miércoles, 25 de diciembre de 2013

"Algo llamado amor" Cap XXXVII

Estaba muy nerviosa esta mañana, tenía el estomago apretado de puro nervio, hoy era un día importante y decisivo, sin mencionar que mañana a primera hora volábamos a Barcelona y aun no preparaba ni la maleta, no había querido hacerla con tanta anticipación sin saber como quedarían las cosas con mi constructora. Me habían pedido que esperara afuera solo requerían la presencia de mi abogado para por fin hacernos saber si tenía que entregar una cantidad de dinero o ponerle las acciones a su nombre.
Le había suplicado a Benja que me acompañara hasta acá pero se negó, Mi amor no puedo, tengo una reunión y no puedo no ir. Esa fue su respuesta para mi. Me enoje hice pataleta pero nada me resulto. Le importaba una mierda como pudiera estar en estos momentos, hasta vómitos había tenido en sus narices luego del desayuno que él mismo me había preparado.

Diez de la mañana y aun no salía nadie a decirme nada, llevaba dos horas sentada aquí sin saber nada. Había enviado un mensaje de texto a mi abogado pidiendo algo de información pero no me había contestado nada el muy maldito. La secretaría me miraba y me ofrecía cosas para comer.

Once de la mañana y por fin la puerta se abre y el primero que sale es Mendoza con su abogado quien me da una sonrisa malévola y sale en dirección al elevador.

      - Señorita Blavi's - aparte la vista de la espalda de Mendoza para mirar a la secretaria - Ya puede pasar.
      - Gracias -

Me puse de pie y estire mi traje con las manos y camine o mas bien me arrastre, corrí o lo que quiera que fuese lo que hice en dirección a la oficina.
Al abrir la puerta a la primera persona que vi fue a mi Benja leyendo muy concentrado unos papeles que tenía en sus manos.

      - Bueno días - dije, y todos levantaron la vista hacia mi
      - Señorita tome asiento - me indico el ministro indicandome la silla al lado de mi abogado. - Esto será algo rápido e informal
      - Gracias - logre articular mirando fijamente a Benja quien solo me dedico una sonrisa
      - Usted ya conoce al señor Lackington - lo mire y asentí, que si lo conocía? Cada centímetro de su cuerpo. Me ruborice ante el pensamiento y mire a Benja quien negó con la cabeza como adivinando lo que estaba pensando en este momento - Bueno tengo que comunicarle que él se ha adjudicado el 25% que puso a la venta el señor Mendoza, a partir de este momento es su nuevo socio aun que según su preferencia sera anónimo, usted ya tendrá una reunión en privado con él y aclararan los puntos. Yo la he hecho pasar para comunicarle esto y además informarle que debe hacer los tramites necesarios para que Blavi's constructora pase a ser Blavi's y asociados.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas como sin parar, esta era la reunión tan importante que él tenia y por lo que no me podía acompañar, me había dicho sus intensiones de comprarle esa parte a Mendoza pero no lo creí capaz de hacer, y menos que Mendoza fuera a acceder tan rápido a venderle.

     - Señorita Blavi's - Benja me saco de mis pensamientos - Podemos agendar una reunión en este mismo momento. - me guiño un ojo.
     - Si gusta. Podemos ir a mi oficina en este momento - le indique
     - Bien me parece perfecto. Señores - dijo poniéndose de pie - Me permite - dijo estirandome su mano para ayudarme
     - Señorita Blavi's, cualquier consulta que tenga no dude en llamarme - me dijo el ministro dándome un beso en la mejilla, lo que hizo a Benja tirarme a su lado. De que va esto. 

Salimos de la oficina con nuestros abogados, mientras caminabamos al elevador Benja no había soltado mi mano. No era de extrañar si eramos pareja, pero si que lo hicera y no le dijera al ministro que lo eramos.

