sábado, 26 de octubre de 2013

"Algo llamado amor" Cap XVIII

Algo extraño se apoderaba de mi, no quería que me dejara sola esa mañana en ese momento no sabia realmente lo que hacia. Lo comencé a besar y el solo se dejo, tenia sus manos tranquilas y no era lo que yo esperaba.

      - Renata, detente. - Me volvió a decir pero lo único que conseguía era que yo intensificara aun mas mis besos, decendí de su boca para bajar por su cuello, con mis manos comencé a desabrochar cada uno de sus botones de la camisa, lentamente.
      - No me apetece hacerlo, tu ayer comenzaste algo que no terminaste, ahora yo pienso desayunar - Le dije con picardía, una que no sabia que yo era capaz de sacar en mi.
      - ¡Dios! no me podre controlar. - Gemio mientras con sus manos tomaba mis caderas y me arrastraba con él a la cama.
      - No quiero que te controles. - Le dije entre jadeos.

Me dejo caer suavemente sobre la cama quito la manta que estaba desarmada encima y busco mi boca, con desesperación le abrí paso para que jugara con mi lengua, para que tuvieran aun mas contacto del que ya habían conocido.
Sus manos comenzaron a subir por mi vientre lentamente y sentía que me quemaban la piel. Un gemido se me salio por la garganta y eso hizo sonreír a Benjamín consiente del poder que ejercia en mi cuerpo continuo su camino por sobre la polera. Con sus pulgares comenzó a buscar dobles final, subiendolo lentamente casi sin rozarme la piel con sus manos.
Se sentia como en el paraiso, sus manos me dejaban claro que poseia la experiencia que yo no tenia, en ese momento senti miedo de no ser lo que el buscaba en una mujer en la cama.

      - Ahhh! - Exclame cuando sus dedos se encontraron con mi sosten, paso de largo y siguio subiendo la polera, cuando llego a la altura de mis hombros rompio el beso para dejarla salir por completo, aproveche el momento y saque de sus hombros la camisa, saco sus manos de mi cuerpo para retirarla completamente.
Me jalo hacia el y nuestros torsos desnudos se encontraron, el calor corporal que emanbamos en ese momento se intensificaba, en cualquier momento empañariamos los vidrios de todo el edificio. No lo ponia en duda.
Volvio a mi boca y dejando rastros de besos decendio por mi madibula bajando a mi cuello cambiando de izquierda a derecha constantemente. Cuando comenzó a decender por mi hombro derecho se encontro con el tirante del sosten y con sus dientes suavemente lo arrastro hacia abajo. Me hizo jadear, nunca me habian tratado de esa manera. Benjamín disfrutaba cada parte de mi cuerpo, con delicadesa, con adoración. En otras circunstancia podriamos haber dicho con amor. Era perfecto, mis piernas comenzaron a temblar y sabia que lo que se avecinaba era un orgasmo, no sabia como controlarlo, pero cada vez me faltaba mas el aire.

      - Correte, Renata disfruta tu orgasmo - Me dijo cuando por sobre el sosten jugueteaba con mi pezón derecho, el roce de sus labios me hacian suspirar, me hacian pedir mas. - Anda disfrutalo -

Me deje llevar por las sensaciones y cerre los ojos, sus manos no habian tocado mas allá del vientre y yo ya me sentia en el cielo. Un temblor volvio a sacudir mi cuerpo y lo sentí, sentia como subia sin ser el mejor invitado. No lo trate de ocultar y me deje llevar sintiendo el orgasmo llegar.
Volvió a subir a mi boca y me beso, me beso con pasión.

Nuestra burbuja fue rota por el sonido de su móvil que comenzó a vibrar en su bolsillo haciendo aun mas evidente su erección. Aun no conocia su pene pero ya tenia ganas de saborearlo, lleve mis manos por su dorso mientras el se incorporaba y trataba de sacar el móvil. Su cara de frustración no podía mas se sento en el borde de la cama y contesto.

      - ¡Mierda, Gabriel que quieres? - Con el ceño fruncido comencé a pasar mis uñas por su pecho, rozando sus tetillas, se lanzo hacia atras quedando completamente acostado en la cama con las rodillas flectadas, aproveche esa oportunidad para sentarme sobre el.
Su cara se contrajo cuando dedujo lo que queria hacer, baje mi cabeza y mientras le explicaba a Gabriel que no llegaria hasta un rato mas o entrada la noche, no tenia claro que es lo que iba a hacer, pero que no contaran con él. Me deje llevar y comence a besar su barbilla, bajando por su cuello y pecho, rozando suavemente e inconcientemente mi culo sobre su erección.
      - Me vas a matar - Dijo tapando el auricular - Pero no te detengas
Cuando mi recorrido se encontró con la pretina de su pantalon me detuve, no sabia que mas hacer. No tenia la experiencia.
      - Te aviso si me sumo a tus aburridos planes, dile a Carol que la llame mas tarde debe estar durmiendo aun, no todos son tan madrugadores como ustedes. - dijo para el otro lado evitando que me llamaran a mi, sabia que a mi me seria dificil controlar mi respiración. - Bueno adios. - Dijo y lanzo el teléfono en la cama.

