- Miriam, que gusto verte por aquí. - dijo Benjamín poniendose de pie.
Esta era la misma mujer de ayer en la cafeteria, vi como Mariano se puso nervioso cuando Benjamín la invito a sentarse a tomar una copa con nosotros. Ella quedo frente a mi y no apartaba sus ojos ni de mi, ni de mi mano que tenia entrelazada con Mariano sobre la mesa.
- Llegaste justo. Renata, la novia de Grestesh. Iba a contar como se conocieron y cuento llevan juntos. - Note la voz de satisfacción que salio de Benjamín. El gruñido que solto Mariano y la cara de incomodidad de Gabriel y Carol.
- ¿Novia? - dijo incredula la mujer.
- Si - afirme - Hace 5 años. - dije con convicción.
- Woow, y el pequeño Mariano tiene casi 3 años. -
- Por cierto ¿Como esta él? - Pregunto Gabriel tratando de desviar la atención.
Pero algo no andaba bien. Por que esta mujer decia el pequeño mariano.
- ¿Como se llama tu hijo? - pregunte soltando automaticamente la mano de Mariano quien la apretaba con mucha fuerza.
- Mariano - contesto muy tranquila.
- ¿Y por que ? - Pregunte ya casi entendiendo para donde iba todo esto.
- Por su padre - contesto desafiante.
- ¿Su padre se llama Mariano? - pregunte.
- Ya basta, Renata vamos - dijo Nano poniendose de pie.
- Oh, no ¿Como te la vas a llevar? ella tiene muchas preguntas - Dijo ella poniendose de pie para alcanzar la altura de Mariano.
- Renata vamos - dijo tirando de mi brazo para que me pusiera de pie. Pero aun tenia muchas preguntas y no por nada él estaba asi de nervioso. Empujandolo para que se volviera a sentar le dije.
- Anda Amor, quedemonos un momento mas -
- Dije que no, Vamos - Poniendose nuevamente de pie me tomo por el brazo, jalandome muy fuerte.
- Mariano, sueltala y relajate por favor - dijo Benjamín quitando el agarre de mi brazo, lo mire y con los ojos le dije gracias.
- Bien Benjamín querias fastidiar la noche, pues lo lograste. Anda Renata preguntale lo que quieres saber. -
- Yo... - iba a hacer la pregunta de si él era el padre de ese niño cuando Miriam se adelanto y me tomo la mano.
- Lo siento cariño, siento que te enteres así, ustedes llevan años, pero yo también llevaba años con él. Y cuando supo que estaba embarazada... -
- ¡Ni caso! dejenla, Anda Renata vente con nosotros - dijo Carol poniendose de pie y tomando su bolso. Gabriel se puso de pie y camino hacia a mi.
- Vamos Renata, por el cariño que le tuviste a mi padre, sal de aqui con nosotros ahora. Luego sera muy tarde -
Asientiendo con la cabeza me puse de pie y tome mi bolso Mariano no decia nada, me miraba y no era capaz de decir nada. Lo mire y no pude evitar ponerme a llorar en ese momento. Era como si hubieran abierto el grifo en una esquina y el agua salia salia salia.
Benjamín salio caminado tras nosotros dejando a Mariano y Miriam dentro. No voltie a mirarlo no era capaz. Tenia un nudo en la garganta y nada de ideas claras. Se me podria haber salido lo Chilena que llevo dentro pero esto me estaba superando.
Hubiera soportado que una mujer me dijiera fui amante de él. Pero tenemos un hijo y no se hizo cargo fue muchisimos mas.
Cuando llegamos donde Gabriel tenia aparcado su camioneta me miro y no dijo nada. Benjamín me tomo por el brazo y me llevo hacia él.
- Saca todo lo que tienes dentro. - Me dijo cuando me acariciaba el pelo una y otra vez. Yo me apoye en su pecho y las lagrimas comenzaban a calmarse. Se sentía muchisimo mejor estando asi. No sabia por que él me queria consolar pero lo hacia
- Lo siento, no sabia como hacer que te enteraras. Era algo importante y que tu no sabias. -
- Benja, necesito llevarla a la casa antes de que salga echo una furia y esto se ponga peor - Dijo Gabriel abriendo la puerta trasera para que subiera.
