada, no lo había alcanzando. Mi sexo quedo pidiendo mas.
      - Hey! No te dejare así. - Como su pudiera leer mis pensamientos.
Me tomo las caderas y me recostó en la cama en un movimiento rápido ya lo tenia entre mis piernas.

      - Hmmm... Hermosa la vista - Acaricio el interior de mis muslos - Flecta las piernas y ábrete un poco mas para mi - Hice lo que me pidió y se perdió en ese lugar. Introdujo un dedo en mi interior y me lo llevo a la boca - Tú sabor ya era exquisito, pero esto es mucho más increíble.

Chupe su dedo y lo succione el tiempo que lo tuvo en mi boca, era solo él y yo, era mi excitación y la suya. Sabemos tan bien juntos.

Sumergió su cabeza en mi entre pierna y rozo su nariz por mi clítoris. Sentía que me moría en ese momento. Chupaba, rozaba y lamia todo en mi. Comencé a temblar, mis piernas ya no las podía tener mas su lugar inserto su dedo dentro, dentro y fuera. Hasta que me deje llevar por el momento. Fue el segundo orgasmo de la noche pero el mas intenso.
Subio hasta quedar en mi boca, me beso y me acaricio mis mejillas enrojecidas por el esfuerzo. Nos quedamos en silencio hasta que recuperamos el aliento y nuestra respiración fue normal otra vez.

      - Nunca más volverá a suceder, pero a mi favor tengo que te deseaba mucho - Coloque mi mano sobre su boca para mantenerlo en silencio.
      - Hey! tranquilo. El segundo fue mas intenso - Confesé ocultando mi cabeza en su pecho.
      - No volverá a suceder. Te lo juro. No me gusta dejar frustrada a las mujeres. - Su comentario hizo que me picara el cuerpo y las manos.

A que venia su comentario no tenia por que sacar a la conversación a todas las mujeres que se había follado antes. Su manera de hacerme el amor quedaba apocada por sus palabras, verdaderamente los hombres no tienen ningún sentimiento a la hora de estar en la cama con una mujer. Me separe de él y agarre la sabana y me encerre en el baño. Tenia los sentimientos revueltos. Mis ganas de llorar se hacían cada vez mas grandes. Hay hombres idiotas y Benjamín tiene el primer lugar. Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos y Benjamín abrió suavemente la puerta.

