Ocho meses con ese pequeñajo dentro de mi, moverse dentro de mi, estar 24 horas al día con él. Mi vida no puede estar mas completa. Benjamín Lackington, mi Benja. Día a día se preocupa de tenerme contenta a su lado, de hacerme sentir amada. Me demuestra que aun estando echa una pelota me desea, y se excita de tan solo verme.
Los días avanzan y cada vez me aburro mas en casa estando sola, Vicky decidió irse a vivir al departamento que antes compartíamos por que se sentía un estorbo en la casa, no era que lo fuera verdaderamente. Pero desde que se fue nuestra vida sexual se disparo. En todo momento y en todo lugar, cada rincón de la casa nos ha visto demostrarnos amor.
Hoy decidí que me iría a dar un pequeño paseo por el centro comercial, buscaría algunas cosas para comprarle a mi amor y por su puesto a mi hijo. Faltaba casi un mes para Nochebuena y luego no tendría tiempo de salir de compras
- Hola amor - le dije cuando me contesto el teléfono
- Mi vida. ¿Como estas? -
- Ya extrañándote. Y muy aburrida -
- Yo igual te extraño. Pero me queda poco -
- ¿Cuan poco? -
- Para unas dos horas -
- Me pasas a recoger al centro comercial -
- No - corto
- ¿Por favor? -
- No - volvió a cortar - Mi amor no estas para ir al centro comercial, mejor espera por mi en casa y luego hacemos algo para quitar tu aburrimiento
- Hasta pronto -
Le corte enojada y lance el móvil sobre el sofá. Comenzó a pitar de inmediato
- ¿Como estas gordita? - la animosa voz de Naty me contagio de alegría en ese mismo momento
- Aburrida. Ni te imaginas cuanto - resople
- Tengo una idea. -
- ¿Así? - tome asiento en el sofá
- Mira me paso por tu casa a penas salga de la oficina y nos vamos a comprar los obsequios de navidad ¿Que te parece? -
- Eso era lo que quería hacer, pero mi querido futuro esposo me dijo que ya no estoy para salir sola y blablabla -
- Por eso iré por ti. Lo llamare para pedirle permiso - se rió
- ¡¡¿Que?!! - le grite enojada - No lo hagas él no es mi padre para pedirle permiso. Ven por mi maldita amiga y vamos a gastar mucho dinero.
- Bien - se burlo - Después tendrás tu castigo cariño - suspire - Y por lo que puedo notar no es nada de malo - se rió
- Ya.Ya. A las siete? -
- Si un poco pasado -
Mientras seguíamos conversando sonó el timbre del portón de entrada. A mi super velocidad reducida camine hasta la cocina para mirar por la cámara de seguridad que Benja había mandado instalar.
- Espérame un momento cariño - le pedí a Naty
- ¿Que pasa? -
- Hay un repartidor afuera -
- Te llamo en diez -
- Hecho -
Corte la llamada y presione el botón para poder escuchar al repartidor.
- ¿Diga? -
- ¿Señorita Renata Blavi´s? - una voz ronca me dijo al otro lado.
- Si. -
- Florería Carmen Godoy. Necesito que me firme el recibo -
- Me puede mostrar su identificación por favor -
- Claro -
Acerco al lente de la cámara su credencial que acreditaba que él era Manuel Ortiz. Presione abrir la reja y camine hacia la entrada principal.
Mi Benja nunca me deja de sorprender es un hombre muy atento y cariño, como se dio cuenta que termine
cabreada con su llamada por teléfono me envió flores como no iba a estar profundamente enamorada de este hombre maravilloso.
- Gracias Dios por este hombre que me enviaste verdaderamente soy muy afortunada. -
Los golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, y decidí abrir la puerta
- Hola - me dijo el repartidor con la cabeza gacha, y la gorra muy abajo que me impedía ver su cara.
- ¿Hola? - dije sorprendida por su falta de seriedad. Alzo la cabeza y di instantaneamente un paso atrás para cerrar la puerta. Con un solo movimiento de su brazo me lo impidió y sonrió con suficiencia.
- ¿Me extrañabas? -
Miles de recuerdos se vinieron a mi cabeza en ese momento, como pude ser tan tonta y dejar pasar a Iñaki a mi casa, me encuentro sola con ocho meses de embarazo y muy asustada. La última vez que nos vimos no terminamos de buena manera y ahora, y ahora me encuentro sola otra vez con él.
Esta mucho mas delgado, en su cara puedo apreciar una cicatriz que antes no tenia...
