jueves, 2 de enero de 2014

"Algo llamado amor" Cap XL

      - Buenas Noches Renata - dijo Gabo muy calmado al teléfono - Esté estamos en el Hotel Sheraton y bueno se nos pasaron las copas... Si Benja esta conmigo... Puedes venir por nosotros... Por favor amiga... Ya, ya. En el bar del hotel. - se rió - Bien maldito idiota viene para acá.
      - Gracias. Te juro que era la única manera de hacerla venir sin que se diera cuenta -
      - Hazme saber como salio todo. -

Con un caluroso abrazo nos despedimos en el lobby del hotel. A medida que iban pasando los minutos la desesperación se hacía mayor, quería ver su hermoso rostro entrando a la habitación, quería por fin ponerle el anillo en el dedo y hacer visible nuestro compromiso. La quería en la cama desnuda para celebrar nuestro amor siendo uno solo. Pero parece que ella se había tomado su tiempo o tal vez no vendría.
Tres golpes en la puerta me sacaron de mi incertidumbre le había dejado dicho al coctelero del bar que cuando una chica preguntará por mi le indicara el numero de la habitación.

Abrí suavemente la puerta para encontrarme con una Renata desconcertada, incluso era hermosa con esa cara de no entender nada. Vestía unos jeans gastados y una blusa ancha, su cara era de cansada y angustiada a la vez.

      - Hola - le dije tímidamente
      - Que mierda es esto Benja - me dijo furiosa ingresando a la habitación.
      - Una sorpresa para mi prometida - dije levantando los hombros - ¿No te gusta?

Con sus bellos ojos recorrió toda la habitación, sobre la enorme cama doble había un corazón hecho de pétalos de rosas rojas. Al lado de la ventana con vista a la piscina y terraza del hotel estaba la mesa con velas y una rica cena para dos. Dos copas de champan servidas y listas para ser bebidas.

      - Esto... - no pudo decir mas, su voz se quebró en ese mismo instante, y se llevo sus manos a la cara.
      - Shh... - le dije dando un paso hacia ella - No llores vida. Es un hermoso momento.
      - Pero - le corte las palabras sobre poniendo mi dedo sobre sus labios
      - Déjame hablar a mi. - tome la caja de color azul que estaba sobre la mesa - Te amo, te amo como jamás pensé que sería posible. Por ti estoy dispuesto a hacer todo con tal de ver tú hermosa sonrisa cada mañana. Eres y seras la única mujer de mi vida, no necesito nada mas si tú estas en ella. Ya te lo propuse y aceptaste pero no tenías el anillo. Renata Blavi's quieres llevar en tú mano izquierda el símbolo de nuestro amor? ¿Quieres compartir tú cama y tú vida conmigo? ¿Quieres formar una familia aun que sea a largo plazo conmigo? Pero lo mas importante ¿Te quieres casar conmigo?

Cuando termine de hablar saque el anillo de la caja y le tome su mano izquierda, antes de deslizar la preciosa joya por su dedo espere su consentimiento. Esperaba escuchar la respuesta, sus ojos me decían que si, sus lagrimas lo confirmaban. Solo faltaba que lo dijera con sus palabras

      - Debes responder mi amor - le susurre - Necesito oír esa palabra de tus labios

Acaricie con mi mano libre su mejilla secando las lagrimas, ella me miraba dulcemente, pero aun no articulaba palabra. Con su mano saco la mía de su mejilla y le dio un beso en los nudillos, tan suave con sus labios.

      - Yo... - logró decir y volvió a llorar.

Solté sus manos y la abrace, acurruque su cabeza contra mi pecho y bese su cabello.