      - Estas bien? - Me pregunto examinando mi cara y mi cuerpo envuelto en la sabana.
      - Si. Solo estoy cansada voy a dormir - Le di un empujón y camine de vuelta a la cama, me acurruque envuelta en la sabana y él me tapo con la colcha de encima.
      - Me puedo quedar verdad? - Me pregunto sentándose a mi lado en la cama. Levante los hombros en respuesta. - Preciosa, ¿que pasa? Es por que me corrí antes? - Trato de acercarme a él pero le di un codazo hacia atrás. - Woow. Preciosa dime que fue lo que hice mal o dije para solucionarlo. No quiero que te duermas lejos de mi.
Me volteé para quedar de cara a él y le mire a los ojos.
      - Quieres saber que es? - Golpeando con mi dedo indice su pecho .
      - Claro, dime que es - Tomando mi mano entre las de el, la dejo descansar en su pecho.
      - Hay te va! Soy tus estúpidas palabras. Que me importa si has dejado o no a las mujeres con las ganas de un orgasmo, Oh por dios! No puedo creer que te falte un poco de cerebro que haces esos comentarios. Tú pasado es solo tuyo, o acaso yo te ando comparando con Mariano o diciendo que él lo hubiera echo de otra manera. ¡Maldición! Eso es lo que me pasa. -
      - No lo puedo creer. Estas celosa - Me dijo tirándome hacia su pecho. Forceje para quedarme en mi lugar pero me resistí al ver que era inútil sacar su agarre de mi.
      - No son celos, no tengo por que tenerlos. Recuerda solo es una noche - Le susurre
      - Mi preciosa, no importa que sientas celos, yo moriría si me compararas con él idiota. Estoy aquí no. Hubieron mujeres antes. Pero ahora eres tú. - Me beso la cabeza. Mientras lagrimas picaban por salir
      - Perdona no se que me paso -
      - Son celos. Preciosa. -
      - Que no son celos. -
      - Como quieras. Ahora podemos dormir? - Me beso el pelo y se cubrió con la colcha. Me acurruque en su pecho y lagrimas cayeron por mis ojos, trate de contenerlas pero me fue imposible. - No. Preciosa no llores. -
      - Buenas noches - Susurre mientras le besaba el pecho.
      - Buenas noches - Levanto mi barbilla y me beso en los labios. Escondí mi cabeza en su pecho y respire profundamente. Hasta que me quede completamente dormida.

~~~

El sol no me dejo seguir durmiendo, abrí lentamente mis ojos para poder ver a Renata dormir a mi lado, pero para mi sorpresa estaba solo en la cama. 




Observe la habitación y la vi parada frente a la puerta del baño. Se veía tan guapa solo con mi polera puesta, le dejaba ver parte de sus piernas. Camino sexy hasta que llego a mi lado, se sentó y me beso. Suspire. Fue lo único que logre hacer. La tome por las caderas y la puse bajo mi cuerpo. La volví a besar.


Una hora después ya estábamos los dos duchados después de un buen "Buenos Días" no me cansaría nunca de hacerle el amor a esta mujer. Renata y su falta de experiencia me llenaban por completo. Pero tenia muy claro que esto no era para un "para siempre". Se acabaría el encanto en un par de días mas. Yo tengo que volver a España, tengo que cumplir con mis responsabilidades y ella tiene que seguir con su vida. Tenia que poner esas cosas en claro con ella. Pero esperaría un par de días.

      - Planes para hoy? - Me pregunto con una sonrisa mientras me servia una taza de café.
      - Sobre vivir sin ti - Le respondí dandole una nalgada mientras pasaba por mi lado. - Y tu?.
      - Ir a la oficina, estar todo el día cumpliendo con mis obligaciones - Dijo haciendo pucheros
      - Lo se, pero en la noche te espero en el apartamento y te preparo una rica cena. -
      - Benjamín, tenemos que dejar algo claro antes.-
      - Lo hablamos esta noche, no quiero que nada amargue nuestro desayuno - Le guiñe un ojo.
      - No se si valla esta noche. - Me soltó
      - ¿Por que? -
      - Lo sabes muy bien. -
      - No lo se. Dimeló tú -
      - Ok, te lo diré - Se acomodó en la silla - Tú me dijiste que no había un mañana, que era algo de una noche. -
      - Se lo que dije y se por que lo dije también. Es la verdad. - Suspire -  Pero ya han sido dos noches. Pueden haber mas. - Le guiñe un ojo.
      - No puedo hacerlo, no se tener follar sin sentimientos. No es algo que conozca. -
      - Créeme que lo se. Pero no puedo ofrecerte nada mas. Preciosa, no quería que esto sucediera así. Pero quiero que te quede claro que yo a ti no te he follado, te he hecho el amor. Y te lo volvería a hacer en este momento -
      - Ya no podemos seguir haciéndolo -
      - Podemos dejar esta conversación hasta la noche. Tengo que explicarte el por que. -
      - Anda dímelo ahora, Ahórrame la parte en la que me duelan las cosas. -
      - Me gustas, Renata. Me gustas mucho, es mas que una atracción física. Pero yo tengo que volver a mi vida. Y tú debes seguir con la tuya. -
      - Osea me estas diciendo que te vas? -
      - Practicamente si, me voy en un par de semanas. Hasta entonces quiero estar contigo en cada momento. Pero luego yo no se cuando pueda volver. -
      - Yo no quiero estar contigo hasta que te vallas. -
      - No? -
      - No. Benjamín prefiero que esto termine ahora que mas tarde cuando... - No pudo decir mas y salio de la cocina.

Esto era precisamente lo que quería evitar, el verla llorar. Verla sufrir por mi culpa, no merezco sus lagrimas.

      - Renata, yo. Es mejor que me valla. - Dije a través de la puerta donde hace solo unas horas la adoraba. - Yo, te juro que quería evitar esto. -

No dijo nada, no quise abrir la puerta y solo salí. Me fui directo al apartamento donde pase toda la tarde como león dentro de una jaula dando vueltas por todos lados sin saber que hacer.

~~~

      - Buenos Días Roxi - 
      - Ay! Renata disculpa que me meta, pero te paso algo traes mala cara - 
      - Nada. Estaré en la oficina. - 

Me concentre durante todo el tiempo posible en hacer los pendientes de la oficina, tratando de no pensar en Benjamín. A media tarde entro Naty con los vales para almorzar en la mano.