     - No encontramos nuevamente en la oficina de la señorita. Lleva todo lo necesario para lo hablamos. - le indico a su abogado antes de abrir la puerta del acompañante de su coche - Adelante
     - Renata - me dijo mi abogado - Permiso Señor Lackington ¿Podemos hablar un momento? -
     - Claro - camine en su dirección. - ¿Que pasa?
     - Emm... No te lo puedo decir en este momento. No con él mirándome así
     - No te preocupes. Solo dime que pasa -
     - Se que ustedes son pareja y que tienen planes a largo plazo. Todo su rollito de amor. Pero necesitamos ver los asuntos legales con respecto a que ahora ya no es solo tú empresa. -
     - Lo se. Pero primero quiero saber los planes de Benja. Nosotros dentro de unas semanas seremos marido y mujer. Por cierto tú estas invitado -
     - Gracias - me dijo dándome un abrazo - Felicidades a ambos
     - Antes de hacer cualquier movimiento quiero saber sus planes. Sigo siendo la accionista mayoritaria y todas las decisiones las sigo tomando yo. Nos vemos en la oficina - Me beso en la mejilla y se subió a su coche.
      - ¿Que quería? - me pregunto Benja cuando subí al coche - ¿Puedo besarte ahora?
      - Unos temas legales, nada que importe ahora - le dije cruzándome el cinturón de seguridad
      - Que temas? - volvió a preguntar Benja
      - Luego te cuento - volví a decir restandole importancia
      - Ya veo que no me quieras contar. Pero ahora soy tú socio -
      - ¿Y? - me voltee a mirarlo
      - Todo lo tuyo ahora me importa mas -
      - Me puedes besar de una vez y callarte por favor - le dije sonriendo



Me beso y salimos por fin de ese estacionamiento en dirección a la ahora nuestra empresa. En el camino le explique lo que me había dicho y me explico lo mismo que ya no era solo mi empresa pero que él no tenia planes de pasarla a sociedad quería que siguiera siendo solo mía que lo que quería hablar con su abogado era de cuanto tiempo tenia que pasar para que el me hiciera una venta de ese porcentaje claro que no esperaba que le pagara ese dinero si no que era su regalo adelantado de bodas. Lo mire incredula ante su confesión pero aliviada a la vez. Me pregunto que para cuando estaría la casa que le urgía que estuviera lo antes posible para así poder dejar ese departamento para así habilitarselo a su madre cuando viniera a visitarnos.

Pasamos el resto de la tarde en la oficina revisando papeles y cuando me mostró el contrato de compra no podía creer la suma que había pagado el me dijo que eso era poco comparado con la tranquilidad que me daría. Y que esperaba por el bien de Mendoza que no apareciera mas por que ahora no le daría dinero si no que una paliza. Mi hombre última mente quería solucionarlo todo a golpes.
Antes de las siete de la tarde unos golpes en la puerta nos interrumpieron nuestro momento de cariñitos en la oficina.

      - Adelante - dije al tiempo que me arreglaba la ropa. Y Benja se escondía tras en escritorio para que no notara su erección
      - Perdón. - dijo Naty abriendo la puerta - Pensé que estabas sola
      - Pasa Naty - le dijo Benja - Ya habíamos acabado - me guiño un ojo.
      - ¿Quería saber si podíamos comer juntas? -
      - Obvio que si. - le respondí con una enorme sonrisa
      - ¿No te importa? - le pregunto a Benja
      - Claro que no. Me alegra volver a verlas juntas. - le dijo sincero Benja a mi amiga - Por mi no se preocupen llamo a Gabriel y aprovecho de ir a ver el traje para la boda
      - Verdad. Felicidades Benja por la boda. A Nata ya la había felicitado -
      - Gracias - le dijo Benja - Mi amor me llevas a la casa para que te lleves el coche
      - Claro. Aprovecho de ducharme y cambiarme para irme a comer con Naty
      - Ok. Entonces yo me voy a casa preparo la cena y tú llegas allá. - me dijo Naty
      - Vale - le dije dándole un beso en la mejilla. Salio de la oficina y me puse a recoger mis cosas para alistarme y salir antes de que a Benja le dieran ganas de continuar con lo anterior
      - Me vas a dejar irme a casa así - me dijo poniéndose de pie y dándome ver que aun tenia su pene erecto dentro de los pantalones y al ver mis intensiones de huir
      - Ya te compensare en casa. Poder irnos ya? -
      - No pretenderás que salga con esto - camino hasta mi lado y me tomo la mano para llevarla sobre el bulto que había.
      - Benja... - dije antes que volviera a tomar mis labios en su poder.
      - Será rápido. Te lo prometo. -

Capturo nuevamente mis labios y me arrastro hacia el escritorio donde paso sus brazos por mi cintura para tomarme y depositarme sobre él. Abriendo mis piernas para acomodarse entre ellas.