- ¡Te pregunte si me extrañabas! - me grito dando un paso dentro de mi casa. Yo di otro hacia atrás y choque con una mesa de la entrada - Pequeña. - miro mi barriga - Veo que no han perdido tiempo.
Trato de tocar mi hijo y lo esquive como pude. Sin darle la espalda camine de vuelta al salón ¡Mierda! Mi móvil quedo en la entrada!
- ¿Que quieres Iñaki? - le pregunte con voz temblorosa.
- Todo y nada - me dijo fingiendo inocencia - ¿Te casaste con ese idiota?
- Si - mentí
- Perfecto mas le dolerá al muy infeliz. Paga lo que me hizo. Tres meses en el hospital. -
- Pero... -
- Nada. No hay pero. Tú culpa fue. -
- Yo... -
- Mejor mantén tu boca cerrada que quiero hablar por teléfono. -
- Por favor. Si quieres dinero te lo doy. Yo no puse cargos en tu contra -
- Pero me patiaron en el suelo como si fuera un animal. Y yo lo unico que quería era acostarme con mi novia. - grito enojado - Pero mi novia. La muy puta se acostaba con otro.
- Yo siempre fui sincera contigo. Por favor estoy embarazada -
- Mas le dolerá saber que estoy con su mujercita y su ¿niña o niño? -
- Niño -
- Mira que tiene suerte el desgraciado. Haber Renata. Para que nos vamos entendiendo solo te quiero para atraerlo a mi. Esta vez - saco una pistola de detrás de su espalda - Yo le daré los golpes.
- Iñaki por favor. -
- Por favor nada. Preciosa esto no es contra ti. Ya una vez que acabe nos podemos ir juntos y darle familia al bebé - se detuvo un momento y me miro el vientre - No eso sería una mala idea, ya veremos como nos deshacemos de ese engendro y tenemos los nuestros propios. - me sonrió
Un dolor en mi vientre me hizo retorcerme y a el le produjo una gran sonrisa. Sentí como liquido caía por mi piernas y mis ojos se me volvieron agua. Ahora no por favor no me puedo poner de parto ahora.
- Seras cochina. - se rió a carcajada limpia - ¿Tanto miedo te doy? - se volvió a reír
- Mi hijo quiere nacer -
Al momento que termino la frase comienza a sonar mi móvil, creo que ya han pasado los diez minutos y es Naty la que llama, trato como puedo de seguir el sonido del móvil pero no alcanzo a dar ni dos pasos cuando tengo a Iñaki frente a mi, con una sonrisa mas que llenadora en su rostro estira su brazo y le lanza sobre el sofá. Caigo de espalda. Abrazando mis brazos en mi vientre en modo de protección.
- ¿Quien sera? - dijo en tono burlesco caminado hacia el sonido. Lo tomo en sus manos y sonrió al ver el nombre en la pantalla. Mis nervios estaban a mas no poder, las contracciones eran cada vez mas fuertes y cada unos siete minutos. Por favor hijito mio. Resiste un poco mas.
- Llama un medico. - le rogué - Por piedad
- Hola Natalia. - dijo contestando mi móvil. - ¡No me grites!... Una visita a mi querida ex novia... Ni se te ocurra llamarle... Enseñarle que conmigo no debió meterse nunca... Saludines a mi querido amigo Ima. - resoplo y lanzo el móvil contra el suelo - Esta puta le dirá al idiota antes de que yo tenga todo preparado.
- Iñaki por favor - grite aguantando una nueva contracción
- Callate tú - me abofeteo. Inmediatamente sentí el sabor metalico de la sangre. Me había roto el labio. - No me gusta pegarle a las mujeres, te juro que no. Pero tú, pero tú te lo buscas. Renata todo hubiera sido mucho mas fácil. Nosotros nos llevábamos bien.
- Nunca hubo un nosotros - susurre
- Mejor cierra esa puta boca si no quieres que te amordace -
Pasaron los diez minutos mas eternos de mi vida, tirada en el sofá viendo como este idiota se paseaba por mi sala. Mi miedo crecía con cada contracción mi hijo no iba a esperar mucho tiempo mas aquí dentro y necesitaba urgente irme al hospital. Cerré mis ojos, pidiendo al cielo que Naty le haya puesto sobre aviso a la policía antes que a Benja.
Miles de posibles escenas se vinieron a mi mente, miles de temores en este momento me inundaban. Y a su vez revivía cada segundo de los que pase junto a mi querido Benja. De esta no salíamos bien librados. Yo con mi poca movilidad poco podía hacer, el temor de que le hiciera algo a mi hijo, a mi o a Benja. Me hicieron comenzar a llorar.