      - Te amo mi vida. Eres la mujer que tanto desee y espere. Nunca nadie me había hecho tan feliz como lo haces tú con solo mirarme. - bese su cabello - Se que dentro de unos años nos pondremos viejos y nuestros cuerpos cambiaran, pero el amor que siento por ti me hace desear cosas que jamás pensé que tendría. Mi vida esta casi completa contigo a mi lado.
      - Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, si me hubieran dicho meses atrás que mi viaje a Barcelona terminaría así como estoy ahora, apoyada en tú pecho escuchando las palabras mas hermosas del mundo. Lo volvería a hacer, volvería a sufrir todo lo que he sufrido solo para poder estar a tú lado Benja. Quiero que seamos una familia, quiero ser tú mujer legalmente y delante de todo el mundo. Por que te amo y te necesito hasta para poder respirar. Y claro que me quiero casar contigo, ahora, mañana o dentro de mil años siempre querré estar contigo.
      - Y yo contigo mi amor. -

Nos besamos al ritmo que deslizaba el anillo por su dedo. mi preciosa futura mujer había cesado las lagrimas y tomando nuestras copas de champan brindamos por nuestro hermoso y prometedor futuro juntos.
La cena estuvo a la altura conversamos de todo y de nada, pero con ella cada vez se me hacia mas corto el tiempo, luego del postre pasamos a la cama donde le hice el amor lenta y pausadamente no teníamos apuros, recorrimos nuestros cuerpos con amor y gozo. Nos proclamamos amor en cada caricia en cada beso.

A las ocho de la mañana desperté de sobre salto mi mujer no estaba en la cama, mire a todos los rincones de esta habitación y trate de agudizar mi oído, ella estaba en el baño, nuevamente con esos vómitos. Me coloque mis boxer en tiempo record y corrí donde ella, la puerta del baño estaba con pestillo y golpee una dos y tres veces y ella no respondía.

      - Renata por el amor de dios ¡Abre la maldita puerta! - le grite - ¡Ya!

Mi grito la hizo volver en si y conseguí que abriera, estaba ahí ella con su cara humedecida por agua y lagrimas, algo andaba mal pero ella no me lo quería decir.
Sin decir nada me volví a la habitación y abrí su cartera volcando todo su contenido sobre las sabanas de la cama donde la noche anterior habíamos consumado una vez mas nuestro amor. Necesitaba encontrar sus gotas, las necesitaba ya. Según ella me había comentado era eso lo que le calmaba sus malestares.

      - ¡Que mierda! - sobre mis manos había una prueba de embarazo, estaba dentro de sus cosas. No cabía duda que era de ella, de quien mas podría ser. Camine de nuevo al baño, se lavaba muy calmada mente sus dientes. Vio mi reflejo y lo que traía en mis manos, enjuago sus boca y camino hacia mi.
      - Me puedes explicar que mierda es esto - le grite enojado. Al ver su silencio añadí - ¡Como mierda pudiste hacerme esto!
      - Benja - susurro
      - Cuando mierda pensabas decirme que estabas embarazada?! - le grite nuevamente
      - Yo no estoy embarazada - susurro - Y me lo realice solo para confirmarlo
      - ¡Claro! Y tus vómitos son ¡¿Que?! -
      - Un virus - susurro - Pero eso lo sabes
      - Nos vamos ahora al medico! Y no me vengas con escusas - le grite y me fui a vestir

Ella me siguió en completo silencio mientras, no hubo tiempo de desayuno, no hubo ducha necesitaba salir de esa maldita duda de una buena vez. Esperaba por todos los santos que ese test fuera negativo luego de un examen mas minucioso. No era posible que ella tuviera esas dudas y no me las comentara, menos ahora que mi tratamiento estaba comenzando, estaba comenzando para darle un hijo.
Si resultaba ser positivo ella me había engañado, ella si se había acostado con el idiota de Iñaki. Ella me destrozaría el corazón.

Pasamos directo a la urgencias de la clinica, comunicandole a la enfermera de los vómitos que la acompañaban ya de hace días.

      - Vas a ingresar conmigo? - me pregunto luego que la llamaran para ingresar a la consulta
      - Si - respondí secamente

Camino al consultorio en completo silencio y yo lo hice tras ella, al ingresar había una joven doctora quien nos saludos con una gran sonrisa.