      - Vamos mujer que tienes que reponer el cuerpo - Tan contenta que viene ella.
      - Naty. - Fue lo único que pude articular antes de ponerme a llorar, es casi como si desde el cielo hubieran abierto alguna llave. Naty corrió a mi lado.
      - ¿Que paso Nata? - Decia mientras me acariciaba el cabello. No era capaz de contarle nada en ese momento, lo único que sabía hacer era llorar y lamentar que nuevamente nada salia como yo quería. No tenia la intención de asumir que me gustaba Benjamín. Pero no quería perderle sin dar la pelea. Necesitaba su consejo, tenía que armarme de valor para hablar con ella.
      - He terminado mi relación con Benjamín - respiro una dos y diez veces para calmarme un poco y explicarle lo sucedido. - Le he perdido por que no accedí a lo que él quería, he sido yo la que nuevamente sale huyendo. No puedo hacerlo, no puedo no quererle.
      - Cariño, no se lo que decirte, yo sabía que esto no terminaría bien, pero las opciones son pocas. -
      - Le quiero, ¡Maldita sea! Le quiero. - Escondiendo mi cabeza en el pecho de Naty donde seguía llorando.
      - Anda, vamos limpia esas lagrimas y vamos a la casa. Ya me contaras bien todo lo que paso -
      - Naty, no puedo perderle. -
      - Entonces que se puede hacer? -

En rápidas palabras sentadas en el piso de mi oficina le conté la conversación de esta mañana donde me proponía una especie de relación por las próximas semanas, era como digo ella la oferta y la demanda. El punto de vista de Naty verdaderamente no era lo que esperaba escuchar de ella. No se en que momento me cambiaron a mi amiga por esta mujer tan desinhibida, me aconsejaba a que aprovechara, que pasara el tiempo con él. Que le conquistara aun no estaba todo perdido y si jugaba bien mis cartas de aquí a dos semanas lo tenia comiendo de mi mano. Era eso me quedaba llorando teniendolo a un par de metros. La idea de seguir con él me parecia la mejor, evitaria todo tipo de sufrimiento por el momento, pero no para siempre.

      - Nata, vas a llorar, mil lágrimas vas a llorar, sólo tienes la opción de escoger si es ahora o después. Va a doler, uff mil noches te va a doler. Pero ¿Vale la pena? Solo tú decides -
      - Oh, cariño. Eres la mejor amiga. -
      - Ahora ve, besadlo y aprovechadlo. Recuerda que debes conquistarle. Eso es lo que puede cambiar el final. Te quiero. -
      - Y yo a ti - Acto seguido me puse de pie y la abrace, la abrace como solo ella se lo merecía sus palabras me hicieron volver a creer, aun ahí una pequeña esperanza que puede solucionar todo esto.

Salí corriendo de la oficina cogiendo el móvil mirando la hora, 17:48 hrs. Si mis calculos estaban bien se encontraría en el apartamento. Pero no podía confiarme. Marque su numero y al tercer tono contesto.

      - ¿Hola? -
      - Hola - Le respondí despacio y timida, ahora que escuchaba su voz no sabía que era lo que tenia que decirle.
      - ¿Como estas ? - Preguntó
      - Bien. Benjamín yo... -
      - Perdóname Renata, jamás fue mi intensión hacerte llorar. - Su voz sonaba angustiada.
      - ¿Sigue en pie la cena? - Susurre
      - ¿Estas segura? -
      - Quiero hacerlo. - Llene de aire mis pulmones mientras encendía el coche. - Ya habrá tiempo de llorar después. Ahora te necesito a ti.

Corte la llamada lance el móvil sobre el asiento del copiloto. Conduje sobre el limite de velocidad en todo momento, el camino hacia el apartamento se me hacia eterno, había encendido el radio pero no le prestaba atención a las cosas que decían y menos a las canciones que llegaban, en mi mente solo había una cosa, de todas las maneras que le haría y me haría el amor Benjamín esta tarde.
Si la vida me estaba dando esta oportunidad la tomaría. Ya habrá tiempo de llorar después si no lo logro enamorar para que se quede conmigo.
Mi móvil pito y en la pantalla el nombre de Mariano se ilumino. Lo ignore, nada me estropearía el momento. Hoy era yo y Benja, nadie mas existía.

Próxima parada... Benjamín.