- No puedes hacer nada mejor. - grito Iñaki caminado hacia mi. - ¿Quieres llorar con ganas?
- ¿Y tu quieres salir con vida? - la voz de mi Benja en el umbral del salón me hizo pegar un salto de terror. Trate de buscar su mirada, de poder verle a la cara y pedirle que me sacara de acá. De buscar esa conexión que ambos teníamos.
- Llego a quien esperábamos - dijo Iñaki dandome la espalda y balanceando en sus manos la pistola que traía consigo - Ahora la fiesta esta completa
- ¿A que se debe tu especial visita? - dijo Benja muy calmado para la situación
- Vine a aclarar un par de cosas contigo. Pero me he llevado una hermosa sorpresa. - dice apuntando mi abultado abdomen - Veo que no perdieron el tiempo
- Esto es conmigo. - dijo Benja caminando hacia mi. - Deja que salga. Esta Naty esperándote afuera cariño. Ve con ella.
- ¡No! - grito Iñaki. - Ella se queda.
- Es conmigo el problema deja que se vaya -
- jajajajajaja - camino hacia mi lado - Me diste opción cuando llegaste a la cabaña a agredirme? - se quedo pensativo un momento esperando que Benja dijera algo - ¡NO! ¿Ahora debo yo acceder?
- Voy a tener el niño aquí si no me dejas salirrrrrrrrrrrrrrr - grite retorciendome de dolor, haciendome notar un poco
- ¡¡¿Que?!! - grito Benja dando un paso hacia mi, Iñaki lo apunto - Deja que se salga y arreglemos esto como los hombres. -
- No. No. No. Ella se queda. -
- Ah!!!!!!!! - grite una nueva contracción me llego justo en ese momento. Benja corrió hacia mi lado en ese instante y me tomo justo antes de que pudiera caer al suelo.
- Se fuerte mi amor. Por nosotros, los sacare de aquí - me susurro en el oído.
- ¡Ay! que romántico momento. - dijo Iñaki - Pero bueno que se valla a mi ella me da igual. Aun que esto lo podemos solucionar mas rápido de lo que creemos.
Mis ojos se nublaron en ese momento, en mis oídos solo me quedo el sonido del estruendo que provoco el disparo, a mi lado Benja estaba con la mano sobre su estomago y los ojos muy abiertos. Me miro por unos segundos antes de desplomarse a mi lado. Terror. Eso fue lo que verdaderamente sentí en ese momento, todo fue confuso en ese instante, completamente todo.
- ¿Que ha... ¡Dios! - gritó Naty corriendo a mi lado
- Benja mi amor por favor abre tus ¡Ahhhhhhhh! - una nueva contracción
- Llamare una ambulancia. -
Camino dos pasos separada de mi mientras escuchaba como le daba las indicaciones a alguien al otro lado de la linea. Acariciaba su hermoso rostro, le susurraba palabras de amor y de que tuviera la fuerza necesaria para salir de esta. Lo necesitaba conmigo. Nuestro hijo nacería en este mismo momento.
Los minutos pasaron rápidos cuando una ola de gente estaba en mi sala, un paramedico me pedía alejarme de Benja para que se lo pudieran llevar, Naty les pedía que me atendieran por que estaba a punto de dar a luz pero nada de eso me importaba en estos momentos, ver a mi hombre fuerte salir sobre una camilla era mas de lo que podía soportar
- Por favoooooor! Renata tienen que atenderte también. - me decia Naty tomando mi cara entre sus manos. - Tienes que ser fuerte estará bien. Esta en buenas manos
- Yo no quiero separarme de él -
- ¿Y tu hijo? Acaso no importa el pequeño.
- ¡Dios! Por que
- Señora vamos por favor tenemos que monitorear su embarazo - me dijo el paramedico tomando mi hombro con fuerza y haciendo presión para llevarme también a mi
- He roto la fuente - le dije echandome a llorar
- ¿Hace cuanto tiempo aproximadamente? -
- No lo se - negué con la cabeza
- Traigan una camilla. - grito - Mujer a punto de dar a luz
Mientras íbamos en la ambulancia mi cabeza y mi corazón estaban en camino al mismo hospital pero no a punto de dar a luz, si no que con una herida de bala en el estomago. Dios, ni siquiera se de la gravedad.
- Señora tiene siete centímetros de dilatación. Será un parto rápido -
- ¿Esta bien? - le pregunte a Naty
- Lo estará solo debes ser fuerte por los tres. Vamos amiga tú puedes -
No supe ni cuento tiempo paso, ni de dolor de cuerpo. Cuando vine a ser consciente de la situación estaba dentro de la sala de parto con la mano muy afirmada por parte de Naty quien me daba ánimos para seguir y me aseguraba que Benja estaba bien.