      - Y bien? Renata que te trae por aquí - pregunto muy dulcemente. Antes de que ella pudiera responder algo me adelante a los hechos
      - Tiene vómitos matutinos hace ya un par de días - respondí
      - Ya veo. Renata me puedes describir los síntomas - volvió a preguntar dirigiéndose a ella - Necesito saber que es lo que sientes para poder realizar examenes y saber la causa de tus malestares
      - No estoy embarazada - respondió ella muy despacio - No lo estoy - y se hecho a llorar. ¡Maldición! eso no ayudaba las cosas, eso no ayudaba en nada.
      - Podemos hacer un examen para saber si esta o no. Pero de todas maneras quiero saber que es lo que te tiene en ese estado.
      - Mi última regla fue de los mas normal hace unas semanas atrás - le dijo entre sollozos
      - Renata - le cortó la doctora - ¿Prefieres que hagamos esto solas?
      - ¡No! - intervine - Yo no me voy
      - Es su esposo? - pregunto la doctora
      - Lo seré en unos días - respondí secamente - Ahora Renata por el amor de dios responde algo
      - Quiero que salga. - dijo despacio - Necesito que salga
      - Renata no saldré, quiero saber que mierda es lo que tienes
      - Señor - me corto la doctora - Si la paciente no lo quiere aquí usted tendrá que salir
      - Y una mierda - grite
      - Se va o llamo a seguridad -

Ofuscado y enfurecido salí de la consulta medica echando humos por las orejas, esto no podía estar pasando ella no podía haber pedido que me fuera, ella no podía estar embarazada. ¡mierda! era imposible mis espermios aun no estaban lo suficientemente buenos para procrear un hijo. Estuve años intentandolo y resulta que ahora... no no. Sacudí mi cabeza para evitar esos pensamientos, no quería creer que ella me estaba engañando, no la creía capaz de jugar de esa manera con mi amor.

      - ¡NO! - grite en medio de la sala. Medía hora después se abrió esa puerta. La doctora con una hermosa sonrisa nuevamente caminaba hacia mi. Me ofreció una silla de la sala de espera y la acepte.
      - Señor. - me dijo - Renata esta muy bien.
      - ¿Que es lo que tiene? -pregunte mirando la puerta donde estaba ella. - ¿Por que son esos vómitos?
      - Son normal en su estado. - ¡Mierda!. - Serán padres.

Me puse de pie exaltado.

      - No... No... Debe estar equivocada - le grite a la doctora - Eso es imposible. Ella no...
      - Si una pareja tiene relaciones y no usa protección no es imposible señor. Pero no vine a explicarle eso, ella me pidió que le avisara. - suspiro - Quiere entrar a ver la primera ecografía de su hijo?
      - ¡NO ES MI HIJO! - le grite. - YO NO PUEDO TENER HIJOS