Antes de que reaccionara de que estaba nerviosa e insegura. Me sali de encima de el y me encamine hacia el baño, estaba segura que necesitaba una ducha de agua helada en ese mismo momento. Benjamín al ver mi reaccion se incorporo rapido en la cama y se encamino tras de mi.

      - ¿Que paso Renata? ¿Por que te detuviste? - Me dijo cuando me alcanzo en el baño.
      - Nada, necesito una ducha - Le dije y desabroche mi sostén sin importarme que me viera.
      - Te ayudo - Me dijo y se acerco por la espalda llevando sus manos al broche.

Cuando deje caer mi sosten el me volteo y me puso contra su pecho, mis pechos se comprimieron contra el endureciendo aun mas mis pezones cosa que crei que era imposible. Ni las tres veces que lo hice con Mariano me senti como me siento ahora.

      - Puedo ducharme contigo ? - Pregunto buscando nuevamente mi boca. No tuve poder de responder y el me acerco hasta la regadera y abrió el grifo, con sus manos comenzó a bajarme el pantalón y las bragas al mismo tiempo. Cuando estas escontraron el suelo me levanto y me metió con bajo el chorro de agua.
      - Salté, que te pondrás después. - Le dije al darme cuenta que lo que el pretendia era meterse con ropa.
      - Me quedare desnudo hasta que se me seque - Dijo dejando besos en mi cuello. - Pero si dices que no me la saco. -

Dice tratando de alejarse de mi, lo capturo con mis brazos y comienzo a besarle apasionadamente.
Sus manos volvieron a mi cuerpo subiendo por mis caderas pasando por la cintura y mi espalda, en un recorrido lento, pero efectivo con mi pecho bien pegado al suyo busque su boca, bese su mandibula, descendí por su cuello, pasando por sus hombros hasta llegar a su pecho perfecto, ni un rastro de pelos pase mis manos a su espalda, subía y bajaba con mis uñas, no era consciente de nada, pero la excitación que poseo es aun mayor, lo quiero, lo quiero completo. Se que volverá a su casa en un par de semanas pero aprovechare cada segundo. No lo pensare y solo disfrutare.

No deje que el pensamiento de que se fuera me atormentara y seguí con mi labor, sintiendo como el agua caía sobre mi pelo y descendia por mi espalda. Las mejores sensaciones que había sentido en mi vida. Benjamín sacaba una parte de mi que no conocía.
Esta vez cuando llegue con mis manos a sus caderas y me encontré con la pretina de su pantalón fueron sus manos las que me sacaron, tomo el control de la "situación", me sentía adorada por como el dejaba besos por mi mandibula, cuello hombros, estaba vez deteniendose en mis pechos. Dandoles la cordial bienvenida
que antes lo habían echo, rozo su nariz sobre mi pezón derecho, estimulando cada parte de él. No tardo en pasar su lengua suave y delicadamente, una y otra vez hasta que este estuvo duro. Siguió su camino hasta el izquierdo repitiendo el mismo proceso.

      - No otra vez - Dijo cuando la burbuja se volvió a romper, esta vez por el timbre del apartamento. Me tuve que sujetar de sus hombros sin poder creer que otra vez eramos interrumpidos cuando nos estábamos dejando llevar por la pasión. La pasión que nos rodeaba. - Deja que se toquen, en que estaba.
      - Debo ir a ver quien es - Dije cuando ya había recuperado un poco el aliento.
      - No, quédate conmigo. -

Hice caso omiso a sus palabras y me separe de él, dejándolo bajo el chorro de agua. Me apresure a tomar una toalla y rodear mi cuerpo.
Antes de salir le dedique una sonrisa triunfadora a Benjamín quien me miraba de una manera salvaje. Tampoco nunca me habían mirado así.
Al abrir la puerta me encontré con los ojos de Iñaki, quien bajo la mirada a mi cuerpo en cosa de segundos, me sentí desnuda en ese momento.