      - Voy a poner pestillo en la puerta - me dijo y corrió hacia ella. Volvió a mi y me beso apasionadamente
sus manos comenzaron a viajar desde mis talones subiendo suave y lentamente hasta llegar a mis muslos. Jadeaba y gemía, no era capaz de articular palabra. Subió mi falda de tubo hasta la cintura y bajo rápidamente mis bragas junto a las medias. Cuando las tuvo en el suelo, no necesito preliminares por que yo ya estaba completamente excitada. Bajo sus pantalones y boxer hasta los tobillos y sin mas me penetro. Me sentí llena de él, llena de amor.
Sus embestidas no tenían nada que ver con amor, con delicadeza, eran rápidas y fuertes, sentía que me partía en dos. Gruñido tras gruñido, embestida tras embestida. Nos dejamos llevar por la pasión del momento y nos corrimos casi al mismo tiempo buscando nuestras bocas y pronunciando nuestros nombres.
No hubo caricias posteriores, solo risas y caras de satisfacción.

      - Vamos amor, ahora si podemos irnos a casa y ducharnos. - me guiño un ojo.
      - Sabes que jamás había tenido sexo en esta oficina - le dije coqueta mente mientras me colocaba las bragas.
      - Y en otra si? - me pregunto aprisionando nuevamente contra el escritorio
      - No.- le susurre - Solo aquí y contigo. - le rocé los labios
      - ¡Bien!. Por que será con él único. - me cogió en sus brazos y me beso.
      - Vayamos de aquí antes que nos ros retrasemos mas -




Esa misma noche luego del sexo en la oficina, el sexo en la ducha me fui a comer con Naty, me contó que Imanuel le había pedido una nueva oportunidad pero ahora era ella quien no estaba segura si eso era lo mejor, ya había llorado y sufrido. Me había recuperado y ahora quería dejar pasar algo de tiempo antes de saber que hacer, él la entendió y le pidió autorización para poder reconquistarla y hacer todo lo necesario para volver a estar con ella. También le contó que me había pedido disculpas a mi y que su amigo estaba en el hospital. Al final termino yéndose sin siquiera besadla y ella era eso lo que esperaba.

Cuando volví a mi apartamento mi amor tenía una cara de muy pocos amigos, por que aun no tenia lista mi maleta, le volví a decir que prefería quedarme en Santiago pero me ignoro y comenzó él mismo a tirar la poca ropa que tenía en su departamento dentro de la maleta. "Si quieres la arreglas, eso es cosa tuya pero te vienes con o sin maleta ¿Esta claro?" no me quedo otra que asentir.

Le comente lo que había pasado con Imanuel y su consejo fue solo darle todo mi apoyo a Naty y que le alegraba todo lo que le estaba pasando a Iñaki, se merecía mucho mas según él. Preferí cambiar de tema antes que termináramos discutiendo o algo por el estilo

Sentía besos repartirse sobre mi cara, cuello y hombro. Me negaba a abrir los ojos pero al darme cuenta que Benja no cesaría suspire en modo de frustración y abrí los ojos. El brillo matutino me hipnotizo y me volví a enamorar de él.

      - Preciosa eres difícil de despertar - me dijo arrastrándome a su pecho
      - Hmmm... - articule mientras me fregaba la cara contra su pecho
      - El transfers llegara a las 06:45 - me dijo muy campante y tranquilo. Abrí rápido los ojos y por sobre él saque mi móvil que estaba en la mesa de noche cargándose.
      - Tú... tú estas loco - le dije cuando vi que recién eran las 04:50 - Volveré a dormir. Me despiertas a las seis, juro que estaré lista cuando lleguen por nosotros - dije eso y me voltee para darle la espalda con la intensión de volverme a dormir. Se pego a mi espalda y con rápido movimiento me penetro sin mas.
      - Mira como me pones cuando haces eso - dijo y me capturo los labios.

Una, dos tres y cuatro estocadas rápidas y con su boca en todo momento con la mía, me hacía girar para quedar boca abajo en la cama con el sobre mi. Paso una mano por mi estomago para evitar que me moviera y de un empujón quede con las rodillas flectadas sobre el colchón. Uno dos diez estoques mas y gruñía sobre mi, este hombre me iba a partir si seguía buscando esa profundidad. Con sus manos no paro de masajear mis senos y su boca en mi boca, en mi espalda dándome besos, mordidas. Excitada era poco en ese momento, ya no gemía gritaba. Eran gritos de placer. Nunca me había hecho el amor tan salvaje mente. Sin salir de mi interior me volvió a girar para quedar cara a cara.