Los ojos de la doctora se abrieron como platos y no pronuncio palabra, lo había dicho en voz alta, yo no puedo tener hijos, no aun. No todavía.
Salí de la consulta dejando a Renata y al hijo del mal nacido que me la quito ahí.


~~~

Pero si el test salio negativo - Pero si tuve mi regla normal... No había ya mas dudas y si lo que me tenía mal era un bebé. Un bebé mio y de Benja y por alguna extraña razón él no quiso entrar a la ecografía, mi corazón no sabía si llorar por su ausencia o llorar por la felicidad de tener algo nuestro y verdadero. 
Sus latidos eran tan rápidos y resonaban muy fuertes dentro de la sala, la doctora me dio unas vitaminas y ahora si verdaderas gotas para los cólicos, además de las primeras fotografías. 
Ahora si estas últimas semanas tenían sentido, el repentino crecimiento de mis pechos, los vómitos y el cansancio extremo. Todo volvía a mi mente.
Salí del consultorio con los ojos llenos de lagrimas y sentimientos encontrados a mis veinticinco años sería madre, me frote mi viente, no era para nada visible, pero si estaba ahí, recorrí la sala en busca de Benja.
No estaba, no había rastro de él. Le pregunte a la secretaria y me indico que lo había visto salir, nada mas.
Saque mi móvil y marque su numero 1.. 2... 3... tonos y nada, no me contestaba. Mis ojos comenzaron a derramar lagrimas y mi corazón se acelero, algo no andaba nada de bien con él.

Derrotada y atormentada salí de la clinica y pare un taxi, necesitaba saber que era lo que estaba pasando, por que me había dejado sola. Lagrimas, lagrimas, lagrimas...

      - Srta. Llegamos - me saco de mis lagrimas y mente en blanco el taxista.
      - Gracias. ¿Cuanto es? -


Todo estaba en cámara lenta, todo era muy lento, todos estaban de acuerdo el día de hoy para que fuera así. Llegue al piso y antes siquiera de abrir la puerta sentí como se quebraban algunos vasos, por lo que supe que Benjamín ya estaba acá. ¿La noticia de ser padre lo tenía así? Tan terrible era para él formar una familia conmigo? Miles de ideas pasaron por mi cabeza en ese momento y dude por un minuto si entrar o no. Mi impulso fue mas grande y abrí lentamente la puerta.

Cuando nuestros ojos se encontraron tan solo al abrir deje de respirar, estaba echo una fiera todo estaba desordenado y las mesas por él suelo, su madre sentada en el sofá sin decir nada.

      - ¡Sal de aquí! - me grito - ¡No te quiero volver a ver nunca mas! - no supe que responderle, que movimiento hacer y cruce el salón en silencio hacia la habitación, donde el me siguió. - ¡Que parte del sal de aquí no entendiste! - me volvió a gritar.
      - ¡No me grites! - grite - Quieres decirme que mierda es lo que te pasa - explote - ¿Por que me dejaste sola? ¿Por que no me dices que tiene de terrible que este embarazada? En doce días seremos una familia, que importa si vienen antes o después los hijos - me senté en la cama y no pude evitar volver a llorar - ¿Por que reaccionas así? - dije entre sollozos
      - ¡No abra ni una mierda de matrimonio! Yo no me voy a casar con una mujer que me fue infiel - grito y eso produjo que aun mas llorar - Crees que soy idiota, que no me doy cuenta que ese hijo es Iñaki o quien sabe quien -

oh! me puse de pie y le di una bofetada que me llego a dejar la mano colorada y ya no sentía pena, por su reacción. Ahora era rabia por dudar de mi.

      - Eso es lo que crees? - le grite aun mas fuerte, sin importarme que su madre nos pudiera escuchar - Jamás usamos protección cuando hicimos el amor ¿Que esperabas?
      - Déjate de idioteces. ¿Sabes por que no use protección contigo? NO PUEDO TENER HIJOS. Eso querías saber para confirmar la parternidad de tú hijo. Yo no soy, por que no puedo. Estoy en un tratamiento por eso necesitaba ir a Barcelona.
      - Eres una mierda, un idiota. Jamás te he sido infiel. Y tampoco me quiero casar con un hombre que duda de mi te puedes meter tu anillo por el culo - me lo saque y se lo lance a la cara. - No quiero volver a saber de ti.

Abrí la puerta del armario y saque mi maleta y lance mi ropa dentro de ella, él salio por la puerta. Las lagrimas nublaban mi vista esto era una maldita pesadilla, ¿Como era posible que el no pueda tener hijos y yo resulte embarazada? Mi cabeza estaba girando a mil por hora y termine arrodillada en el baño vomitando la nada que tenía en el estomago.

      - Hija ¿Estas bien? - la dulce voz de la que hasta esta mañana era mi suegra irrumpió en el baño. - Necesitas que te prepare algo? -

Negué con la cabeza

     - Dale tiempo, esta shockeado por la noticia - me dijo mientras estiraba la mano para ayudarme ponerme de pie. - Yo si creo que sea mi nieto hija. - dijo colocando su mano suavemente sobre mi vientre. - Mi hijo cambiara y se dará cuenta que cometió un gran error

No pude evitar seguir llorando, me senté en la cama mientras ella terminaba de empacar mis cosas en la maleta. Pasada medía hora estábamos las dos en la sala abrazadas dándonos el adiós.

      - Prométeme que no desaparecerás de mi vida, no me apartes de mi nieto - me dijo derramando lagrimas de los ojos. - Si mi hijo no lo quiere. Yo lo quiero por los dos. Hazme saber donde te hospedaras
      - No se preocupe Victoria. - dije entre sollozos  - Me las valdré por mi y mi hijo. Pero a su hijo no lo quiero volver a ver. Tome. - le extendí una nota que le había escrito - Gracias y adiós.

Abrí la puerta del departamento dejando las llaves dentro, dejando mi corazón dentro. Dejando al amor de mi vida dentro. Pero con parte de él creciendo en mi vientre.
Rebusque las llaves de mi coche y me subí a el.