- Gabo, anda con tú mujer a donde tu hija, yo me ocupo de ella. - dijo Benjamín.
- Creeme que estara mejor conmigo, mi padre siempre me dijo que la quisiera como una hermana y es asi como la voy a cuidar. - esas palabras y recordar a mi padrino hizo que mas lagrimas salieran de mis ojos - Vamos Renata en casa con nosotros estaras mejor - volvió a repetir Gabriel.
- Yo...- y me solte de Benjamín y me fui a los brazos de Gabriel, era un abrazo cargado de cariño, de recuerdos y por sobre todo agradecimiento. - Gracias. Pero solo quiero ir a un hotel, mañana recoger mis cosas y volver a mi casa, a mi país. -
- ¡Ni lo sueñes! - Grito Mariano desde atrás - Tú te vienes conmigo, minimo merezco ser escuchado.
- Mariano, ahora no te acerques a ella - Dijo Benjamín poniendose delante de mi.
- Ahora resulta que dejas la cagada y te la das de su angel de la guarda. No amigo. Renata anda al coche en el apartamento hablaremos los dos ¡SOLOS! como tiene que ser. -
- Mariano, Renata se ira conmigo, necesita descansar y pensar las cosas. Mañana yo mismo la llevare a tu casa para que hables con ella. -
- Gabriel, no te metas sera mejor. Es mi novia necesito aclarar con ella las cosas hoy mismo. No quiero que piense cosas que no son.-
Me sentia una espectadora de toda esta situación. Estos tres hombres discutian que iban a hacer conmigo o donde me iba a ir sin que yo expusiera mis sentimientos. Me decidi por hablar por hacer lo que siempre he hecho. De los problemas salir sola. Soy sola y siempre me he valido por mi mismo.
- No hablen como si yo no estuviera aquí - tratando de controlar las lagrimas. - Soy yo la única que puede decir en mi vida y sobre mi vida. Gabriel muchas gracias, ya podremos seguir hablando y muero por conocer a tu bebé. Carol un gusto conocerte a pesar de estas circunstancias. - trate de sonreír pero mas bien no me resulto. Y volteandome para mirar a Benjamín. Acote - No te conozco y no se si quiero conocerte. No se si agradecerte o maldecirte por todo esto. No me iré contigo, ni estaré cerca de ti. - Abrió la boca para decir algo pero continué - Y antes de que digas nada, soy la única que tiene que decidir por mi. - Quedando frente a Mariano. - Contigo prefiero aclarar las cosas ahora mismo. Necesito ir a tu apartamento para sacar mis cosas. ¿Podemos marcharnos ya?.
Noté como una sonrisa se formaba en su cara en significado de victoria. Camine a paso firme hacia el auto esperando que el llegara a tomar su lugar. Pero en su defecto Benjamín se acerco a mi lado y mirandome como si no comprendiera nada. Estiro un papel hacia mi y yo lo recibí.
- Llámame si algo sale mal. Estaré dispuesto a ir a recogerte a la hora que me necesites. - Dicho eso se aparto de mi lado y se subió a su coche y arranco como alma que lleva el diablo.
- ¿Que te paso ese invesil? - Me pregunta Mariano al momento que abre la puerta del copiloto. No lo miro no respondo y me subo.
Cuando llegamos al apartamento me voy rapidamente a la habitacion cojo mi maleta y comienzo a echar mis cosas dentro. Mariano parado en la puerta no habla, solo mira.
- Te escucho - Dije sin levantar la vista y continuar con lo mio.