      - Humm, Hola. - Cerrando la puerta tras de él.
      - Me esperas mientras me pongo algo de ropa. - Le dije haciéndole señas con la mano para que se sentara.
      - Si, tomate tu tiempo. - Me dijo y me encamine hacia la habitación.
Al entrar Benjamín seguía en la ducha pero ahora estaba desnudo. No pude evitar fijar mi mirada en su pene erecto que me estaba esperando, se veía majestuoso. Era lo que había esperado desde anoche pero otra vez teníamos que esperar.

     - Puedes dejar de mirarme y hacerme compañia . -
      - Emm, no y espero que no salgas hasta que vuelva, Iñaki esta en la sala. -
      - Y tu vas a ir con él ¿Así? - Me pregunto levantandome una ceja.
      - Claro que no!, me vine a vestir. -

Me estiro la mano para que lo acompañaba y solté la toalla, me volví a encaminar hacia su lado, pare de puntillas hasta alcanzar sus labios y lo bese olvidando por completo que Iñaki estaba afuera. Gemí en su boca y me aleje temiendo que esta vez no nos pudieramos separar y terminara de pasar lo que estaba a punto de pasar.
Mi mente era una madeja de lana enredada, no sabía que hacer, lo quería a él dentro de mi, pero no sabía si seria capaz de hacerlo en un momento de "calentura" y sin involucrar sentimientos.
      - No salgas, espérame en la habitación. - Le dije tomando nuevamente la toalla y tapandome el cuerpo.

Volví a la habitación y me vestí con un short que me cubría un poco el culo y una sudadera enorme que muchas veces utilizaba para dormir. Cuando volví al salón Iñaki estaba instalado al frente de la televisión. Volteó para verme y me sonrió.
      - Estas muy guapa, pero deberías secarte un poco el cabello. -
      - No, esta bien ¿Que necesitas Iñaki? - Le dije cortando el tema para sacarlo lo antes posible del apartamento.
      - Ya que los chicos se fueron a la playa, quería saber si te parecía que nos reunieramos con ellos -
      - Es una estupenda idea, pero ya le dije a Naty que me era imposible. -
      - Oh, bien claro. No hay problema, y si pasamos un rato juntos? -
      - Iñaki, no quiero ser... - Y no alcanzo a terminar cuando parece Benjamín carraspeando la garganta tras de nosotros, solo envuelto en una toalla. ¡En una puta toalla!.
      - Te tardabas y quise venir a ver que te entretenía - Dijo llegando a mi por detrás del sillón y besando mi cabeza.
      - Nata, perdón no sabía que estas ocupada, lo siento -
      - Deberías sentirlo, uno llama antes de venir. - Dijo pesadamente Benja. - ¿Te parece si te vas ahora?
      - Si, amigo no hay problema - Dijo Iñaki poniendose de pie. - Nata te llamo mas tarde. Nos vemos.

Y se apresuro para salir por la puerta. Una vez que la cerro Benja se lanzo al sofá a mi lado y se acerco a mi cuello tentativamente.
      - ¿En donde estábamos? - Pregunto con una voz ronca.
      - ¿Por que le hablaste así? él es mi amigo, no tienes derecho. - Dije parandome de su lado, con las manos en las caderas en forma de jarra. - Lo echaste de mi casa, ¡No tienes derecho!
      - Cálmate preciosa por favor que no es para tanto - Me dijo tratando de llegar a mi.
      - Claro que lo es, es mi maldita casa, yo se quien se queda y quien no. - Verdaderamente me había enfurecido.
      - Lo siento - Dijo una vez tratando de llegar a mi.
      - Claro que lo vas a sentir ahora quiero estar sola - Encaminandome hacía la habitación.
      - ¿Me estas echando a mi también? -
      - ¡Si! quiero estar sola, ahora quiero que te vallas -
      - Sabes que no puedo, mi ropa esta mojada. -
      - Ese no es mi jodido problema, te quiero fuera de mi casa. -

Entre nuevamente al baño y saque su ropa mojada del piso, la tire para afuera y cerré con pestillo para impedirle el paso. Lo habíamos estado pasando tan bien, y tenia que joderla con sus estúpidos comentarios. No tenia derecho para echar a nadie de mi casa, era mi maldita casa. Debo admitir que quería sacar a Iñaki tan rápido como podía de mi casa, pero no era la puta manera, él no tenia que haber aparecido, cuando le pedí que no lo hiciera.
Volví a encender la regadera y esta vez si me bañe, no pude dejar de pensar lo que había estado a punto de pasar, de verdad deseaba a ese hombre entre mis piernas. Pero no de la manera que él quería. No me iba a imponer cosas, nadie lo había echo y él no seria la primera persona. No si estaba consciente de lo que hacía y esto no volvería a pasar. Maldita sea no volverá a pasar. Lagrimas, estúpidas lagrimas salían de mis ojos. Cuando acabe con la ducha me fui a la habitación y él ya no estaba, no estaban sus cosas, pero todo olía a él.
Saque un par de jeans y una blusa con transparencia negra, sujetador y braga a juego y las deje sobre la cama. Volví al baño para buscar una toalla de pelo y como no la encontré me fui a la habitación del lavado, la sorpresa me la lleve cuando vi a Benjamín apoyado en la pared aun envuelto en la toalla esperando que terminara el proceso de la secadora de ropa. Mi pecho se apretó una vez y me di cuenta que había actuado mal. No quería pedirle disculpas no se las merecía, pase por su lado y saque lo necesitaba sin decirle ni media palabra, cuando iba saliendo lo escuche suspirar fuertemente.
Termine de vestirme y me fui en busca de él, y ya no estaba. Un ardor en mi pecho hizo que hasta me costara respirar.