- Renata. Por favor necesitamos que te concentres en tu bebé. Cuando te diga ya tu tienes que pujar. ¿Vale? -
Asentí con la cabeza
- Renata. Necesito que me contestes. Estamos al tanto de la situación pero créeme que tu esposo esta bien. -
Sentí un pinchazo en el pecho en ese momento y supe que mi Benja estaba a mi lado, que al igual que yo, él quería que su hijo naciera bien.
- Vale - dije fuerte y claro.
- Bien. Ahora puja - grito la doctora.
Con toda la fuerza que necesitaba puje, una dos y en la tercera ya estaba agotada, Naty me sostenía la mano y me animaba a hacerlo.
- Vamos la última. - dijo la doctora
- Cariño ya esta casi aquí - me dijo Naty besando mi frente y secando el sudor del esfuerzo
- Ahora Renata con fuerza -
Puse toda mi fuerza y concentración, toda la fuerza que me enviaba mi amor de algún lugar de este hospital esperando paciente saber noticias de su hijo. - Te amo - escuche la voz de mi Benja como si estuviera a mi lado. Puje con tanta fuerza que el sonido que me hizo volver a la habitación fue el llanto de mi bebé.
Mi vista se nublo en ese instante, mis ojos se hicieron agua, no podía parar de pensar en Benja, en lo feliz que hubiera estado en este momento aquí junto a nosotros.
- Para ser prematuro es un niño grande y sano. Todo esta bien con él. - dijo la doctora.
Un montón de palabras escuchaba pero no podía siquiera pensar en procesarlas, cuando me lo pusieron en mi pecho, fue una sensación increíble ya estaba aquí, ya lo tenia en mis brazos. Ahora solo faltaba su papá. Solo faltaba que él luchara por nosotros.
- La dejaremos un momento en la sala de recuperación y luego la llevaremos a su habitación. - me dijo la enfermera
- Es precioso Renata. - Naty le tomo su manita - Es un buen chico esta completamente sano y lucho por estar con ustedes. Benjamín hará lo mismo.
- Necesito que salgas a verlo. Quiero saber como esta -
Dos horas después ya mis nervios no podían mas, estaba sola en una sala de hospital con mi niño en brazos mirando su carita. Mis lagrimas no cesaban, esto no debió pasar así, hoy tendría que haber sido el mejor día de nuestras vidas y solo es una pesadilla mas. La puerta se abrió para ver la cara de afligida de mi amiga.
- ¿Como esta? - le pregunte a penas cerró la puerta. Camino hacia mi y me tomo la mano.
- Debes ser fuerte amiga. Es muy duro todo esto -
¿Debo ser fuerte? Como se supone que tengo que ser fuerte si acabo de dar a luz y él hombre que amo, el padre de mi hijo mi futuro marido esta en algún lugar y quien sabe en que condiciones. No no no podía pensar en lo peor, él estaba luchando por nosotros. Él va a ver crecer a su hijo.
- No me puede dejar sola - dije entre sollozos. - Tiene que ver crecer a su hijo.
- Lo hará cariño. Esta luchando por ustedes. Salio hace poco de cirugía y todo pinta bien. -
- Quiero verlo - dije firme
- Hablare con tu doctora para que puedas verlo mañana. Por hoy debes descansar y tratar de estar tranquila, cariño. Es difícil pero tienes que poder por tu niño ¿Como le van a poner?
- El nombre ya lo habíamos decidido, Thiago. -
- Thiago Lackington. - lo tomo en sus brazos. - Suena hermoso. Es un niño precioso. Amiga descansa yo me quedare con el pequeño Thiago.
- No quiero - suspire - Necesito saber de él
- Victoria vendrá en un momento y traerá mas información. Por ahora duerme
Desperté sobresaltada por el llanto de mi bebé, me había quedado dormida, antes siquiera de abrir por completo mis ojos ya estaba pensando en mi amado.
- Mira quien despertó pequeño Thiago - Vicky me regalo una sonrisa, una sonrisa triste y dulce era la segunda persona que veía desde que llegue a este lugar. - ¡Hola mami!. - me tendió a mi pequeño y lo acune en mi pecho.
Su pequeña boquita en O se abrió de inmediato y busque mis pechos, por primera vez en horas podía sonreír, tan pequeño y expuesto a que yo este sufriendo de esta manera, esto no debería ser legal. Deberíamos estar felices. Inconscientemente lagrimas brotaron de mis ojos.