- Por favor, no te vallas. Dame una nueva oportunidad -
- No. Vuelvo a mi casa, donde nunca debí haber salido. Solo necesito tu version de los echos. -
- ¿Mi version de los hechos? -
- Si, o quieres que me quede pensando toda mi vida. Que eres un maldito poco hombre. Que aparte de ponerme los cuernos, embarazaste a una mujer y no te haces cargo del niño?. -
- No, la cosa no es así. Tú no sabes como pasaron las cosas. Por lo mismo quiero que me escuches. Necesito de toda tu atención ¡Por favor!. -
- Vamos al salón. -
Digo caminando a paso fuerte llego al salón. Mariano que venia tras de mi. Se queda de pie frente a mi. Me mira, me mira y no dice nada. Pero necesito que aclare las cosas tengo el maldito corazón partido en mil pedazos y necesito salir de este maldito pais cuanto antes. Quiero y necesito volver. Nada de lo que me diga hará que yo vuelva con él. Solo necesito que sea honesto y así poderme ir en paz con él.
- Te escucho. - Dije tratando de hacer menos agonizante este momento.
- A Miriam, la conocí en la universidad como te lo había dicho. La verdad es que tuvimos una aventura en ese tiempo. Tú estabas lejos. No sabia si nuestra relación tenia futuro tenemos kilómetros de diferencia y... - tomo aire y continuo - Y te quiero de verdad. Eso nunca ha sido una mentira.
- Me querías tanto que me pusiste los cuernos... y quien sabe cuanto tiempo. -
- Fue... Renata. El día en que murió tú padrino, Yo me volví loco pensando en lo mal que la estabas pasando. Sabia que la mamá de Gabriel no te dejaría estar cerca de él. Miriam siempre supo de tú existencia nunca se lo oculte. Ese día ella me dijo que si me marchaba tras de ti. No sabría nunca mas de ninguno de los dos. - Y hizo una pausa y me miraba a ver si yo decia algo. Pero por el momento quería saber toda la verdad. - Ella cumplió su palabra, se fue de la casa que ambos compartiamos, se llevo al niño con ella. Y no me dejo ir a verlo por muchos meses hasta hace poco tiempo atrás. En ese momento fue completamente honesto con ella. Le dije que entre nosotros las cosas estaban de maravilla, que yo te amaba y que mi vida estaba contigo. Ella entendió lo que quería decir, y no acepto de dejarme ver al niño.
- Woow, que historia la tuya. Bueno me parece que ella allá aceptado que tu estabas conmigo. -
- No digas "estabas", mi amor solucionemos esto juntos. -
- No. Mariano. No hay nada que solucionar. No te odio. Pero me fuiste infiel por mucho tiempo. Tienes un hijo con otra mujer. ¡Dios! Estoy tratando de ser lo mas clara y tranquila contigo. Me acabas de poner en el mejor de los ridiculos. Me ocultaste eso tan importante.
- No me odies amor, no me odies. -
- ¡Odiarte!. -
- ¡Por favor! Dame la oportunidad de solucionar esto juntos. De salir adelante como pareja. -
- Aquí no hay pareja. No somos nada. Mariano rompiste mi corazón. Me destrozaste. Yo no puedo odiarte. Pero yo me voy. Esta noche dormiré en un hotel y mañana vuelvo a Chile y espero no volver a saber nunca mas de ti. Esto se acabo aquí. Tú y tus mentiras y engaños.
No podía creer como me había contenido de decirle lo invesil, idiota, lo hijo de puta que había sido.
Descansar, pensar y tratar de procesar que esto es lo mejor. Ese momento me metí otra vez a la pieza conteniendo los millones de lagrimas que tenia. Debía verme fuerte, debía parecer lo que siempre he sido.
Termine de empacar las ultimas cosas que me quedaban en la habitación, camine hacia el baño y saque mis cosas mas personales.
Mariano estaba parado en el marco de la puerta no decía nada, solo me miraba como si aun no terminara de entender lo que había pasado.
Antes de salir del apartamento con mi maleta a la rastra, me detuve, mirando a Mariano una ultima vez le dije.