¿Que me estas haciendo Benjamín?


~~~

Cuando me vio en el lavado no me dirigió la palabra, no me dijo nada y solo hizo como si yo no estuviera ahí, salí de su apartamento apenas termino el proceso y camine hasta encontrar un taxi para volver a casa con Gabriel. Pero antes decidí llamarlo.

      - Pasaras todo el día con tu conquista? - Dijo apenas contesto la llamada.
      - No, voy para el apartamento - 
      - ¿La veras esta noche? - La vería esta tarde, y por mi esta noche también, pero no creo que sean los deseos de ella.
      - Lo dudo, cuales son los planes? -
      - Carol hablo con Renata hace unos minutos y dijo que desayunaba y se venia para acá - 
      - aaah - Era lo único que podía decir, a pesar de lo que paso sabe que me vera.  - Quiero rentar un coche, crees que ella sepa donde? - 
      - Creo que podríamos averiguarlo, es una buena idea, así no dependemos de ella todo el tiempo. - Prefiero depender de ella - Te veo en cuanto? 
      - Unos 10 minutos amigo. - 

Y corte la llamada, tenia la intención de rentar un coche para poder invitarla a salir a algún lugar, a pensar que ella es la que conoce la ciudad moría por hacerla ver de otra manera. Leí en el camino un par de correos de la oficina y los problemas no querían ceder, sabía que esto pasaría, nadie mejor que yo podía estar al frente viendo que todo funcionara bien, Mariano había faltado a trabajar y no podían dar con él. Lo primero que pensé es que aparecería por acá, es obvio. 
El taxi estaciono afuera del edificio, cancele y baje. 

      - ¡Tú! - Me dijo Carol apenas abrí la puerta. - Podrías haber llamado para avisar que te quedabas con "alguien" 
      - ¿Lo siento? -
      - Claro que no lo haces, pero deberías. Pase una noche horrible - Me reclama.
      - Que mentirosa eres amor. - Dijo Gabriel apareciendo por atrás de ella besandole la cabeza.
      - Tú no te metas - Y se lanzo a reír.
      - Voy a ducharme - Encaminandome a la habitación.
      - Apurate, por que Renata esta por llegar. - Grito Carol por mi espalda.

Termine de ducharme y me puse unos jeans con una polera polo cuello en V de color verde. No tenia animo de salir de la habitación, pero moría de ganas de verla, quería poder besarla y sabía que a ella le constaría no demostrar lo que entre nosotros había pasado.

~~~

No se en que estaba pensando cuando le dije a Gabriel que iría apenas terminara de desayunar, tenia un nudo en el estomago mientras esperaba que el ascensor llegara al piso, ¿Ya había llegado Benja? ¿Les habrá contado que paso la noche en mi cama?. El miedo a que el fuera a abrir la boca me cortaba aun mas la respiración. 
Un toque en el botón del timbre y ya la puerta se habría para mi. 

      - Hola cariño. - Me dijo amorosamente Carol, dandome un abrazo y pasandome a la niña. - Sostenla mientras voy al baño. Pero antes te aviso, Benjamín esta de un humor uff, terrible, entre nos, parece que no le fue muy bien anoche. - No pude evitar una carcajada y un dolor en el pecho. Maravilloso, tengo sentimientos de amor y odio.
      - No me lo imagino de buen humor. - Dije y ella salio corriendo al baño.
Con la pequeña en brazos me fui al sofá y la puse en mis piernas.
      - A que no es muy gruñón tú tío Benja - Le dije y ella como en modo de respuesta me sonreía y estiraba sus brazos. - Eres una pequeña muy hermosa.
      - No tanto como tú - Dijo la voz de Benjamín desde atrás del sofá. Voltee la cabeza y el me sonrió.

Mi mundo se derritió en sus palabras.