- No hija. Por favor no. - me dijo Vicky acercándose a la cama - No le hagas eso a mi nieto, tanto él como su papá te necesitan completa y lista para luchar por tus hombres. Benja lo esta haciendo bien
- ¿Lo viste? - le pregunte mirando fijamente como hijo mamaba con desesperación
- Si. - me acaricio el cabello - Estuve con él. Esta anestesiado, pero consiente y luchando por su vida. Por su familia. -
- Quiero ir a verlo - exigí nuevamente
- Lo harás. -
- ¿Enserio?
- Mañana cuando lo saquen de cuidados intensivos - curvo su boca en una leve sonrisa - Los llevaremos a ambos, él tratante de Benjamín dijo que eso le haría bien. Sentirte a ti y vuestro bebé.
- Quiero verlo ¡Ahora! - grite llorando - Lo necesito ahora, necesito saber que esta bien. Que esta con vida
- Lo esta cariño. Te juro que lo esta.
La noche se me hizo eterna no deje que las enfermeras se llevaran a mi pequeño Thiago al cunero, era lo único que tenia de él y lo quería conmigo. Le rogué a Victoria que se fuera a quedar con Benja y que me avisara cualquier cambio en su estado de salud. Pero aun así me sentía intranquila, durante las horas que pude dormir no paraba de revivir nuevamente la escena en mi cabeza, cerraba los ojos y veía a Iñaki parado a mi lado tratando de herir a mi pequeño.
Mi pequeño descansaba ajeno a todo sobre mi pecho.
A las ocho de la mañana entro la pediatra a revisar a mi pequeño gigante, para que para ser prematuro es bastante grande y no tiene necesidad de ir a la incubadora. Esta completamente sano y fuerte todos sus pequeños órganos funcionan a la perfección. Así me dijo que yo mañana quedaba de alta pero al bebé lo tendrían dos días mas solo por precaución pero que podía estar todo el día con él.
Tras ella y la revisión paso una enfermera con una silla de ruedas para llevarnos al quinto piso donde estaba Benja, con mi niño envuelto en mis brazos hicimos el trayecto mas largo para mi corazón el ascensor iba mas lento de lo normal y todo pasaba como en cámara lenta.
- ¿Como paso la noche? - fue lo primero que le pregunte a Victoria cuando llegamos al pasillo de la habitación
- Bien. ¿Y ustedes? -
- Thiago durmió sobre mi pecho y despertó solo para comer. - trate de sonar calmada y sonar alegre pero me salia demasiado fingido - Yo apenas pegue un ojo
- Ahora lo veras. - tomo al niño - Vamos a dentro que seguro su padre se pondrá muy feliz de sentirlo
Antes siquiera de ingresar ya estaba echa un manojo de nervios, sabia que lo vería con maquinas pero esto era mas de lo que podía soportar trate de ser fuerte y no llorar, por él, por mi hijo.
La enfermera dejo la silla lo mas cercana a la cama donde estaba el cuerpo, mientras me comentaba que lo estaba haciendo de maravillas por que respiraba por si solo, como la bala no había afectado órganos vitales era cuestión de tiempo para que despertara ya no corría riesgo vital.
Tome su mano entre las mías y me la lleve a la boca para poder besarlas y que me sintiera a su lado.
- Hola mi amor - dije acariciando su cara. - Estoy aquí, estamos bien. - aguante las lagrimas - Tú hijo te quiere conocer, nació sano y fuerte. Creo que lo aprendió de ti. - me voltee para mirar a Victoria en señal de que me lo entregara para acercarlo a él.
- Ten - lo puso en mis brazos y salio de la habitación
- Mi amor abre tus ojos para que puedas ver esta cosa tan chiquita que nos necesita a ambos - me puse de pie de la silla de ruedas con mucho cuidado con nuestro hijo en brazos para acomodarlo sobre su pecho para que sintiera ese contacto y volviera con nosotros. - Siéntelo, es tan mio como tuyo. Si abres tus ojos podrás ver lo hermoso que esta, su carita tan chiquita tiene tus labios, es rosadito mi amor. Es perfecto saco tus ojos. A pesar haber nacido de ocho meses esta muy bien, la doctora dice que dentro de dos días me lo puedo llevar a casa, a nuestra casa a la que mandaste a hacer para nosotros donde lo ibamos a llevar cuando naciera, pero sin ti no puedo. Mi amor. Aun tenemos que organizar la boda. Por que cuando te dije que si fuera para siempre. Anda mi amor. Si quieres nos vamos a España a casarnos para ser Lackington como mis hombres, solo abre los ojos y dime que estas conmigo