      - Vamos por una ducha chinita - me dijo dándome una nalgada - Ya no te da tiempo de volver a dormir
      - Eres el peor manipulador de todos - me puse de pie y camine al baño. - Y que sepas que estoy muy enfadada contigo
     - ¿Por que? - escuche decir cuando daba la llave del agua caliente. - Nata ¿Por que?
     - Por violentarme de esa manera - le dije ocultando una sonrisa.
     - Mi amor te hice daño? No te gusto? - pregunto afligido ingresando a la ducha sin ser invitado. - Perdona mi amor. Me deje llevar por el momento. Lo siento tanto - cuando se acerco a abrazarme no pude evitar sentirme mal, ya que verdaderamente el si estaba afectado
     - Tranquilo. Estoy bien. Fue distinto - le dije dejando caer mi cabeza contra su pecho. - Pero lo ame como todo lo que hacemos
     - No te he hecho daño? - me pregunto pasando su mano por mi vientre - Estas segura? - me pregunto y asentí.

Me dieron unas enormes ganas de vomitar en ese mismo momento, abrí la puerta de la ducha y sin siquiera cruzarme una toalla me deje caer con la cabeza dentro del vater.

      - Mi amor - fue lo único que dijo Benja antes de llegar a mi lado y sujetar mi cabello con una mano y con la otra sobarme la espalda.
      - Ya mejor - cuando ya no me quedaba nada en el estomago. Me puse de pie y me lave de inmediato los dientes y camine a la ducha como si nada hubiera pasado.
      - ¿Que fue eso? - pregunto Benja - Es primera vez?
      - Debo tener algún virus. Pero el otro día en el departamento también me paso. Estoy bien amor no te preocupes - le acaricie la mejilla - Estoy bien - le repetí
     - No puedes viajar en esas condiciones - me dijo un tono de pena - No puedo permitir que viajes si no te sientes bien -

Me ayudo a salir de la ducha y hasta que estábamos vestidos no me dijo nada mas, enojada por la situación me fui a la cocina a preparar una taza de café. Él se quedo en la habitación terminando de guardar unas cosas en la maleta, en ese momento mi móvil comenzó a pitar. Naty

     - Buenos Días - le dije contestando su llamada
     - Nata ¿Estas bien? - me pregunto con voz angustiada
     - Claro que lo estoy que pasa? -
     - Me llamo Benja, esta preocupado por que vomitaste sin siquiera haber desayunado, ya he conseguido hora para el medico. Vamos a ir a las 9 así te da tiempo de ir a dejarlo al aeropuerto -

Oh era mi falta de comida a esta hora o realmente mis neuronas no estaban haciendo su trabajo. ¿Medico? por que razón iba a ir al medico, si solo tuve vómito no es que sea habitual, bien puede ser el estrés de la boda los ultimos acontecimientos en la empresa o que se yo, la forma salvaje que habíamos comenzado el día.
Me quede mirando la puerta de la cocina donde estaba parado Benja con sus ojos fijos en mi. No decia nada y a penas podía concentrarme en lo que Naty me decia al otro lado de la linea.

     - Te llamo luego ¿Vale? -
     - Vale. -

Le corte la llamada y puse el café sobre la isla de la cocina, le serví uno a Benja y esperé por lo que se me hicieron minutos eternos a que dijera algo.

      - ¿Nada que decirme? - le pregunte yo.
      - Para mi tú eres lo primero y tú salud también - me dijo en modo de disculpa - Llame a Naty para que te acompañe al medico hoy mismo y depende de lo que te diga amor es si tú viajas o no. Yo no puedo quedarme tengo que ir a ver mi negocio. ¿Lo sabes verdad? -
      - Estaré bien. Llegare mas tarde mi amor tú trata de hacer tus cosas. Solo debe ser un virus -
      - Por favor preciosa me mantienes informado -
      - Si mi amor. Después de la ridícula visita al centro medico me iré directo al aeropuerto y ya cuando llegue te haré pagar esto. - le dije besandolo - Ahora vamos estamos en la hora de que te tienes que ir
      - Me duele el pecho de dejarte sola -
      - Estaré bien. Lo prometo - le abrace - Serán solo unas horas y no vallas donde tú madre sin mi - le bese - Quiero que vamos juntos
      - Prometido -

Una vez en el aeropuerto se me apretó el pecho y retrocedí hasta la primera vez que se había ido, cuando tenía el corazón destrozado y no pude evitar derramar algunas lagrimas. Benja al ver mi reacción me dijo que si se lo pedía retrasaba su vuelo también. Me negué para que aprovechara las horas de hacer algo importante. Nos besamos suavemente por un rato hasta que llamaron a los pasajeros a abordar.

El nudo en la garganta se hizo peor al verlo caminar por ese pasillo nuevamente, solo serían unas horas, pero las peores de mi vida.