- Espero que todos tus problemas se solucionen. No te deseo mal, nunca lo haré. -
- No te vallas ¡Por favor!. Dame una ultima oportunidad. -
- Adiós Mariano. -
Cerré la puerta tras de mi. Y mis ojos se llenaron de lagrimas. Todo lo que había estado tratando de controlar, ya no podía hacer mas.
El frío de la noche me abofeteo apenas salí nuevamente a la calle. Respire ondamente y este era el nuevo primer día de mi vida. ¿Cuantos nuevos primeros días tenia que pasar para por fin ser feliz?.
- ¿Te llevo al hotel? - Dijo una voz acercándose a mi oído por detrás. La sorpresa me hizo saltar de miedo. Estaba tan sumida en mis pensamientos en ese momento que no vi a Benjamín parado a la salida del edificio. Mire mi reloj de pulsera y no podía creer que aun a las 2 de la madrugada el estaba hay de pie. Era logico que me estaba esperando. ¿Que mas podría hacer aquí ?.
- No. Gracias. Ya hiciste mucho por mi esta noche. -
- ¿Hacer por ti?. Si yo no he hecho nada aún -
- ¡Ja!. Benjamín no estoy para chistes en estos momentos, y mucho menos para soportarte a ti. Ya hiciste mucho con llevar a esa mujer a la comida. ¡Brillante!. -
- No podía y no puedo dejar que un hombre se burle de una mujer. Y menos siendo tú. Ahora ¿Me dejas llevarte a mi casa para que pases la noche? -
- ¡Olvídalo! -
- Entonces a donde quiera que vallas, no quiero dejarte aquí en medio de la noche.-
- ¿Y si yo quiero quedarme aquí? -
- No te dejaría Renata, aun que tenga que cargarte en brazos. - No pude evitar reir descaradamente en esos momentos. Benjamín muchas veces me exasperaba con sus comentarios. Pero esta vez me estaba haciendo sentir segura.
- Esta bien. -
- ¿Puedo llevarte en brazos a donde quiera? - Me pregunto con una sonrisa coqueta en su rostro.
- Llévame al aeropuerto, necesito coger un vuelo lo antes posible.-
- Como quieras .- Resoplo y tomo mi maleta, rozando suavemente mi mano. Me dedico una sonrisa, y me cogió la otra mano para ayudarme a llegar a su auto.
El camino al aeropuerto fue en completo silencio. Ni él, ni yo digo o hizo algo para cambiarlo. Una vez dentro del aeropuerto me fui directo al mesón principal. Le pregunte a la señorita que en cuanto rato mas salia el proximo vuelo a Chile con o sin escalas, verdadermante eso no me importaba. Solo tenia que esperar 4 horas, a esas alturas ya no era mucho. Lo unico que queria era volver y estar en mi casa, en mi cama y con mi amiga Naty, que era lo unico de verdad que tenia en esos momentos. Sin mas aparte un boleto. Y cuando me gire Benjamín ya estaba nuevamente atras mio.
- ¿Estas segura que lo mejor es irte? -
- ¿Que mas tengo que hacer aquí? -
- No lo se, solo que aveces no es lo mejor huir de los problemas. -
- Benjamín, no huyo de los problemas, las cosas con Mariano quedaron claras. Vine hasta aquí por él. Y solo por él. No tengo nada mas que hacer. Mi vida esta al otro lado del mundo. Tomare este viaje como unas pequeñas vacaciones. -
- ¿Te volveré a ver algún día? -
- Si vas por Chile, alguna vez. Me escribes un correo. Ya tienes la cuenta. -
- Ya la tengo, y no dudes que sabrás de mi. No te dejare ir tan fácilmente hay algo en ti. - Acercándome hacia él. Le deposite un suave beso en la mejilla.
- No fuiste tan desagradable después de todo. - Le sonreí.
- Y tú... Fue un gusto conocerte. -
- Adiós Benjamín. -
- Hasta pronto Renata. -
Dicho esto camine por el aeropuerto en busca de alguna cafeteria, para comer algo y hacer mas llevadera la espera.